Riddick
Sinopsis de la película
Traicionado por su propia especie y dado por muerto en un lejano y desolado planeta, aparentemente sin vida, el duro Riddick tendrá que luchar por la supervivencia contra depredadores alienígenas y cazarrecompensas, convirtiéndose en un ser más poderoso y peligroso que nunca… Tercera entrega de la saga iniciada en Pitch Black y continuada en Las crónicas de Riddick .
Detalles de la película
- Titulo Original: Riddick
- Año: 2013
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
Película
5.2
40 valoraciones en total
Nueve años después de la segunda (ya les vale) llega la tercera entrega de la saga Riddick que vuelve a lo que fue el suspense de Pitch Black antes que seguir en los terrenos de Crónicas.
La primera media hora es sencillamente excelente. Es silencio. Es un hombre que lucha por sobrevivir en un paraje desolado con horribles criaturas. Un hombre que, dicho sea de paso, se rompe huesos, se cura heridas y tiene serias dificultades para avanzar. Vamos, que no es el superhombre que nos presentaron en las otras dos películas, y eso se agradece. Esta media hora sólo dispone de imágenes y música y eso no es NADA fácil hacerlo bien.
Luego Riddick se cruza con más personajes y la historia sigue prácticamente los esquemas de Pitch Black. Un grupo de personas que tiene que escapar a contrarreloj, unos bichos muy feos y Riddick, en grandes cantidades.
El encargado de aplicar las acertadas dosis de humor es Jordi Mollà. Cada vez que aparece en pantalla, te olvidas de los demás porque no sólo da el pego, si no que es una risa continua. También es agradable ver a Batista, casi irreconocible fuera del ring.
Ah, y mil gracias a David Twohy por rodar escenas de acción y mantener la cámara estable. Puede que no sean escenas tan espectaculares como en otras películas de cartelera, pero al menos no pierdes detalle alguno, no necesitas una caja de aspirinas para ver escenas rodadas por un enfermo de Parkinson.
En definitiva. Si eres un fan de la saga, esta no te decepcionará en absoluto.
Tras nueve años, Richard B. Riddick vuelva a la vida…
…y lo hace con un budget medio/bajo, lo cual tiene puntos buenos y puntos malos:
Por un lado, el film se puede permitir violencia, tacos y hasta algún desnudo, amén de un enfoque Jeremiah Johnson del primer acto, el mejor de toda la película, sin duda.
Peor luego están ciertas pegas, como unos FX sólo cumplidores y algo de abuso de la pantalla verde (que le da un aire al largo de show de TV de alto nivel en muchas secuencias), amén de cierta repetición de decorados.
Pero… eh: algo así pasaba con Dredd y tampoco termina siendo algo tan malo. Mejor jugar con límites y hablarle a un publico de mayores de 18 que hacer niñadas infantiloides con edificios que se caen por docenas, ¿no?
Sin embargo, las mayores fallan no provienen del presupuesto. Vienen del guión.
El film es tres en uno, como quien dice. Y esa primera parte ya mentada, badass, casi muda, madmaxiana a ratos (ese perro que va con el héroe es una buena pista) termina y pasa a manejarse tropos conocidos. Más cazarrecompensas, más elecciones morales, más bestias en la oscuridad… o sea, lo de siempre. Y da bastante pena, la verdad. Twohy, en vez de arriesgar, va a lo seguro, por lo que la sensación de dèjá vú es considerable.
Por otro lado, Riddick desaparece de escena un buen rato, dejando espacio a una panda de cazadores de hombres un tanto tontines. Entre que nadie tiene gafas de visión nocturna (y eso que están en una época MUY futura) y que Jordi Mollá está hecho un ecce homo ora sí y ora también, unido a que nuestro calvo antihéroe SIEMPRE les lleva ventaja, nunca hay sensación de peligro.
Por otra parte al personaje interpretado por Vin se le empiezan a ver las costuras. Multiasesino, incivilizado y duro, sí. Pero justo con los que le tratan bien, perdonavidas, bonachón (ese instante de salvación de adorable puppy alien es claro y directo) y hasta escupidor de moralejas. Vamos, que Riddick, de mal encarnado aterrador nada.
¿Saldo final? Aceptable, supongo. Se ahonda demasiado en terrenos conocidos. Iría mejor un poco más de riesgo. Si bien es verdad que Twohy los corrió con el film anterior y le corrieron a gorrazos, así que la maniobra que ha seguido aquí está de lo más justificada.
33. Eso es lo que les importa a David Twohy y a Vin Diesel toda la parafernalia hollywoodiense que parece rodear a todos los blockbusters que se ruedan actualmente con presupuestos millonarios. Les importa 33. Porque ellos, han querido rodar esta película por amor a un personaje y a un universo que consideran como suyo propio, y eso, dado el panorama cinematográfico actual, es de agradecer y de valorar.
¿Que la jugada no ha salido del todo bien porque se han limitado a repetir el esquema de Pitch Black ? Eso es otro cantar. Pero vayamos por partes:
Riddick es una película muy extraña tanto en sus formas como en sus planteamientos. Con una estética de serie B, una fotografía muy extraña en tonos marrones, y un nivel visual cutre, casi encajaría en alguna colección de cine de ciencia-ficción ochentero.
El primer acto es el mejor, sin duda, con un Riddick en plan supervivencia extrema, pero a lo garrulo. De hecho, si toda la película hubiera sido así creo que habría ganado muchísimo, por diferente y arriesgada (único actor humano rodeado de alienígenas-bichejos-tróspidos).
El segundo acto baja el listón porque se limita a poner a unos cuántos cazarrecompensas sobre la superficie del planeta malrrollero y a enfrentarlos a base de piques mil veces vistos. Lo único destacable es la caza que comienza Riddick con ellos y como su relación cambia, igual que cambia el tiempo (literalmente).
Jordi Mollá me ha parecido un tanto mediocre en su caracterización de Santana, e incluso en alguna escena roza lo ridículo (aclaro en el spoiler), pero que reserva un puntazo brutal (aclaro en el spoiler) que resulta genial.
La que eclipsa a todos los demás, con permiso de Riddick, es Katee Sackhoff y su mercenaria entre cazurra y buenorra-morbosa que no duda en intercambiar todo tipo de exabruptos y golpes con quién sea necesario.
El resto ni van ni vienen y solo están ahí para servir de carnaza o para tratar de establecer continuidad con el resto de la saga (el personaje de Johns y su búsqueda de respuestas).
Pero es el tercer acto el que deja peor sabor de boca, porque es exactamente Pitch Black , ¡otra vez! ¡exactamente lo mismo! De hecho, repite misma fotografía, mismo nivel visual, mismos destellos que dejan entrever la amenaza tróspida inminente, mismo objetivo… y eso sí que no. Porque el comienzo era sencillamente brutal y original como para acabar degenerando de nuevo en lo mismo, y eso le quita muchos, muchos puntos a esta película. Aunque si en cierto momento se hubieran atrevido a hacer algo arriesgado… otro gallo hubiera cantado (aclaro en spoiler).
Le daba un 5, pero tras pensarlo me he dicho: total, son dos colegas que se salen del radio de acción hollywoodiense y han hecho una película de bajo presupuesto (tanto por dinero, como por diseño de producción y guión) por amor a un personaje, y solo por eso… vale, solo por eso no, también por el carisma de Riddick, por los diálogos idos de olla, por no tener miedo a mostrar chorretones de sangre, por los desnudos gratuitos, por establecer un universo propio y expandido y (sobre todo) por el personaje de Katee Sackhoff… le doy un punto más hasta el 6.
¡Muchas gracias por leerme y valorarme positivamente si lo hace alguien!
Nueve años. ¡Quíen iba a decir que de la modesta Pitch Black surgirían dos secuelas! Tras el batacazo económico (que no artístico) de Las Crónicas de Riddick nadie esperaba una secuela, y mucho menos tan tardía. Sin embargo la fe de Vin Diesel y del director David Twohy en el personaje de Riddick consiguó vencer todas la barreras y ofrrecernos una nueva entrega de este magnético antihéroe galáctico.
Los antihéroes nunca han triunfado en el cine a la primera, pero con los años, sus películas se transforman en cine de culto. Y si no, que le pregunten a John Carpenter y su Snake Plissken. A Vin Diesel/Riddick les ocurre algo parecido. La primera de la saga, Pitch black , una spacial monster movie, o que pasaría si caes en el planeta de Alien definió un personaje socarrón y fascinante y la saga trascendió hacia una impresionante space-opera que fue Las Crónicas de Riddick con una original recreación de un universo únicamente humano quizás similar a series como Farscape, en la que nuestro antihéroe ya no salvaba únicamente vidas, sino a todo un universo, sin quererlo…
Riddick no tiene la frescura de la primera ni la épica de la segunda. Transita con desigual suerte por caminos ya trillados. Pero es un buen filme. Aunque parece un remake de la primera, la película también muestra líneas argumentales distintas, siendo un remake en cuanto a ambientación y situación de supervivencia frente a un peligro salvaje y superior. Así la película se estructura en tres partes claras: la inicial es la supervivencia de Riddick ante un mundo hostil, la segunda es el enfrentamiento de Riddcik con unos cazarrecompensas desde el punto de vista de éstos, de hecho parece una película de terror tipo Viernes 13 en la que los cazarrecompensas van cayendo uno a uno ante el asesino que es Riddick, y luego está la tercera parte, la más parecida a Pitch Black, la épica lucha nocturna contra un peligro superior y que está resuelta magníticamente.
De estas tres partes, quizás es la segunda la más lenta y floja, por cuanto la tensión y acción está más reducida y porque sabes que a Riddick nada puede pasarle. Los personajes secundarios,aunque tópicos, resultan convincentes. Jordi Mollà está perfecto como el macarra espacial Santana, al igual que el resto de los personajes, cada uno bien definido y dotado de personalidad propia, así tenemos al honesto jefe, al sicario sibilino, a los secuaces tontos, a la chica guerrera, al iluminado, a los amigos… El lenguaje quizá es más soez y explícito en vez de jugar a la tensión sexual entre personajes.
El personaje de Riddick, aunque busca su lado salvaje, cada vez más necesita el contacto y la ayuda de otros seres. No es topopoderoso. Y eso lo hace aún más interesante. Él puede enfrentarse a los peligros hasta un límite. Su sosías en el comic sería Lobezno, que ha necesitado ayuda en ocasiones por mucho factor curativo que tenga. Y Vin Diesel Borda el papel, cree que es Riddick.
El guión está bien resuelto, sin demasiadas lagunas, la dirección de escenas de acción es magnífica y la sorprendente escenografía transita entre un western galáctico con un punto de comic de Conan en la batalla final.
Quizás esta película es la más floja de la trilogía, pero no por eso deja de ser entretenida e interesante y supone un nuevo peldaño en una inesperada pero magnífica saga espacial.
Riddick es una película de autor de la cabeza a los pies, se pongan como se pongan los gafapastas y los puristas de la Sci-Fi. Lo único que en vez de tramas deprimentes, suburbios tormentosos y repartos melancólicos, tenemos a un Vin Diesel dándolo todo, amputaciones, saltos desopilantes y hostias como panes. Me sorprenden los gestos escandalizados porque Riddick es un título muy bien elegido: es coger todas las esencias de las entregas anteriores (más Pitch Black quizás) y multiplicarlas por mil. Es cierto que empieza muy bien y con el paso de los minutos todo se va haciendo más convencional y absurdo, pero Twohy nunca pretendió hacer algo excesivamente serio, sino juguetear con la serie B, crear un cierta mitología y alegrarnos un día con un personaje icónico, y lo ha conseguido: ver a Diesel soltando perlas dialécticas, rompiendo cuellos y mirando mal te gusta o no te gusta, y si te gusta es lo más. La única objeción que sí me parece pertinente es la duración del metraje, puesto que podía haberse quitado media hora perfectamente y hubiera ganado en ritmo.