Romper Stomper
Sinopsis de la película
Hando es el líder de una banda de skinheads que impone el terror en el centro de Melbourne apaleando a la población local vietnamita, por considerarla un claro ejemplo de la impureza racial en Australia. Finalmente, los vietnamitas deciden hacer frente a sus agresores para demostrarles que no están dispuestos a sucumbir al miedo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Romper Stomper
- Año: 1992
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
5.6
46 valoraciones en total
Uno piensa que al tratarse de una película que habla de skin heads y que no está hecha por la factoría de hollywood ya resulta interesante per se.
Se supone que van a dejar de lado las banalidades, las escenas que confieren solemnidad a los protagonistas y esa pátina de melosidad que imposibilita hacer un film crudo y que resta credibilidad a la cinta.
Pues bien, sí que hay alguna que otra escena cruda, me refiero principalmente a la batalla campal entre nazis y vietnamitas.
Pero existen algunas actuaciones por parte de los protagonistas que lo único que hacen es infundir muy poca realidad y credibilidad a los hechos. Vamos a analizar algunas.
Realmente la película ilustra adecuadamente la ultraviolencia por parte de skinheads neonazis y racistas.
Pero lo que yo quiero decir en realidad es que precisamente este tipo de películas que colocan a los SkinHeads como agresores despiadados y racistas denigran un movimiento tan multiracial y antiguo como es el Skinhead.
Yo soy Skinhead y son menos del 50% los que tienen comportamientos como los de la citada cinta, el resto compartimos el baile y el trago con personas de todas las razas con todo gusto.
Creo que hace falta más películas que muestren al mundo el otro lado de la moneda, el lado de los verdaderos skinheads concientes de sus origenes multiraciales (los skins surgieron de la interacción del movimiento Mod con inmigrantes jamaiquinos y su música que fue una nueva experiencia para los jovenes ingleses de los 60s).
Yo los invito a ver películas como: SkinHead Attitude, This is England y otros filmes que proyectan la escena skinhead tal cual es, una escena en la cual su mayor número de seguidores somos antiracistas.
Disculpen que no haya dado una crítica de la película pero estoy cansado de que la gente piense que un skinhead es un neonazi y aun más me canse de leer las criticas anteriores en las cuales se dice que esta cinta muestra perfectamente lo que son los skinheads, esa gente no sabe que es un skinhead, solo que es un neonazi.
Haganos un favor a todos los Skinheads e investiguen el verdadero origen de nosotros, no se dejen llevar por la demás gente, los medios de comunicación ni grupos neonazis que han usurpado una identidad que no les pertenece.
Floja descripción de las andanzas de una cuadrilla de nazis por tierras australianas en las que se nos narra desde un punto de vista subjetivo y estrafalario sus fobias y odios para con todo lo que se menea, incluidos sus propios amiguetes de fechorías cuando no hacen lo convenido.
Peleas cutres, carreras torpes, diálogos memos, nazis ignorantes y guarros, chinos enfurecidos y chillones, mujeres bizarras y hasta un padre que abusa de su hija, un auténtico bazar.
Una película bastante alejada de la realidad por como retrata a los nazis, nada que ver con American History X e incluso Diario de un skin, films en los cuales se puede comprobar que el mundo de la extrema derecha es mucho más complejo de lo que aquí se nos quiere hacer ver.
No voy a hablar de las interpretaciones porque todos los personajes parecen estar acusando el haberse pasado con los tripis.
Antes de rodar hay que informarse mejor sobre lo que se pretende retratar, si no cabe la posibilidad de hacer el ridículo más de la cuenta, como es el caso.
Cómo me he aburrido viendo esta película. Tenía puesta alguna expectativa, pero en los diez primeros minutos se me ha evaporado. ¿Esto se supone que es un retrato de los skins? Pues si de verdad es eso, que lo dudo (más de media película se llevan haciendo el ganso), está muy poco logrado. Actuaciones penosas (no se salva ni siquiera Crowe), diálogos absurdos y unas secuencias de lo más surrealista. Las escenas de peleas están muy mal logradas, y después de la bronca con los chinos la película entra en una vorágine que no se sabe muy bien hacia dónde lleva. Bueno, creo que sí: al aburrimiento.
Si la ves pensando que van a reflejar el mundo neo-nazi, cambia de canal y ahórrate una hora y media de tu vida.
Algunos años antes de saltar al estrellato con peliculones como Gladiator o Master and Commander, Russell Crowe estuvo picando piedra (esto es, ‘haciéndose’ actor) en Australia, su tierra natal. Buena muestra de ello la hallamos en Romper Stomper, opera prima de Geoffrey Wright en la que este bisoño y desafortunado cineasta intentó -más allá de intentar profundizar en los orígenes del movimiento skin-head australiano- relatarnos las tropelías y ulterior desbandada de una pandilla de neonazis de Melbourne comandada por el cruel y despiadado Hando (Crowe).
Y aunque resulta evidente que a Wright se le ven las costuras* y que su tratamiento de la problemática skin-head no es tan maduro o consistente como, por ejemplo, el de This is England o American History X considero -sin embargo- que el enfoque dramático de Romper Stomper es impecable. Impecable y honesto.
Y es honesto porque, pese a quién le pese, Wright nos muestra al grupito neonazi de marras como lo que realmente es: una panda de bestias ultraviolentas y descerebradas cuya única vía de escape en su triste y marginal entorno es emborracharse y dar palizas a todo aquel que -según ellos- suponga un peligro para el desarrollo económico y la pureza racial de su país. Curiosamente, un país colonizado por ingleses cuya verdadera raza autóctona (los aborígenes australianos) muy poco parece tener que ver con los atributos físicos de estos chicos de lustrosa cabecita y raquítica mollera.
Así pues, no creo que sea de recibo reprocharle a Romper Stomper esa desquiciada y salvaje caracterización de sus protagonistas. No se trata de demonizar a los que sintonizan con ese tipo de estética, por supuesto, pero sí de reflejar -sin paños calientes- los hábitos y el comportamiento de una tribu urbana cuyos ideales (si pueden llamarse así) dicen poco, muy poco, de la inteligencia de quienes los profesan.
*kubrickianas y scorsesianas