Se escapó la suerte
Sinopsis de la película
Antoine y Antoinette Moulin (Roger Pigaut y Claire Mafféi), una humilde pareja francesa, ha perdido un billete ganador de la lotería y con ello la oportunidad de cambiar sus vidas. Ganadora del premio al mejor filme psicológico y de amor en el Festival de cine de Cannes de 1947, el cineasta galo Jacques Becker (La evasión) nos ofrece una alegre fábula sobre el afecto, la suerte y el azar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Antoine et Antoinette
- Año: 1947
- Duración: 78
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Opinión de la crítica
Película
7
99 valoraciones en total
En la segunda edición del Festival de Cannes en el año 1947, se optó por entregar el Grand Prix (máximo reconocimiento del evento en ese momento) por categorías de género, quizá la más curiosa de estas fue la que ganó Antoine et Antoinette: Mejor película psicológica y de amor. Es así como apenas en las primeras dos ediciones del festival, 16 largometrajes se habían adjudicado el premio de Mejor película.
Ya entrando propiamente al filme, este cuenta la historia de una pareja de jóvenes casados, Antoine (Roger Pigaut) y Antoinette (Clarie Mafféi), ambos de clase obrera subsisten sin lujos ni comodidades, la suerte cambia cuando el azar les sonríe y pegan un jugoso premio de la lotería nacional, situación que lo motiva y los hace soñar sobre un cambio en sus vidas.
Jacques Becker es el director y guionista de la película, apoyado en este segundo aspecto por Maurice Griffe y Françoise Giroud, un guion que presenta una historia bastante agradable, narrada con buen ritmo de forma convencional, logra un buen balance entre el drama y la comedia, aunque el filme ya le pesan los años el argumento como tal se mantiene más vigente que nunca.
Hay un conflicto (pelea) que ayuda para la resolución de la obra, que resulta ser el único aspecto flojo de la película, su tratamiento no es el mejor, incluso desenfocado completamente con lo que se venía viendo de la historia, aunque posteriormente se entiende el porqué de la decisión de ponerlo ahí, cuando el protagonista comienza a pensar sobre los eventos suscitados. Claro que esto no mancilla absolutamente nada alrededor del filme.
Becker es más reconocido por su último trabajo, Le Trou (La evasión, 1960) presentado de forma póstuma porque falleció un mes antes de su estreno, sin embargo Antoine et Antoinette no se puede demeritar, es un trabajo de mucha valía, de buenas intenciones y sencilla, que busca dar un mensaje positivo y esperanzador, idóneo frente a lo sucedido durante la II Guerra Mundial. Agradable comedia romántica.
Nos ocupamos hoy de una de las primeras películas dirigidas por el gran Jacques Becker, autor de obras maestras como Montparnasse 19 (Los amantes de Montparnasse, 1958), o Le trou (La evasión, 1960), y una de las grandes influencias de Godard y su panda. Antoine et Antoinette (Se escapó la suerte, 1947) tiene su referente en el Christmas in July (Navidades en julio, 1940) dirigida por Preston Sturges, y está también muy emparentada con otra joya como Esa pareja feliz (1951) de Bardem y Berlanga. Su Argumento está basado parcialmente en la comedia musical El millón, dirigida por René Clair en 1931 y nos propone un alegre y entrañable recorrido por el Paris de la posguerra a través de una humilde pareja, que pierde un billete ganador de la lotería, y con ello, la oportunidad de prosperar y salir de su precariedad.
Una magnífico filme, revelador de la madurez que atesoraba el cine de Becker ya desde sus primeros pasos como director. A partir de la precisión de un montaje extraordinario –obra de Margueritte Renoir-, el director articula un retablo lleno de ritmo y vitalidad. Filmada a pie de calle, con un estilo naturalista, cercano y cálido, la película de Becker nos sumerge en el retrato costumbrista de un París obrero, y de unos personajes empeñados en mantenerse felices pese a la dificultad del momento.
El filme respira humanismo por todos los poros, ayudado por la gran labor de sus actores, el papel de Becker por acercarse de la forma más realista y cercana a su historia sobre el azar y los caprichos del destino, y sobre todo por aproximarse a temas ligados con la condición humana, como son el deseo de prosperar, o el deseo sexual. La película recoge momentos de amable y alegre humanidad con la aparición de ese plantel de personajes que pueblan la escalera, y las proximidades del barrio, y que se muestran tan reales como solidarios, y amables. Ese espíritu luminoso y alegre se transmite a lo largo y ancho del filme, pese a las dificultades en las que se ve envuelta la pareja con la pérdida del boleto, y cuyo destino mantiene al espectador con un nudo de amargura. Recordemos que estamos en 1947, pero la película respira modernidad, aunque los medios fueran limitados, los emplazamientos de cámara, los encuadres o la disposición de los actores son una constante pugna por contar las cosas de otra manera, por renovar el lenguaje cinematográfico, abrirse camino para que luego otros lo allanaran y pavimentaran.
Una película, divertida y humana que oscila entre ambientes duros, deprimentes y personajes que despuntan humanidad sana. La balanza se inclina hacia un horizonte esperanzador, y ese sabor alegre y dulce es con el que se arropa al espectador hasta en los últimos fotogramas de esta hermosa cinta. Cine de aroma clásico, esa clase de cine cándido, que no pasa de moda, y que reconforta y produce bienestar. Una estupenda comedia de corte neorrealista del que puede considerarse con toda justicia uno de los mejores directores franceses de todos los tiempos.
Pues aquí tenemos otro clásico del cine francés, de nuevo como creador tras las cámaras, del genial Jacques Becker.
Supone la primera película de Becker estrenada en las salas comerciales españolas, y digo yo que sería por sus importantes premios en el Festival de Cannes del año 1947: primer premio de la cinematografía francesa y del Certamen internacional.
Es una preciosa película con mucho humor, romanticismo, personajes entrañables, incluso los más toscos y canallas, como el jefe de la gran tienda don a menudo compran las verduras y hortalizas el matrimonio Moulin (extraordinarios Roger Pigaut y la preciosa Claire Mafféi).
Tiene un soberbio sentido del detalle cotidiano y contiene unos impagables diálogos. No en vano el guión del propio Becker, Maurice Griffe y el siempre excelente Françoise Giraud, es de una riqueza exquisita.
Viendo esta cinta compruebo que, quizás, el maestro Berlanga se inspiró en las primeras películas de Becker para componer sus grandiosas escenas a plano fijo y largas donde hablan y se mueven sin parar infinidad de personajes. Aquí se ve en varias sublimes escenas, como la del metro, la tienda y el bar, por ejemplo.
Una película deliciosa, con gran ritmo, siempre interesante y entretenidísima, que hace pasar algo menos de hora y media en la gloria.
Recomendable cien por cien, la considero una verdadera joya.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/search/label/Donostia%202016%20%28Retrospectiva%20Jacques%20Becker%29
Lo de comedia romántica y psicológica procede de la categoría en la que participó en el festival de Cannes de 1947, cuando, con apuros, no pasa del sainete en su versión castizo parisina. Pues en efecto, Antotoine y Antoinette résulta un entremés en la filmografía de Becker, realizador capaz de una deliciosa comedia romántica -esta sí- como es Calle de la Estrapada o de una joya como Le trou. De psicológico nada, porque los personajes son estereotipos de fromage et baguette y la trama una trapisonda sin mucho ingenio, y en cuanto a romántico, como decía Charles Laugton (en Testigo de cargo): « Conozco a las francesas ». Rodada con corrección, la película puede considerarse un ejercicio de estilo donde destaca un montaje -obra de Margaritte Renoir- más que ágil, inusual en el cine francés de la época, y que prefigura al Becker retratista profundo de ambientes y personajes de sus películas de los cincuenta. Digamos que las peripecias de la lotería, asunto de esta comedia, con excepción de Avaricia, no han propiciado grandes momentos al cine al restringirse básicamente al juego del equívoco. Puestos a elegir, me quedo con el premio de La Rifa (1961)
Entrañable comedia de costumbres del autor de La evasión , donde con un hábil guion nos presenta las tribulaciones de un matrimonio de clase trabajadora, que es agraciada con un premio de la lotería, pero tienen el infortunio de perder el billete.
Con esta premisa, Becker nos introduce en las relaciones de pareja, donde analiza con gran tino muchos aspectos de ella.
Primero decir que me parece que esta película sigue siendo muy actual y moderna.
El itinerario del billete perdido es un prodigio de narrativa visual, ingenioso y divertido, que aporta el tono humorístico del film y que además sirve para presentarnos a los personajes que desfilarán en este universo.
Pero es que además me ha encantado,( por lo actual de su premisa, ahora que estamos tomando conciencia acerca de lo que muchas mujeres tienen que soportar sobre la situación de acoso sexual, en el trabajo o en la calle y las diferentes reacciones que suscita).
Me parece que Becker apunta con gran acierto los problemas que suscita en una pareja esta situación. Reproches velados, falta de confianza y cierta culpabilización de la acosada, celos infundados e incluso malos tratos, en parejas que, sin embargo se quieren.
Gran retrato de personajes, trama ligera y desenfadada, pero soberbia, que oculta análisis certeros de las parejas y sus crisis, conforman este film que no se puede menos de tildar que de NOTABLE.