Séance (TV)
Sinopsis de la película
Koji y Junco son un apacible matrimonio, él es técnico de sonido y ella tiene poderes extrasensoriales. Un día Koji va al bosque a grabar unos sonidos, sin darse cuenta, una niña que huye de un secuestrador se esconde en su maleta. Pasan los días y la policía pide ayuda a Junco para que les de datos de donde está la niña. Con sus poderes logra descubrir que la niña se encuentra en el maletín, en su propia casa. Pero decide ocultarlo e inicia un juego…
Detalles de la película
- Titulo Original: Kôrei (Ko-Rei) (TV)
- Año: 2000
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
5.4
100 valoraciones en total
Un drama japonés con cierto toque sobrenatural, por lo general estas películas están bastante bien y curradas, pero no es el caso…
La verdad es que se me hizo bastante pesada, es exageradamente lenta y con una historia algo absurda y que no me atrajo demasiado.
Si tengo que describirla en una palabra, esta película es ¨seca¨. Te venden la historia de forma muy seria, sin dulcificar, triste y directa, y el final no te deja buen cuerpo.
Se deja ver, pero no la vería una segunda vez.
Una médium depresiva, un violento secuestro, un hogar colmado de soledad, terroríficas apariciones de espíritus e interesantes teorías psicológicas sobre la vida tras la muerte y experiencias extrasensoriales son los revulsivos de un intrincado relato…
Poco después de acabar su críptica Barren Illusions con el cineasta Shinji Aoyama de protagonista y antes de regresar al éxito internacional gracias a Kairo , la cadena KTC se acercó a Kiyoshi Kurosawa para una adaptación de la novela Seance of a Wet Afternoon del autor australiano Mark McShane, lo cual le entusiasmó bastante, aunque mantuvo su deseo de, una vez acabado, presentarlo como obra cinematográfica, el proyecto se realizó con un presupuesto bastante reducido y con las acostumbradas limitaciones de las producciones televisivas, en especial la de evitar grandes dosis de violencia (algo en lo que la televisión nipona se mantiene inflexible).
Lo que el bueno de Kurosawa no sabía era que dicho libro ya había sido llevado a la gran pantalla poco después de publicarse por Bryan Forbes, genio del cine moderno británico responsable de otras joyitas como The Whisperers o La Habitación en forma de L . Las comparaciones son por tanto odiosas en esta nueva versión, más una reinterpretación de las claves del texto original (a la que Forbes fue bastante fiel) que un remake al uso, el guionista Tetsuya Onishi y el director se esfuerzan en ello presentando desde el principio un discurso muy propio del cine de éste último.
Y es: la incógnita de la muerte y su posible experiencia en el inconsciente de personas aún vivas, y con ello la conexión entre los seres humanos y el mundo de los espíritus, ese prólogo con un joven psicólogo explicando todo esto establece la base para reafirmar su postura con la introducción de Junko, una melancólica mujer capaz de contactar con los espíritus. Recordemos: en la novela y en el film original este personaje (Myra) fingía su don a causa de una profunda inestabilidad mental, y a la vez único medio para poder comunicarse con su hijo, fallecido tiempo atrás.
Un enorme trauma situado en el epicentro de un matrimonio resquebrajado y marcado por el hastío, la indiferencia y la angustia. Kurosawa y Onishi desviarán su mirada al j-horror tan propio del momento (inevitable acordarse de Ju-on y The Ring en sus instantes de terror) al hacer de la protagonista una médium real, la naturaleza del marido cambia en ciertos aspectos: de un hombre enfermo y sin trabajo a un registrador de sonidos para un pequeño estudio, dando la oportunidad a Kurosawa de, además de rendir tributo al Impacto de DePalma, crear ciertos giros narrativos con marcadas dosis de humor negro (el que la niña quede encerrada en la maleta desde luego lo es…).
Pues resulta que se produce un secuestro (especialmente indigesta la escena del raptor acosando a la niña en el parque), pero al no estar llevado a cabo por la mujer, todo parecerá fruto de la casualidad el que estas dos tramas se unan ( deus ex machina en toda regla). Poseyendo Junko el don de contactar con los muertos la idea original de McShane se desbarata, Myra actuaba por malicia, desafección, y su locura guiaban sus pasos desde el primer momento…resultando un sinsentido la decisión de Junko de salir de su amarga cotidianidad matrimonial aprovechándose del secuestro en un perverso juego con la policía (¡¿?!).
Pero lo peor es que, pese al esfuerzo del nipón de servirnos con mucha sobriedad un thriller fantasmal y absorbente que debe mucho a su anterior Cure , falla en mezclar las muchas bifurcaciones del argumento y pretender usar cada una de ellas como justificación o apoyo de la anterior: la investigación (en la que no se profundiza mucho), la fábula de espíritus, el íntimo drama vivido por los protagonistas, todo hallaba un hilo conductor y unificador en la de Forbes, pero no aquí, y una de las principales razones (además de que haya un personaje femenino de acciones inexplicables haciendo de las suyas) es su enfoque sobrenatural.
El espectador tiene todo el tiempo la sensación de que, sin la presencia de los espectros (que por otro lado, con sus rostros difuminados y naturaleza deambulante, Kurosawa crea un perfecto reflejo de los protagonistas), la historia podría haber funcionado perfectamente. Historia con ecos de Shyamalan y Bava que dejará de centrarse en la desagradable protagonista para acercarse a ese marido en extremo benevolente, siempre posicionado del lado de la obsesiva y dominante Junko (quizás porque las apariciones fantasmales son en realidad producto de su mente y los demás se aprovechan de ello…), tanto es así que nunca sabremos su nombre.
Encomiable, como siempre, la labor de ese parco y amargo Koji Yakusho dando vida a un hombre ordinario que, por culpa de las artimañas de su mujer, se ve arrastrado a una espiral de locura y paranoia convirtiéndose en un monstruo nihilista y autodestructivo (la cuestión del döppelganger , tratada después por Kurosawa en la obra de mismo nombre), lo cual ocupa el último tramo y es, de lejos, lo mejor de todo el film. A las tétricas y asfixiantes atmósferas creadas se suma un elenco que, tras el gran Yakusho, no ofrece muchas sorpresas, a excepción de Sho Aikawa (irreconocible en su papel de sacerdote sintoista) y la muy estomagante Jun Fubuki…quien sólo produce ganas de enviarla junto a sus amigos, los espíritus, de un hachazo en la cabeza.
Y es que, cuando el espectador no puede soportar ver y escuchar a la protagonista de una película, todo está condenado al fracaso, y aquí hemos de hacerlo desde el principio al final, aunque Kurosawa nos compense con ese humor negro único que le caracteriza.
Pese a las comparaciones que muchos establecieron entre Cure y Korei (sin duda porque no sabían de la existencia del trabajo de Forbes), ésta fue bien recibida por la crítica e incluso se hizo un hueco en el Festival de Cannes de 2.001…lo que aún me cuestra mucho creer.
Tiene poco más de 20 años y se mantiene relativamente bien, dentro de lo que son las películas japonesas.
También hay que decir que con el Cine Japonés sucede una cosa muy curiosa, que casi siempre lo hacen de la misma manera. Pasan los años y siguen haciéndolo igual, así que se nota poco el paso de los años.
La producción es la típica, todo es muy triste y sobrio, parecido a un catálogo de muebles y sin detalles que llamen la atención.
La Dirección narra la Historia a saltitos, sin complicarse la vida, pero sabe hacerlo. Hay que decir que mejora a la mitad de la película porque hace un despliegue de ideas, más o menos interesantes, inusual en el Cine Japonés. Y que en algunas secuencias es muy hábil para transmitir la tensión del momento.
La Historia es lo mejor de todo, lo más original e interesante. Aunque hubiera podido mejorarse eliminando algunos comportamientos absurdos de los personajes.
De los actores, qué decir, pues que son japoneses. Asi que actúan como es habitual en ellos. Serios, rígidos, poco expresivos, muy educados, hiératicos, etc. Realmente son como las piezas del tablero de ajedrez, que siempre se mueven igual.
Resumiendo: es una película que se ve sin problemas y que no aspira a más que a entretener.
Esta película es realmente mala. Pero hay que argumentarlo.
Guión: Lo peor. Considero que un buen guión supera todos los obstáculos de un cine sin demasiados medios pero aquí ya empezamos mal porque la historia es mínima. No es que no ocurra nada, es que los diálogos son simples, lo que ocurre sorprende una vez pero luego es redundante y aburre, que quiere mantener un misterio para sorprenderte al final y sólo consigue que cuando llegue la sorpresa ya ni te interese… En fín, un guión con historia de fantasmas que sólo es disculpable en formato cortometraje. Nunca en largo.
Los actores: Lo único pasable. Cumplen como profesionales. No hacen la interpretación de su vida pero están en su sitio y son más creíbles que muchos otros actores en este género. No logran salvar la película, claro, pero se ganan el sueldo no hundiéndola más.
fotografía: De las más cutres que he visto. Afea la película y más que terrorífica la hace depresiva. Transmite muy bien el aburrimiento general,eso sí.
Director: Aquí tengo la duda de si se podía hacer algo con un guión tan pobre. Desde luego el director es como los actores. Cumple profesionalmente pero sin alardes. Dirección plana para que nos entendamos.
Ambientación: Es que no hay mucho que ambientar. Una casa, unos bosques, una cafetería… Apenas sabremos mucho sobre japón, no nos ofrecen casi nada pero claro, la historia mínima tampoco lo pide.
Efectos especiales: Me hizo reír una escena dónde el fantasma es una superposición mal hecha y mal montada en la cafetería. Mediocres, mediocres. Aquí no hay dinero así que se intenta dar miedo como suelen hacerlo los japoneses, cogiendo una niña, despeinándola y tapándole la cara con el pelo. Este tipo de horror tuvo su momento pero bien mirado empieza a ser digno de parodiarse. No puedes sostener una película de terror con una niña despeinada.
Y poco más. La película tiene mi peor puntuación porque no da miedo, tampoco entretiene como las malas películas que de cutres te obligan a verlas y porque lamenté haber perdido mi tiempo así. Sólo es disculpable verla si eres inmortal y puedes desperdiciar el tiempo. Si no… apaga y vámonos.