Salvatore Giuliano
Sinopsis de la película
Biografía de Salvatore Giuliano (1922-1950), un mítico bandido e independentista siciliano. Pero lo que a Rosi le interesa de verdad es centrar la atención sobre el endémico atraso de Sicilia, sobre las relaciones entre mafia, bandolerismo, poder político y poder económico, es decir, sobre las causas de lo que los italianos llaman el problema meridional .
Detalles de la película
- Titulo Original: Salvatore Giuliano
- Año: 1962
- Duración: 124
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Opinión de la crítica
Película
7
91 valoraciones en total
Con esta película de Francesco Rosi (nacido en 1922) se inicia en Italia el género conocido como cine político, que alcanzará su máximo desarrollo en los 70, con autores, además del propio Rosi, como Elio Petri o Damiano Damiani. Pero no se queda ahí el alcance de esta película, ya que puede afirmarse que ha tenido una gran influencia en el cine de tema político a nivel mundial: de Z (1969) de Costa-Gavras a JFK (1991) de Oliver Stone, por poner solo dos ejemplos destacados, tienen una fuerte deuda en lo formal con este filme.
El tema es la historia del bandido siciliano Salvatore Giuliano: sus conexiones políticas y las circunstancias que condujeron a su muerte en 1950. Lejos de procurar un acercamiento romántico a la figura del buen ladrón que roba a los ricos para dar a los pobres (como sí se encuentra, en cambio, en la novela que Mario Puzo escribió sobre el personaje, llevada luego al cine por Michael Cimino), la película se presenta como una investigación, a medio camino entre la ficción y el documental. El director procura conseguir la mayor objetividad posible, por lo cual se limita a presentar hechos, dejando que sea el espectador el que saque sus conclusiones. La objetividad se refuerza evitando mostrar al protagonista, a quien solo se le ve la cara en fotografías y después de su muerte, también por medio de los frecuentes planos picados (entre ellos, el inicial del descubrimiento del cadáver de Giuliano), y mediante la voz en off, utilizada de forma muy similar a como años atrás la empleó Visconti en La terra trema (una película en la que Rosi trabajó como ayudante de dirección).
El centro de interés de la película no es la personalidad de Giuliano, sino la forma en que fue manipulado para servir a intereses políticos: el ataque de Rosi, en concreto, va dirigido contra los democristianos, que gobernaban Italia en la época de Giuliano y continuaban en el poder cuando se estrenó la película. Es también una reflexión sobre los problemas crónicos de Sicilia (el subdesarrollo, el bandolerismo, la corrupción política y la implantación de la Mafia) y, por extensión, de todo el sur de Italia.
Reconstrucción en torno a Salvatore Giuliano, fugitivo escondido en las montañas reclutado por grupos separatistas sicilianos para servir sus fines.
El trabajo de Rosi es impecable, entre alternancias temporales, con tono aséptico pero técnicamente brillante en la primera parte, continuando en una segunda estrcuturada como trhiller, para analizar los intereses creados alrededor de una figura casi mítica (apenas se ve a Giuliano aunque es aludido infinidad de veces), utilizado por unos, buscado afanosamente por otros.
Con aire de documento histórico, la cámara se mueve entre redadas, tiroteos, interrogatorios y apunta turbios caminos, esbozando una cuidada escenificación y construyendo un virtuoso reportaje sobre la trastienda de un país.
En el contexto de la II Guerra Mundial, con la llegada de los aliados a Italia en 1943, personas en Sicilia comenzaron a tener ideas separatistas, iniciando un conflicto entre las fuerzas del orden y quienes buscaban independizarse de Italia.
Salvatore Giuliano (Pietro Cammarata) fue una de esas personas, el film es una curiosa biografía que se centra en su figura pero que no muestra su vida, su presencia en pantalla es mínima, muestra más los sentidos de su lucha y de sus acciones.
La película empieza mostrando el cuerpo inerte de este hombre en una calle siciliana, a partir de ese punto, veremos dos líneas paralelas, una que mediante flashbacks va retratando como se llegó al asesinato de Giuliano, y otra donde se realiza un juicio que intenta esclarecer dichos acontecimientos.
Francesco Rosi ganaría el premio a Mejor director en la edición 12 del Festival Internacional de Berlín en el año 1962, al ver esta obra uno corrobora dicho galardón. Una ejecución de primer nivel, que muestra muy bien los distintos planos, teniendo una utilización del espacio magnífica.
Los movimientos de cámara son elegante, hay varias tomas geniales, con muchos extras que se denotan totalmente reales y no maquetados. Técnica y estéticamente es una genialidad, visualmente es hermosa.
Salvatore Giuliano va más allá de ser una película biográfica que quiera enaltecer la figura de su protagonista, se enfoca en aspectos de la sociedad siciliana y su desencanto por el abandono sufrido en dicha época, así como la corrupción y la agresión de las fuerzas el orden. Un trabajo recomendable.
Consecuencia del moviemiento neorrealista, a principios de la década de los sesenta del pasado siglo se desarrolla en la cinematografía italiana una corriente que utilizando técnicas documentales o semidocumentales, anuncia lo que posterioremente durante finales de los sesenta y la década de los setenta se plasmaria en el llamado cine político . Unas de sus mejores muestras lo constituyen este Salvatore Giuliano de Francesco Rosi y La batalla de Argel de Pontecorvo.
El alejamiento de la cámara de lo filmado (planos picados o panorámicas amplias) reflejan y acentúan la objetividad del relato de los hechos, asimismo la utilización de escenarios reales y de la gente que en ellos vivía durante buena parte del relato apuntala la visión documental e hiperrealista del film. Destacar igualmente que a pesar de dar nombre a la película, Giuliano, aparece más como un concepto que como un hombre, únicamente se le aprecia físicamente con nitidez muerto y su paso en vida por la pantalla es fugaz e inasible (quizá también como los intereses cambiantes que lo alentaban). En suma, una visión del paisaje humano y del entremado sociopolítico que explican o al menos apuntan claves para ello, la realidad del Sur de Italia.
Excepcional película de reconstrucción histórica a cargo de Francesco Rosi gracias a la cual vería la luz una nueva corriente cinematográfica: el cine político italiano, que contaría entre sus filas autores de gran importancia, como Pontecorvo, Lizzani, Petri o Bertolucci.
Rosi elabora una profunda encuesta investigadora sobre la realidad siciliana de posguerra tomando como eje la muerte del célebre bandido Salvatore Giuliano, héroe popular, antiguo separatista y pelele de mafiosos y políticos conservadores en su lucha por desactivar al Partido Comunista en la isla. Así, un personaje como Giuliano sólo le interesa a Rosi como un medio a través del cual mostrar los conflictos de fondo que se libraban en la Sicilia de entonces, conflictos de los que Giuliano era más una consecuencia que una causa. El filme narra una historia compleja, con numerosos saltos temporales y haciendo uso ocasional de la voz en off, para situar al espectador en los acontecimientos de la época. En una primera parte se centra en mostrar el clima reinante en la isla, con la ocupación militar de por medio, para después, y al hilo de un juicio posterior a los bandidos, investigar la muerte de Giuliano y apuntar qué puede ocultarse tras la misma. Es llamativa la decisión de no mostrar nunca al supuesto protagonista con vida, tan sólo lo vemos al principio, en un hermoso picado que nos lo muestra muerto, y al cabo de la hora de metraje, cuando su madre identifica el cadáver (que es enfocado en un escorzo parecido al del Cristo muerto de Mantegna). El resto del tiempo Giuliano está presente en espíritu, ya que aunque nunca se hace visible, todo el mundo, espectadores incluidos, percibe su presencia.
Eficazmente rodada e interpretada, destacan secuencias como la inicial, con esa muerte tan escenográfica, de una estética muy cuidada, y que como se verá no es un capricho del director, sino una decisión consecuente. Muy notables también las secuencias de la ocupación militar de los pueblos sicilianos, que recogen fielmente la angustia de las mujeres a las que les son arrebatados sus maridos, así como la dedicada a la célebre matanza de Portella della Ginestra. A ello cabe añadir un guión de enorme solidez, tanto por lo que explícitamente cuenta como por lo que implícitamente sugiere al espectador, que terminada la película sigue cavilando posibilidades. Además, el filme gana enormemente en veracidad al haberse rodado en los lugares exactos en los que se desarrollaron los acontecimientos históricos.
Por todas estas razones, una obra imprescindible que nadie debe perderse.