Santa Clarita Diet (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2017-2019). 3 temporadas. 30 episodios. Joel y Sheila Hammond son agentes inmobiliarios y residentes en Santa Clarita, en la periferia de Los Ángeles, donde trabajan como agentes inmobiliarios. Su vida es bastante anodina hasta que Sheila sufre un cambio radical, que los lleva por una senda de muerte y destrucción… pero en el buen sentido.
Estreno Temporada 2 (T2): 23 de marzo 2018
Estreno Temporada 3 (T3): 2019
Detalles de la película
- Titulo Original: Santa Clarita Diet (TV Series)
- Año: 2017
- Duración: 30
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Opinión de la crítica
Película
5.9
90 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alan Tudyk
- Andy Richter
- Christina Ferraro
- Dominic Burgess
- Drew Barrymore
- Ethan Suplee
- Grace Zabriskie
- Jee Young Han
- Jonathan Slavin
- Joy Osmanski
- Linda Lavin
- Liv Hewson
- Maggie Lawson
- Mary Elizabeth Ellis
- Matt Shively
- Natalie Morales
- Nathan Fillion
- Portia de Rossi
- Ramona Young
- Ricardo Chavira
- Richard T. Jones
- Roxana Ortega
- Senyo Amoaku
- Shalita Grant
- Skyler Gisondo
- Stephen Full
- Sydney Park
- Terry Walters
- Thomas Crawford
- Thomas Lennon
- Timothy Olyphant
Aunque empieza tibia y tarda en encontrar su ritmo y sus dos protagonistas desarrollar la química entre ellos, y aunque es un pelín irregular y sus diez capítulos de 25 minutos saben a poco, creo que Netflix consigue otro acierto con una nueva serie.
Un matrimonio de agentes inmobiliarios, de un barrio residencial que recuerda mucho al de serie como Weeds (de hecho Joel es un fumeta) y que viven entre dos vecinos policías que se odian entre si, tienen un secreto que les cuesta mantener oculto. Ella se ha convertido en una zombie que necesita comer carne humana y fresca para seguir ¿viva? La idea está tomada de series como iZombie o comedias como Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro
A partir de esa premisa alterna la comedia romántica entre un matrimonio que había caído en la rutina y que encuentran en la nueva situación un soplo de aire fresco en su relación y la mera comedia de terror, con algunos golpes de gore. Aunque quizá se echen en falta más momentos de esos. La nueva situación de Sheila, convertida en impulsiva y visceral, hace que Joey trate de complacerla mientras intenta encontrar una cura.
La serie funciona sobretodo por su pareja protagonista, a ellos lo fía todo y no defraudan. Aunque tampoco los secundarios están mal, desde la hija de ambos, Abby (Liv Hewson) hasta de Eric, (Skyler Gisondo) el hijo friki de uno de los vecinos.
Mención especial a los cameos de famosos, como Nathan Fillion, un un agente inmobiliario rival o Portia di Rossi, una científica especializada en no-muertos.
Veo algunas críticas de gente que se toma en serio esta serie y claro…no la disfrutan.
Me parece que Netflix ha conseguido hacer lo que pretendía. Crear una serie para hacer reír al espectador y entretenerlo. No le pidáis más, no busquéis en Santa Clarita Diet una historia seria porque nunca ha pretendido serlo. Es más, para mí es una comedia que roza el surrealismo o el absurdo. Y me encanta que lo haga.
Me lo he pasado bien viéndola. Me he reído y se me han pasado los 10 capítulos de 30 minutos volando.
Ojalá Netflix haga más temporadas de esta serie.
Divertida, entretenida y con unos diálogos y unas situaciones surrealistas y desternillantes. Llega a nuestras pantallas gracias a la plataforma Netflix, y para gozo de los amantes del género y el buen cine una nueva serie sobre el tema zombi-muertos vivientes.
¡OH No! Otra de zombis. Nada más lejos de la realidad, pese a la sobreproducción que tenemos últimamente sobre este tema, consiguen una originalidad y una frescura que no me esperaba, Drew Barrymore está espectacular en el papel de mamá zombi y los secundarios que son casi principales no se quedan atrás. Lo más original que vais a encontrar en esta serie es el guión y las situaciones que fuerza a vivir a los protagonistas, situaciones de la vida cotidiana de un zombi conviviendo en una comunidad de vecinos e intentando pasar desapercibido.
Desde luego la recomiendo sin ningún pudor, pero remarcando que esta crítica habla de la primera temporada y a la espera de que las siguientes mantengan el nivel.
Los zombies han proliferado incansablemente por la ficción de todas las formas posibles: terror, comedia, drama, ciencia ficción, cintas de bajo presupuesto, superproducciones multimillonarias, cómics, series de televisión, videojuegos… Resulta muy complicado aportar algo nuevo y original, pero hay que reconocer que Santa Clarita Diet lo intenta por todos los medios. Y se podría decir que lo consigue. Al menos si no pensamos mucho en la existencia de iZombie, claro.
No obstante, donde marca la diferencia la nueva serie original de Netflix no es tanto en su premisa como en su desarrollo. Y es que posiblemente estemos ante una de las obras audiovisuales más extrañamente adorables que se han rodado jamás.
Algo que choca durante los primeros episodios de Santa Clarita Diet es el enorme contraste entre lo repugnante y gráfico de ciertas escenas con el tono abiertamente cuqui y cotidiano en que se nos presentan. La serie va de menos a más en cuanto a morbidez, pero la hilaridad se mantiene a flote gracias a las sonrisas forzadas, las falsas apariencias y la normalidad aparente que intentan transmitir sus personajes. Nunca el humor negro había parecido tan blanco.
Gran parte de la culpa de este fenómeno la tiene su reparto encabezado por una Drew Barrymore en estado de gracia y un fascinante Timothy Olyphant que no puede evitar comerse la pantalla e incitar al espectador a la risa floja con su mera presencia. Ambos forman una pareja achuchable, desprenden una gran química en pantalla y resultan especialmente hilarantes en sus sórdidas desventuras.
Esto es importante porque con el paso de los episodios las situaciones se vuelven cada vez más oscuras y bizarras, por lo que sería muy fácil que se ganaran nuestra antipatía, pero al final es el enorme amor y cariño que sienten el uno por el otro lo que en cierto modo les redime de ser unas personas horribles y lo que hace que nos pongamos siempre a su favor por muy moralmente cuestionables que sean sus acciones.
Hay que agradecer a los guionistas también el esfuerzo por no tomar nunca el camino fácil. Contrariamente a lo que pueda parecer en un principio por la cotidianidad aparente que transmite la serie, los giros que toma la historia quizá no sean siempre los que estemos esperando. No es que sea el paradigma de lo imprevisible, pero por lo menos no adivinamos exactamente lo que va a ocurrir al final de cada escena, lo cual es un alivio. Además, los cliffhangers al final de cada capítulo son muy efectivos y nos incitan a seguir maratoneando a costa de nuestra propia salud mental.
El único punto débil de la serie y que por desgracia la lastra muchísimo más de lo que debería reside en las tramas secundarias encabezadas por Liv Hewson en el papel de hija adolescente rebelde y Skyler Gisondo en el de friki pagafantas de turno que tiene un evidente crush con ella.
En el caso de ella me inclino a pensar que está directamente desaprovechada, pues sí que consigue brillar en las escenas que comparte con sus padres. En el de él, aparte de ser un claro error de casting (Skyler Gisondo no parece un nerd pajillero, es demasiado guapo para dar el pego, podría formar parte de una boy band y no desentonaría como fichaje en la tercera temporada de Scream: The TV Series) más bien parece una excusa para introducir ciertos chistes y chascarrillos que incluso los infames guionistas de The Big Bang Theory descartarían por estar demasiado sobados.
Puede parece un error menor, pero lo cierto es que ocupan demasiado tiempo en pantalla y se cargan gran parte del ritmo de los episodios. Por suerte sí que ayudan a darle cierta vidilla al asunto el resto de secundarios, destacando el enorme juego que dan en la trama los dos policías, el director del instituto o la aparición de ciertas estrellas invitadas que prefiero no destripar.
Con todo, Santa Clarita Diet es una de esas series que querría que me gustasen mucho más de lo que realmente lo hacen. El potencial está ahí, desde luego, y mentiría si dijese que no me muero de ganas de volver a ver a estos personajes en una segunda temporada. Ojalá aprovechen para pulir los errores de ésta y vuelvan por todo lo alto. Pero, de momento, con todo lo ofrecido en esta escasa (aunque de fácil digestión) primera tanda de episodios, sigue siendo una opción divertida y más que recomendable.
Crítica original en: http://www.criticronico.com/2017/02/santa-clarita-diet-t1.html
Este mismo mes de febrero, Netflix estrenaba su nueva serie cómica Santa Clarita Diet. Muchos aún no sabíamos con exactitud de qué iba y, al empezar a verla, me quedo a cuadros. No conviene contar mucho de la serie, ya que es mejor ver cada una de las sorpresas que guarda por ti mismo, lo que sí hay que decir es que, como indican los cuatro carteles promocionales que puse arriba, en la serie hay bastante muerte. Dejémoslo ahí.
El piloto me resultó bastante infantil y, nunca mejor dicho, vomitivo, pero de alguna manera me incitaba a seguir viendo qué estaba pasando y por qué narices estaba pasando. Temía que iba a dejar la serie al segundo capítulo, pero nada más lejos de la realidad, la serie mejora por cada episodio que pasa y llegas incluso a cogerle cariño a los personajes que, admitámoslo, no son nada nuevo. Un punto a tener en cuenta es que la estructura narrativa de la serie, como es habitual, se divide en dos historias dentro de cada capítulo. ¿Por qué es un punto a tener en cuenta, si es algo que ocurre habitualmente? Porque aquí las tramas secundarias enlazan directamente con las principales, cosa que se agradece.
No es una comedia normal al uso, también hay que advertirlo, es una comedia negrísima, no apta para el público habitual y no teme en ningún momento meterse en el asesinato, el secuestro o cualquier otra locura que se les ocurra a sus protagonistas para resolver una trama. Precisamente hablando de ellos: son unos malhablados y la forma que tienen de aceptar sus nuevas vidas es, cuanto menos, absurda. Absurda si la comparamos con la realidad, por supuesto.
Habiendo acabado ya la primera temporada, me he quedado con sabor agridulce, desde el segundo episodio hasta el octavo es una espiral de locura, sangre y situaciones bastante divertidas, por lo que cumple bastante bien su función, pero el final de temporada me dejó un poco frío. Si os he convencido al menos un poco, echadle un vistazo al menos hasta el tercer capítulo, si no os dice nada por entonces, no es vuestro rollo. A mí, personalmente, me parece muy innovadora aun recordando en algunos momentos a Dexter…
Pros
-Buenísima banda sonora, encaja a la perfección con la serie.
-Las tramas secundarias enlazan directamente a las principales.
-Mejora por cada capítulo que pasa, las sorpresas no paran en ningún momento.
-Diez capítulos de media hora cada uno, se puede ver perfectamente en dos días.
-Idea innovadora.
Contras
-Por lo general, actores un poco sobreactuados.
-No se la recomendaría a todo el mundo.
-El piloto puede hacerse bastante asqueroso y resultar mediocre.