Romanzo criminale
Sinopsis de la película
Roma, años 80. Tres jóvenes delincuentes, Libanés, Frío y Dandy, con la ayuda de una improvisada banda de malhechores, entre ellos El Negro, un extremista que se cree el último samurai, secuestran y asesinan brutalmente a un rico propietario. El dinero del rescate deciden invertirlo en el negocio de la heroína. Así nace una organización criminal despiadada que elimina a todos sus rivales, controla completamente el tráfico de drogas y se alía con la Mafia. Al mismo tiempo se beneficia de la protección de los hombres sin rostro a los que el gobierno asigna el trabajo sucio. Mientras tanto, las autoridades están enfrascadas en la lucha contra el terrorismo de las Brigadas Rojas y subestiman la avalancha de violencia y dinero sucio que inunda y domina Roma. El único que presiente el poder devastador de estos nuevos gángsteres es el capitán Scialoja. En su intento por destruirlos, Scialoja establece una peligrosa relación con Patrizia, una intrigante prostituta que además resulta ser la chica de Dandy.
Detalles de la película
- Titulo Original: Romanzo criminale
- Año: 2005
- Duración: 147
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Opinión de la crítica
6.9
46 valoraciones en total
Momento dulce, no por casualidad proveniente de una documentada cantera de realizadores, del nuevo cinema italiano, una cinematografía comprometida que se adapta formidablemente a los cambios, su pasado histórico le avala una calidad destacada, y su producción ha sabido aprovecharse, siempre con destreza, de los géneros con saludable persuasión. No es casual, que la mejor película de gansters de todos los tiempos, Érase una vez en América, provenga de un monarca romano con posición indiscutible, y de que las mejores muestras del cine mafioso norteamericano tengan sangre ítaloamericana corriendo por sus venas, Scorsese, Coppola, De Palma, analistas de orgullo y raza que presumen, con mas razón que un santo, de haber captado la singularidad de un entorno que Italia lleva granando durante muchos años de historia, ficticia y, evidentemente, real, la cuna de la camorra no ha sido ajena a la mitificación escénica, y tampoco le faltan detalles para seguir desarrollándose, bien sea tirando de patrimonio propio (que lo tiene, y cuantioso), como aprovechandose del material ajeno ( fuentes USA y buen noir europeo).
Michele Placido, actor, director y parte importante de la escuela transalpina, rueda en Romanzo Criminale, un ambicioso film río, en donde la sublimación genérica parece pedir a gritos aproximarse prematuramente a Leone, dedicando su obra al defectuoso ruedo humano, las pasiones entrecruzadas de unos murales con bestiarios elementos, y una espabilada funcionalidad trágico existencialista.
Una cinta que parece estar pensada a lo grande, como dice Líbano (estupendo Pierfrancesco Favino, ganador del David de Donatello al mejor actor secundario), a modo de los emperadores romanos, delirios de grandeza, que no siempre vienen mal en el momento de abarcar un manifiesto con agradecidas intenciones dramáticas (auge y caída de un grupo de delincuentes de la calle, que al igual que su director, respiran necesariamente unas enormes ganas de conquista), ellos lo consiguen parcialmente pero Placido cuaja un film de construcción circular y brutal biopsia del hombre imperfecto, un elaborado retrato de amistad que no chirría en ningún momento, es mas, puede enorgullecerse de tocar todos los palos sin caer en la codicia desbordante, con escrupuloso y soberbio sentido de la planificación. Romanzo criminale es un ejercicio combinado con sabia, traviesa, apropiación de los esquemas acostumbrados, pero en absoluto reprochable si nos transporta hábilmente a los escenarios mas representativos e infalibles del rufianismo delictivo, extrapolando al concepto del mote, Frió, el Líbano, Dandi, el negro, Búfalo, el rata, una completísima y variada (un poco a lo Guy Ritchie) presentación de personajes.
Basada en la novela homónima de Giancarlo De Cataldo, Romanzo Criminale cuenta la historia, real, de la banda de la Magliana (nombre de un barrio de Roma) que en los años 70 se hace con el control de la ciudad en lo que a crimen organizado se refiere.
Banda que como la propia película describe, se hizo famosa por lo violento y decidido de sus acciones así como por el carisma de sus componentes.
El director profundiza en los caracteres y particularidades de cada uno de ellos. Gente que sin tener nada decide apoderarse de todo: Que yo sepa alguien que ha muerto una vez, no puede hacerlo otra. Nosotros morimos cuando repetimos una y otra vez: si señor. Que podemos perder?
Pero lo bueno de la cinta es que va mas allá que el ser una peli de mafia y criminales , al tiempo nos cuenta un pedacito de historia italiana, en la que los protagonistas tendrán su papel. Una visión que se amplia hasta llegar a contarnos como se hacía política en aquellos años de agitados ideales .
243/10(08/07/09) Aparatoso y pretencioso retrato sobre una banda de criminales que a principio de los ochenta se quiso hacer con el tráfico de drogas de Roma. La historia recuerda y mucho a la cinta de Sergio Leone Erase una vez América , como en aquella sigue las andanzas de un grupo de muchachos aficionados a las fechorías, que de mayores forman una banda y que la ambición de unos y de otros termina por destrozarlos, como también bebe de El padrino , copiando alguna de sus escenas. En aquella el escenario era Nueva York y en esta es la Roma de finales de los setenta y principios de los ochenta, un escenario que se convierte en sórdido decorado para la violenta ascensión de esta banda violenta y amoral, con los alias de El Libano , El Frio , El Dandy y El Sordo que con tal de conseguir pasta harán lo que sea preciso. La historia intenta hacer un recorrido por estos turbulentos años en Italia en que el grupo terrorista Brigadas Rojas y la Mafia campaban a sus anchas por un país ingobernable. El relato quiere inspirarse en las trilladas tragedias entre amigos con romances que estropean la amistad. Está plagada la de escenas violentas si más sentido que veamos los salvajes que son, quizás para salvar la falta de un guión sólido que no nos y haga ver lo pueril de las situaciones, pues todo parece muy simple. Es destacable su poderosa puesta en escena con la fiel recreación de una época, ayudado por un reparto brillante, con el añadido de los temas musicales que adornan la película, todo junto te consigue transportar a este tiempo. La película entretiene pero no consigue atraparme, le falta alma, carece de originalidad, pretende más de lo que ofrece, si apuntas tan alto deberías estar respaldado por un guión más sólido y no tan manido. Recomendable a los amantes del género gansteril. Fuerza y honor!!!
Parece que el cine italiano se ha vuelto a poner de moda, y creo que en esta ocasión, con todo merecimiento. Mucho menos publicitada, al menos en España, que Gomorra o incluso que Il divo, este romance criminal se revela como una película irregular, con indudables defectos, pero de una fuerza indiscutible y más interesante que las dos señaladas. No es la mejor película sobre mafiosos, pero plantea ciertos acontecimientos de la reciente evolución italiana con bastante más crudeza que las antes aludidas. Comparte con ellas la inspiración en hechos reales, pero presenta la virtud de distanciarse del tono irónico de la biografía de Andreotti, y de desmarcarse de un planteamiento pseudo-documental como el de Gomorra, a pesar de que Placido logra una excelente recreación de la Italia de los setenta. El argumento está narrado como si de una ficción se tratase, lo cual, aunque implica ciertas licencias dramáticas, contribuye a construir una trama mucho más llevadera. Con todo, el metraje es excesivo, algunos personajes están bastante bien trabajados mientras que otros parecen meros bocetos y, en particular, los aspectos más flojos son los del romance, porque la relación entre el comisario y la prostituta, tal como se cuenta, es muy poco verosímil. Por otro lado, algunas subtramas dejan muchos cabos sueltos, en especial lo relacionado con el terrorismo de estado, es como tirar la piedra y esconder la mano. Quizá la película hubiera ganado con un poquito menos de sangre y algo más de guión, pero siguen pesando más sus virtudes que sus defectos. Una obra que ha pasado casi desapercibida, pero que merece la pena.
Ascensión y caída de un grupo de adolescentes convertidos en asociación de malhechores en la Roma de los 70. Asesinatos, extorsión, dominio de los negocios de la droga y la prostitución, banqueros y médicos a su servicio exclusivo y relaciones afectivas envenenadas.
Podrían ser palabras dedicadas a Érase una vez en América, de Sergio Leone, y recuerda a El padrino, entre otras. Lo original de la propuesta es la mención a la mano negra, a la existencia de profesionales del cargo al servicio del Estado que, según sus palabras, sirven a la patria cuando se relacionan con la mafia, el hampa y las brigadas rojas. La película no llega a desvelar quiénes fueron. Seguramente, porque equivaldría a decir quiénes son.
Nos dejan con la miel en los labios y la revelación deseada no se produce. De algún modo, se deja entrever que fue un mundo que acabó con la caída del muro. Por si quedan bienintencionados que así lo quieran creer, en las carteleras se mantiene Gomorra, relato de la camorra napolitana en la época actual.
El cine italiano que llega a España prosigue su denuncia de una situación política corrompida aludiendo a los célebres crímenes de Aldo Moro (como ya hiciera Marco Belllocchio en Buon giorno notte), al atentado de la estación de Bolonia, a la muerte de Juan Pablo I (como en El Padrino III)… Ojalá la lectura correcta fuera que es un problema italiano. Para contradecirlo, en medio de la acción, el capo principal intima con una joven. Cuando esta le pregunta por su profesión, aquel se declara sin dudar empresario de la construcción. Ojalá no recordara a otro país de lengua latina que conocemos mejor. Ojalá no hiciera desear una versión más realista sobre aquel Torrente de misión en Marbella.