Sanandresito
Sinopsis de la película
En Sanandresito, un renombrado sector de comercio en Bogotá, se encuentra cualquier cosa: desde las gafas para el sol, el último zapato de moda o el perfume más costoso, hasta celulares, ropa, dulces, películas y alcohol. Todo lo que busque, está disponible. De esto podrá dar fe Wilson Tenorio, un espontáneo agente de policía que se mueve como pez en el agua en este lugar. Tenorio anhela un ascenso en su institución, en tener una mejor vida, pero no está dispuesto a mover un dedo para lograrlo. Las cosas están por cambiar cuando se ve falsamente enredado en el asesinato de Tatiana, una muchacha de Sanandresito cuyo cadáver aparece en la camioneta oficial que conduce Tenorio. El vanidoso e inútil agente deberá por primera vez en su vida poner en práctica lo supuestamente aprendido en su instrucción policial. Sin más ayuda que su propia malicia indígena deberá descubrir al verdadero asesino de Tatiana, antes de que lo capture la policía, a cargo de su propia novia, la Sargento Fanny, y antes que Félix, el peligroso escolta novio de Tatiana enceguecido por el dolor, lo encuentre y erróneamente cobre venganza sobre él. ¿Qué pasará primero?
Detalles de la película
- Titulo Original: Sanandresito
- Año: 2012
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
5.3
60 valoraciones en total
Los elementos puntuales de esta película tienen que ver con la usual situación en la que se encuentra un policía torpe, a veces malicioso y abusador, pero en términos generales torpe, que se ve inmerso accidentalmente en un crimen, Hasta ahí todo va bien. Y de hecho, actoralmente, la película no tiene problemas, pues sus personajes logran cumplir cada uno con su respectivo rol. Los problemas van ligados al desarrollo del guión, que no acaba de cuajar e insiste más bien en lo accidental de todo lo que está pasando.
Puede ser una película divertida, por sus personajes y la burla con la que se mira al policía promedio colombiano, puede ser un thriller agradable, pero la verdad es que no termina siendo completo como experiencia narrativa.
La estrategia publicitaria logró generar un boom artificial que llevó masivamente al público en los primeros días del estreno. Luego, las salas quedaron vacías. Además se aprovechó maniqueamente del prestigio que por aquellos días estaba viviendo Andrés Parra en el rol de Pablo Escobar para la serie televisiva El Patrón del Mal, la más exitosa de la historia en el País. Y fuera de eso, presentaba la bella Verónica Orozco, que con seguridad e iba a ver ligera de ropas. Y aparecían viejas glorias como Víctor Hugo Morant y Katherine Vélez y verdaderos capos de la actuación como Fabio Rubiano. Además, la promesa de mezclar con talento el policial y el género negro con la comedia. Pero como el buen artificio que era, la gente se dio rápido cuenta y la puso en su sitio: NI CINE NEGRO, NI COMEDIA, NI POLICIAL. Una amalgama mal definida que no conduce a ninguna parte, que crea expectativas que no resuelve con solvencia, un pretendido divertimiento que no entretiene, un guión lleno de lugares comunes y cabos sueltos que no se cierran.
Lo mejor: los actores, hicieron lo posible. La campaña publicitaria, que vendió como bueno un producto que no lo era.
Lo peor: el guión, la falta por el respeto con el público, que con seguridad no es imbécil:
Pienso que aprovecharon el gancho que iba a tener la presencia del actor Andrés Parra después de su estupenda interpretación de Pablo Escobar y no les importó contar con un guión mediocre que parece más de telenovela que de película. No ayuda nada la musicalización tipo dramatizado barato y la realización incomprensible que más parece aleatoria que con un propósito narrativo definido. No engancha nada la historia increíble de una policía con cuerpo de modelo enamorada de un policía vago, mediocre y corrupto, además pasado de kilos, los personajes secundarios aparecen porque sí y no se desarrollan a lo largo de la historia.
Qué tristeza tener que valorar negativamente de nuevo una película colombiana que tenía buena pinta y que prometía con el buen papel del agente Tenorio, el cual, tengo que confesar, me sacó algunas risas pero gracias a las frases típicamente colombianas más que por un gag creado con ingenio.
Por: John Harold Giraldo Herrera
Docente universitario y periodista
Uno ríe, es cierto, pero son chistes muy flojos, uno llega a tensionarse, pero la cuerda pronto se rompe. De modo que la nueva película colombiana, San Andresito, se encuentra a medio camino. Es una propuesta poco trabajada en el cine de Colombia, porque se atreve a pasar de la comedia mediocre de Dago, a un humor negro, ese mismo que pretende hacer una crítica a los principios de una comunidad, como en el caso que nos ocupa, que lo hace al hampa, al amor y a la propia fuerza policial. De ellos nos reímos, pero es tan floja y predecible que pronto termina aburriendo.
Parece que se posicionara sobre el hecho de un lugar que para el comercio de artículos de todo tipo: ropa, tecnología, electrodomésticos, perfumes, y demás, es muy reconocido en Colombia, los famosos San andresitos, existen en casi todas las ciudades del país, y fueron una forma de aglutinar a los vendedores que antes se encontraban en la informalidad. Pero no, ese es apenas su título, por lo cual el foco desde su promoción desvía la atención. Ahora, resulta que es una película, la cual sorprende y genera unas anempatías con los espectadores, de hecho lo hace mientras al inicio se golpea a alguien quien es el actor principal: Andres Parra, y luego nos damos cuenta que es un hombre derrotado, acomodado bajo el verde oliva, integrante de la policía, es un fracasado, de quien se dice es lo peor que le ha pasado a la institución. Toda la película gira alrededor de él y si bien la actuación es acertada, las posibilidades de haber explorado y explotado más a otros personajes, decae por darle el peso al policía.
San Andresito, es una película cuyos alcances con el género del humor negro no llega a su cometido. Es un guión que cuenta una historia, la de un policía que cae en la trampa de un hecho que no sabe ni qué ni cómo sucedió y del cual se le acusa, eso la hace atractiva, divertida y novedosa. Ahora, pero el hecho es muy mal contado, si uno ve la caracterización de los personajes se caen por su propio peso, los malhechores no tienen como aparentarlo, y los policías son mostrados todos como unos tontos, el hecho es fuerte y las intenciones geniales, la forma de resolverlo es muy ingenua, el posible misterio queda en pañales y los chistes y alusiones al cine como el de Almodóvar o el de David Finche con su película Se7en (1995) son muy ridículos.
Sigo en spolier
Es la peor película colombiana que he visto, nada concuerda ni su clasificación. Es una lástima que el cine colombiano vuelva a la época en que la vulgaridad, el morbo, el chiscarrillo forzado en cada diálogo era la forma más fácil y rápida de impactar, mover emociones (las más burdas claro) y generar controversia, en un intento de cubrir una pobrísima construcción del guión . Me parece muy triste que grandes actores colombianos hagan parte de una propuesta tan mediocre para llenar sus hojas de vida.