Rompecabezas
Sinopsis de la película
María del Carmen, un ama de casa de 50 años que vive en Turdera, un suburbio bonaerense, descubre que tiene un don: armar rompecabezas. Ya metida de lleno en esta actividad, conoce a Roberto, un millonario de 60 años que aspira a participar en el torneo mundial de rompecabezas de Alemania. Juntos logran formar una pareja imbatible en este juego.
Detalles de la película
- Titulo Original: Rompecabezas aka
- Año: 2009
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
6.2
41 valoraciones en total
Cuando encontré ese título entre varias películas en el armario de mi hermano, me fascinó la sencillez del título. Y a partir de allí me sumergí en el mundo de una mujer tan simple y compleja que nos lleva a conocer una pasión que ejerce con real entusiasmo. La relación con su familia me recuerda a las piezas donde ella es una que no logra encontrar su lugar. El personaje de Goity sinceramente merece mi aplauso: lo repudié en su actitud desalentadora hacia el talento de su mujer. María Onetto se lleva todos los laureles…
La directora Natalia Smirnoff debuta en la dirección con la película Rompecabezas, que paso con una buena acogida por parte de la crítica en el pasado Festival de Cine de Berlín, aunque finalmente se quedara sin premio. Y la verdad es que viendo la sencillez y la sutileza con la que Smirnoff afronta su primera película, de la que también es guionista, solo cabe esperar con ganas su siguiente proyecto.
La película nos habla de esas pequeñas cosas en la vida que pueden devolvernos la ilusión y las ganas de seguir adelante. Tal vez no nos cambien la vida, pero el saber que eso estaría al alcance de nuestra mano y que pese a todo nosotros tenemos el control, nos puede ayudar a seguir con más fuerza en nuestra rutina diaria.
Rompecabezas se centra en Maria del Carmen que es ama de casa y acaba de cumplir cincuenta años. Vive con un marido que la quiere, dos hijos jóvenes que la quieren, y en cambio ella se siente sola. La secuencia inicial del cumpleaños es magnifica a la hora de describir el sentimiento que envuelve a la protagonista. Pero en medio de este mar de sensaciones frustrantes aparece un pasatiempo tan pueril como absorbente como son los puzzles. Nuestra protagonista siente pasión por ellos y esto le lleva a dar un paso, que para ella es de gigante, a la hora de desarrollar su propia personalidad. Ahora María del Carmen cuenta con algo personal e íntimo que le sirve como escape a su vida diaria.
La directora Natalia Smirnoff se acerca a la historia de esta mujer con un estilo pudoroso pero a la vez muy atrayente. Toda la historia sucede de forma absolutamente creíble, y los personajes actúan de forma completamente normal, y aun así la historia tiene algo que la hace especial. Además la directora consigue algo inaudito, que es rodar las escenas en las que la protagonista monta los puzzles de forma preciosa, casi fascinante. El sonido de la caja de cartón, la bolsa que envuelve las piezas, el movimiento de estas sobre la mesa, la forma de manipularlas, hacen de esas secuencias momentos realmente particulares.
Pero todas estas virtudes no serían más que ligerezas, si la película no viniera sustentada sobre los hombros de una actriz maravillosa. Durante la presentación de la película en San Sebastián, Natalia Smirnoff dijo que no escribió el guión pensando en ella, que la encontró después. Pues bendito encuentro el suyo, ya que la actriz María Onetto hace una interpretación rebosante de delicadeza y ternura, y consigue elevar las virtudes de una película que sin ella no hubieran sido tan evidentes.
Puede que a muchos esta película les sepa a poco, y seguramente tendrán su parte de razón, pero para mí lo que ofrece, por muy liviano y sencillo que pueda parecer, me resulta realmente reconfortante.
Servicial antes que útil, vista antes que mirada, querida más que amada, y oida mas que escuchada. Esa es la historia de una mujer simple con un don excepcional, que no descubre hasta la mitad de su vida, ya con una típica familia formada y poco o nada excitante esperándole día tras día.
Obviamente realizada con un modesto presupuesto – uno se queda con ganas de que dure más -, esta película de Smirnoff no solo abre la puerta a quien puede convertirse en gran directora, es en sí misma una perla de ingenio concentrado en una historia tan conmovedora como insignificante.
Tal vez pueda decirse que es una película de género (femenino) – sobre todo por la descollante actuación de María Onetto, quien contrariando el estilo sobreactuado y arquetípico de tantos actores argentinos, conforma un personaje de dimensión universal, gracias más que otra cosa a la tensión y expresividad gestual con las que da clase de teatro -, pero es mucho más que eso. Es una pequeña gran película sobre lo cotidiano, la alienación, la soledad, la necesidad de encontrar un medio en el que exteriorizar la creatividad inmanente de todo ser. Magnífica, la recomiendo.
Rompecabezas es la típica película que su planteamiento simplista permite múltiples interpretaciones que harán las delicias de un psicoanalista pues habla de obsesiones, habilidades y evasiones.
Yo también me permito la licencia de interpretar que la directora ha pretendido que la película sea un puzzle, no ya tanto por su complejidad sino mas bien porque sigue el método de trabajo para montarlo: el trascurso de la búsqueda de las piezas es lento y aburrido como la película, En un primer momento separa las piezas que hacen de borde, (muestra a la protagonista en su 50 cumpleaños haciendo una de sus habilidades: la comida y cuidar de los tres hombrones que tiene en casa), seguidamente separa las piezas por colores (el marido: un egoista solo preocupado de saciar sus instintos básicos: el sexo y el queso, los 2 hijos unos tarambanas y por último, presenta al heroe: un caballero, un hidalgo, un Garcilaso del siglo XXI) y finalmente el júbilo que supone armar la última pieza y el halo de misticismo del momento en que se contempla la obra terminada (la atracción sexual, la posibilidad de consumar una aventura con el hombre que admira) y después..
Pues hacer otro comecocos supongo
¿De qué excepción hablo?….. De la que dice que todo nóvel director de cine argentino hará de su ópera prima un presuntuoso, olvidable, incoherente, esperpéntico y mediocre canto a la pavada seudoculturosa. En el presente caso Natalia Smirnoff nos da una obra lúcida, personal, profundamente imbuída de la genial sensibilidad femenina, no atada a los moldes habituales de los egresados de la escuela de cine argentina donde se les inculca que son crípticos artistas (destinados a despoblar las salas de cine). Esta directora se maneja con la inteligencia necesaria para darnos esta genial película, con los actores elegidos a la perfección (solo la Onetto podría haber sido la protagonista, como Goity su marido). En fin, una verdadera obra de arte, cuya genialidad está en su simplicidad, su honradez y su mano firme en la delineación de los personajes. Un aplauso por el contexto en que se mueven los protagonistas, el de los fanáticos de los rompecabezas, cuya idiosincracia fue perfectamente captada por la directora. Quiero ver futuros trabajos de Natalia Smirnoff.