Sangre fresca (Una chica insaciable)
Sinopsis de la película
Marie es una hermosa vampiresa que se alimenta de tipos malos , Joe, un policía secreto infiltrado en una corrupta familia mafiosa y Sal Macelli, un capo sediento de poder. Cuando Marie y Joe coinciden en la persecución de Macelli, inesperadamente descubren que tienen mucho en común, y cuando el policía se da cuenta de que ser inmortal es lo mejor que ha podido pasarle, Marie y Joe tendrán que ingeniárselas para evitar que la ciudad se convierta en la nueva Transilvania…
Detalles de la película
- Titulo Original: Innocent Blood
- Año: 1992
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
Película
5.3
99 valoraciones en total
Entretenida comedia de vampiros y mafiosos italianos que en gran parte se salva gracias a la graciosa interpretación de Robert Loggia como jefe de una banda de gangsters que se transforma casi accidentalmente en vampiro y que da pie a divertidas situaciones ante la sorpresa de haber resucitado y de encontrar las ventajas de ser inmortal. Éste gana la partida a la que en principio es protagonista de la película, una preciosa vampira que encuentra la coartada perfecta para saciar su terrible hambre y no levantar sospechas, en los ajustes de cuentas que se producen entre bandas rivales. Sin más pretensiones que entretener y divertir, con humildad y dosis de humor gamberro, pero discreto, se desarrolla esta obra menor del desgraciadamente venido a menos John Landis pero que deja en bastantes momentos sus señas de identidad de genial creador de situaciones absurdas pero magníficas.
Lo suyo fueron siempre las comedias, especialmente entre finales de los setenta y principios de los ochenta, pero su tanteo con el terror (sin dejar de lado el humor y ayudado por unos FX que aún hoy quitan el hipo) se saldó con una verdadera joya del género.
No se ha vuelto a ver nada igual de terrorífico en la carrera de John Landis como Un hombre lobo americano en Londres , exceptuando Thriller , el accidente de En los límites de la realidad y La familia Stupid . El tema vampírico parecía el idóneo para su regreso al género, pero lo que pudo ser algo bueno y la entrada del mejor Landis a los noventa, se queda en un pastiche más o menos entretenido.
Soltar a la vampiresa Anne Parillaud en ese ambiente mafioso para alimentarse sin cargo de conciencia, tiene su gracia y pudo acabar siendo en parte la versión femenina de aquel hombre lobo, pero no acaba de cuajar por un forzado toque romántico que el director ofrece con cierto desdén, algo que supo tratar con chispa en aquella joya del terror o en Cuando llega la noche con similares relaciones amorosas, pero sin colmillos (al menos, no en el segundo caso). No goza de la gracia que sí tienen al respecto las dos citadas y por ello se hace eterna.
Hay guiños al cine de terror clásico, algo de ese humor tan característico de Landis y cameos tan significativos como los de Argento y Savini, pero es en los secundarios donde la peli encuentra apoyo, Robert Loggia, Don Rickles y Chazz Palminteri, que como siempre están fantásticos, y en un buen maquillaje, con unas lentillas psicodélicas incluidas tan terroríficas como divertidas.
Pequeñas genialidades que no la salvan de ser una del montón.
Esta es la historia de una chica que sin comerlo ni beberlo la vemos aparecer de repente en pantalla. No se sabe de donde viene, ni cuantos años tiene, ni que pinta en una película, que por su contenido, va mas en la línea de una película al estilo: los intocables de Eliot Ness o Al Capone . Sin embargo, ahí aparece una vampira, que por su corte de pelo recuerda a la protagonista de Nikita, dura de matar , dispuesta a morder a una nueva víctima bajo su aterradora mirada abrasadora con cierto regustillo a la saga Aullidos , aunque en versión vampírica.
Si la película hubiese sido en plan mafiosos, en plena ley seca, con tiros, persecuciones, guerras de bandas, etc, la película habría sido un éxito asegurado, ya que el guión de los mafiosos no pintaba mal. Pero aparece la vampira, con un rugido de león y sin colmillos, para confirmarnos que los gansters y los vampiros no pegan ni con cola, y mucho menos si le metemos como banda sonora, unas cuantas canciones de Frank Sinatra.
Landis vuelve a mezclar terror con humor, pero se alarga demasiado la película tiene su encanto, y cierto atrevimiento en todo el tema sexual, también un villano muy gracioso y carismático, y una vampireza hermosa, contradictoria, vulnerable y también la protagonista brinda un buen trabajo, captando la esencia del personaje, y siendo bastante original para lo que es el vampirismo cinematográfico.
El resto es asqueroso, obvio, y prescindible, lo de los ojos fosforescentes en los vampiros, es patético, además a la película le sobran 30 minutos muy mal rellenados con un montón de personajes y situaciones que no aportan nada, como la mujer del abogado, por ejemplo.
Agradable, ingeniosa, chapucera, cutre, elegante y curiosa producción que combina con astucia el cine de vampiros y mafiosos, en la que una mujer con apetito de sangre, se convierte en el detonante de una historia salpicada por la sangre y el humor desenfadado que ofertan sus responsables.
La película no es una maravilla en todos los sentidos, tiene sus cosas buenas y otras que no lo son tanto, pero se disfruta sin mucha complicación gracias al tono desenfadado del conjunto.
Para amantes de los clásicos vampiros y el terror, con toque elegante de una banda sonora plagada de buenas piezas de Sinatra y aportes de Jazz.
Se disfruta y agradece que tenga cierta originalidad al tocar el tema de los vampiros, respetando las normas clásicas, para generar algo novedoso.
Tiene su estilo y encanto, para poder disfrutar de ella.