Reyes de la noche (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
6 episodios. Años 80. Francisco Javier Maldonado, alias Paco el Cóndor , es el periodista deportivo más importante de la radio española. Los oyentes le admiran, los jugadores le temen, los presidentes de clubes (y el gobierno) le odian. Cada medianoche reúne a millones de oyentes junto al transistor. Desde hace años, el Cóndor no tiene rival. Hasta ahora.
En junio de 2021 Movistar confirmó que no habrá segunda temporada.
Detalles de la película
- Titulo Original: Reyes de la noche
- Año: 2021
- Duración: 31
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Opinión de la crítica
Película
6.2
52 valoraciones en total
Tenía mucho interés en esta serie basada en los orígenes del enfrentamiento personal García vs De la Morena con la excusa de la lucha por el dominio de las ondas en la radio de principios de los 90, porque es la época en que empecé a seguir el periodismo deportivo y podría reconocer perfectamente eventos y personajes tanto principales como secundarios (estos últimos son los que más echo de menos).
Esperaba que hubiese las típicas licencias artísticas en prejuicio de la realidad y en favor del guion, pero no esperaba que hubiese tanta diferencia, al punto que el único parecido con todo aquello es la imitación de García y su cambio de cadena. El resto no coincide en nada con la realidad. Es imposible reconocer a ningún otro personaje (salvo al equivalente de Pipi Estrada) y ninguna otra de las situaciones que se dan. Por tanto, el valor como biopic de todo aquello es prácticamente cero. Es una historia y unos personajes casi completamente ajenos. Así que hay que valorarla de esa forma independiente por que si no ya empezamos mal. Pero no me parece muy buena estrategia jugar a ese ni queremos contar la realidad ni queremos hacer algo independiente y original , creo que funciona mejor decidirse o por una cosa o por otra.
El caso es que si la valoro como historia y personajes independientes, tampoco me parece gran cosa. Un problema que le he visto es que caricaturiza en exceso. Con el personaje de Javier Gutiérrez le sale bien porque es el que tiene las mejores escenas, diálogos y al mejor actor haciéndolas suyas. Pero con el resto no funciona. Hay personajes e interpretaciones que dan bastante vergüencita, que dan más la impresión de estar ante un sketch de José Mota pero peor. Algunos actores parece que los han sacado de un programa de imitaciones cutres.
Y otro problema que tiene de momento es el guion. Ya que decides no contar la historia como fue ni retratar a los personajes como eran, al menos hazlo para mejorar la realidad, no para que la ficción sea más plana y sosa que la realidad. Los guiones parecen sacados de una máquina que saca copias en cadena de lo típico en todas las sitcom de medio pelo de toda la vida. Ni cuenta demasiado ni la forma de contarlo le hace ganar la solidez que le falta al contenido. Planicie en las tramas, planicie en el desarrollo de personajes (donde lo peor no es que de momento sea inexistente sino la sensación que da de que no tiene el menor interés por otorgarle el mínimo poso a ningún personaje que no sea uno de los dos protagonistas y el personaje femenino obligado para que esto no parezca una serie demasiado machista -la pobre Gemma Nierga se estará preguntando qué pinta ella en toda esa historia-)…
Pero no todo va a ser malo. A su favor tiene la siempre monumental presencia de Javier Gutiérrez, que no es poca cosa ya que no será la primera ni la última vez que sostiene él solo una serie o una película que sin él se quedarían en nada. Eso unido al morbo de ver qué guiños a la realidad introducen o descartan y que dura solo 30 minutitos con una narración facilona y ligerita hacen que la serie se deje ver y le demos la oportunidad de otros dos episodios la semana que viene. Al fin y al cabo, es muy pronto para juzgar, esto son solo primeras impresiones. La serie tiene mucho que mejorar, pero todavía tiene el tiempo y el potencial para hacerlo (de hecho, por potencial esta serie podría ser de las mejores del producto nacional si se aprovechase mejor el gran material de fondo que tiene). Así que cuando acabe la temporada espero volver para actualizar esta crítica para mejor.
ACTUALIZACIÓN A FINAL DE SERIE: Desgraciadamente se mantienen todos los puntos negativos que comenté anteriormente. No parece que haya la menor posibilidad de que esto vaya a ir a mejor. Es una pena que un material original tan interesante haya servido únicamente para este producto de tan bajos estándares que probablemente sea de las series peor escritas de Movistar. Y como ya he podido confirmar que esto no es ni la sombra de lo que se esperaba que fuese, yo me bajo en caso de que lancen una segunda temporada.
Vistos los dos primeros capítulos, he de confesar mi más profunda decepción ante una serie que creía que iba a mostrar humoristicamente la guerra soterrada que hubo entre los grandes monstruos de la noche radiofónica: José María García y José Ramón de la Morena. Para quien no lo sepa, ambos personajes coincidieron en la Cadena SER. Luego pasó algo que les hizo divorciarse y tomar cada uno su propio camino.
La serie se ajusta en los primeros minutos a la realidad de la que, a continuación, se despega mostrando, por ejemplo, a un personaje muy parecido con Pipi Estrada narrando un partido de la selección cosa que era tarea de un profesional de la talla de Gaspar Rossetty. Tampoco en el lado del periodista de Brunete se pueden reconocer a gente como Manolo Lama, Paco González o Pepe Domingo Castaño. En otro de los momentos se muestra el fichaje de Paco por una cadena católica (remedo de la COPE) cuando en realidad García tras dejar la SER fichó por Antena 3 Radio. Fue tras esta etapa cuando se inició su etapa en la cadena episcopal. En definitiva, este es uno de los mayores errores de Reyes : el separarse demasiado de la realidad. En la lucha entre realidad y ficción no se puede estar a medio camino. Es como mostrar la peor de las mentiras: una doble verdad.
LO MEJOR. La soberbia actuación de Javier Gutiérrez en el papel de Paco el Condor lo clava imitando a García. Su vertiginoso ritmo que hace que la audiencia se enganche desde el primer episodio.
LO PEOR. El lamentable guión, unos personajes metidos con calzador, el papel lamentable de un seleccionador nacional (en el que se reconoce a Luis Aragonés) puesto de vuelta y media, Gemma Nierga, etc.
A los creadores de esta serie ni les gusta la comedia, ni les gusta la radio. Eso es evidente. Es difícil apreciar de qué va la historia porque pasan los capítulos y no te genera ninguna emoción. Javier Gutiérrez y Mike Esparbé habitualmente me parecen dos actores cómicos espectaculares y con gancho. Aquí, el primero es lo único salvable de la serie. El segundo, inexplicablemente, no luce su capacidad humorística y está desaprovechado. Respecto al resto de personajes, la mayoría están sobreactuados, mal dirigidos y por momentos causan vergüenza ajena.
Lo mejor:
– Javier Gutiérrez. En las mejores escenas está presente. Vale la pena verla por él.
Lo peor:
– Todo lo demás
Quizá ha sido por las expectativas que había depositado en ella pero esta primera temporada me ha parecido decepcionante.
Antes de sentarse a ver esta serie hay que saber que estamos ante una parodia.
El primer fallo que cometen los creadores de esta serie es que nos la han intentado vender como la realidad de la radio que se hacía en los ochenta y noventa del siglo pasado, así que no se sorprendan por las malas críticas que está cosechando, no puedes intentar engañar al personal por motivos comerciales y que te salga gratis.
El guión es bastante flojo. La ambientación también es bastante pobre, no hay escenas practicamente rodadas en exteriores y, las que hay, no me trasladan a aquella época.
En conclusión, porque no hay mucho que hablar de esta serie: ni fu ni fa. Para pasar una tarde aburrida y lluviosa de sábado con una sonrisa en la cara, aunque ésta solo sea por la estupidez que estamos viendo en la pantalla.
Se me olvidaba, Javier Gutiérrez: pedazo de actor, él tiene la culpa que me haya tragado los seis primeros episodios.
La serie creo que es una parodia discreta tirando a mediocre, en clave de comedia esperpéntica y para pasar el rato, al estilo de las series americanas de periodistas en lucha por la audiencia, más que la crónica de una época muy interesante de la radio deportiva española, como en realidad fue. Pues cualquier parecido con las situaciones que se intentan recrear es mera coincidencia, no entra en temas escabrosos, ni los personajes eran tan simples y estereotipados como se presentan. Ni García (Paco El Cóndor) era tan canalla y déspota como lo describen, ni De la Morena (Jota Montes) era un hortera imbécil como lo muestran. Lo de Gil es de pura aurora boreal y lo del soborno arbitral recuerda a Tony Leblanc. El personaje de Marga y su programa recuerda a Gemma Nierga y su Hablar por hablar que lo traspasó en aquel tiempo desde Cataluña a toda España.
El guión es muy flojito, se queda todo en lo banal sin profundizar en aspectos políticos-económicos, psicológicos o complejos de los personajes, claro que si quien la ve apenas conoce a los verdaderos, pues se reirá un rato y listo, porque los actores no lo hacen mal para resultar graciosos. Pero es necesario recordar a los que no vivieron aquella época o apenas la recuerdan por su edad, que García renovó en muchos aspectos la forma de hacer radio en España tras la época de Transición Democrática y la llegada de las libertades y la democracia. Lo que sigue a continuación es solo una pincelada cierta y rigurosa, aunque bañada por la nostalgia.
García era un comunicador que creaba opinión, un líder de la radio ganado con talento, trabajo y constancia, siempre contaba que nunca fue a la universidad, por tanto no era licenciado en periodismo. Comenzó en Pueblo de reporterillo a las ordenes del gran Emilio Romero y había mamado desde muy joven la raza y el coraje de contar lo que otros callaban. García era el periodista mejor pagado porque generaba muchísimos ingresos con sus anunciantes. Le contaba cada noche a sus oyentes la corrupción en el deporte español, desde Urtáin hasta Pablo Porta, desde Roca a Villar, su verborrea de adjetivos hizo historia (abrazafarolas, estómagos agradecidos, trote cochinero, correveydile). Su mejor época fue en Antena 3 Radio, dirigido por Martín Ferrand que el Imperio del Monopolio de Polanco (PRISA) les arrebató (El famoso Antenicidio).
De la Morena fue el recambio que la SER buscó para desafiar al Butanito , le llamaban así por su habitual chaleco naranja de reportero a pie de campo, cuando hacía el Partido de la jornada , (García se jactaba de irse 5 minutos antes de que le echaran en referencia a su indomable independencia). De la Morena representaba la modernidad apoyada por todo el aparato de PRISA, la filosofía y el estilo pogre de ir por la vida, mientras que García era criticado por sus malas artes que representaba lo antiguo, lo cutre y lo rancio. Ellos incorporaron comentaristas de prestigio, pero García lo había hecho antes, siempre iban por detrás del pequeño contador de cosas, como le gustaba definirse. La juventud comenzó a declinarse más por lo nuevo y el talante de chico simpático y guay que proponía el periodista de Brunete, más joven y de presuntuoso humor. García representaba lo conservador, el liberal de derechas, a pesar de definirse como apolítico, en cambio De la Morena era el deporte amable de la izquierda socialista.