Ruy, el pequeño Cid (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (1980). 1 temporada. 26 episodios. El sueño del pequeño Ruy siempre ha sido aprender de su padre para convertirse en caballero y servir a su Rey. Ruy, armado de su imaginación, su espada de madera y acompañado de su burra Peka, decide lanzarse en busca de aventuras. Una popular serie española de dibujos animados que narra los primeros años de uno de los héroes más universales: El Cid Campeador.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ruy, el pequeño Cid (TV Series)
- Año: 1980
- Duración: 23
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Opinión de la crítica
Película
5.9
63 valoraciones en total
No era una serie maravillosa pero tenía su algo especial, más de una vez me vi frente a la televisión. Quizás lo más interesante fue ver que cualquier héroe legendario también fue niño alguna vez. ¿Os acordáis de la canción de la cabecera?.
Tiene un gran corazón, y comparte con los demás,
cada satisfacción, que la vida le quiere dar.
Siempre jugando está, con su primo el pequeño Albar,
y en su imaginación, la batalla va a comenzar.
Ruy se lanza, contra el enemigo,
que valiente, es como ninguno,
ya le llaman, Cid Campeador.
Y así.
Crece, en el viejo, monasterio muy feliz,
sueña, con la gloria, que va pronto a conseguir,
el cid, el más osado y feliz,
Siente, por Jimena, un cariño sin igual,
quiere, ser guerrero, cuando crezca lo será
el Cid, el más osado y feliz.
Nunca podrá estudiar, porque vive de la ilusión,
sueña despierto y ve, que en la lucha es el vencedor.
Tiene una espada fiel, que Tizona se llamará,
es de madera hoy, y mañana de buen metal.
Ruy se lanza, contra el enemigo,
que valiente, es como ninguno,
ya le llaman Cid Campeador.
El Cid, figura mítica de la historia de España y engrandecida y ensalzada en poemas, cantares y leyendas, siempre ha llegado a nuestros oídos como un poderoso caballero medieval que llevó a cabo conquistas y hazañas épicas.
Estamos acostumbrados a imaginar a esos guerreros de antaño como seres casi sobrenaturales y mitificados por su propia fama.
En estos dibujos animados no se mostró al caballero ni al guerrero en sus mayores años de gloria.
Los creadores de la serie se imaginaron a Rodrigo Díaz de Vivar en su época de niño probablemente inquieto y ansioso de acción. Y así lo vimos. Era un niño como nosotros. Con inquietudes parecidas, con ganas de jugar, con una gran imaginación, con deseos de comerse el mundo.
Nosotros no veíamos al caballero adulto avezado en batallas y con las manos manchadas de sangre, de victorias y de derrotas.
Veíamos al pequeño que pudo ser antes de su eclosión en una figura inmortalizada.
Agustina de Aragón, el Gran Capitán, el Cid Campeador, o Indíbil y Mandonio, eran algunos de los héroes nacionales con los que, en la educación franquista (y post-franquista, que fué la mía), se aleccionaba a los chiquillos en el amor por dar todo por la patria, y yo que sé que gilipolleces más.
En realidad, cualquiera de esos personajes da para una película o una serie de lo más interesante: pero en este caso, como en muchísimos otros, consiguieron un nivel de aburrimiento y asco tan alto, que tan solo dieron ganas de no saber más (y nunca jamás) del personaje en cuestión.
Lo mismo que sucedió con la serie sobre El Quijote, que a partir de sufrir su bostezo continuo, las generaciones posteriores a la emisión del engendro, o bien lo olvidaron o -aún peor- solo saben decir que era un personaje de mierda. Por culpa de cacas como esta, recordar el pasado -que es imprescindible para comprender el presente- se convirtió en algo tan aburrído que ya nadie lo volvió a practicar más. Y así nos va.
Asi pues, declaro a esta serie bazofia descomunal, porque tuvo una increible falta de talento que convirtió a un personaje, tan histórico como legendario e interesante, en un simple cabeceo ante la tele después de comer.
Hoy en día el Cid, el Gran Capitán, y una larga retahíla de personajes que tuvieron en su momento un gran valor en la historia de este pais, son del todo desconocidos o incluso tildados como coñazos aburridos y arcaicos. Series apestosas como esta buena parte de culpa tienen.
Tan recomendable como matar ladillas a martillazos.
Vamos a ver… Hay que tener en cuenta que es una serie infantil, además de la época en la que se emitió, 1.980. Una vez dicho esto (y teniendo en cuenta de que yo tengo mis años..) y que sirva a modo de compensación, la serie me ha parecido insulsa y surrealista. ¿De verdad no se puede contar algo más realista e interesante que, a la vez distraiga a los peques? No recordaba esta serie como una de las mejores de mi infancia (a parte de su melodía)… Y ahora comprendo por qué.