Revolutionary Road
Sinopsis de la película
Años 50. Frank (Leonardo DiCaprio) y April (Kate Winslet) se conocen en una fiesta y se enamoran. Ella quiere ser actriz. Él sueña con viajar para huir de la rutina y experimentar emociones nuevas. Con el tiempo se convierten en un estable matrimonio con dos hijos que vive en las afueras de Connecticut, pero no son felices. Ambos se enfrentan a un difícil dilema: o luchar por los sueños e ideales que siempre han perseguido o conformarse con su gris y mediocre vida cotidiana.
Detalles de la película
- Titulo Original: Revolutionary Road
- Año: 2008
- Duración: 119
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Opinión de la crítica
Película
7
62 valoraciones en total
En Revolutionary Road, Mendes vuelve al tratamiento del estilo de vida norteamericano, ahora mucho más depresivo y complicado que en su opera prima, en este nuevo film se pierden esos toques de humor que mantenían a American Beauty como una película más accesible para el público, este film trata temas más crudos y a diferencia del su opera prima que criticaba nuestra sociedad actual, la cual ya no solo corresponde al contexto estadounidense sino a uno más universal, en este film Mendes va directo a las bases que crearon America: a las aspiraciones, a las esperanzas vacías, a la hipocresía de una sociedad, de unas personas que tratan de esconder su frustraciones, de disimular su fracaso, de mantener los demonios escondidos.
El film es una unión entre lo mejor de American Beauty, Far From Heaven y principalmente Little Children, además me ha recordado extrañamente a Eyes Wide Shut, en este film vemos que hay dentro de esas casas de fachadas perfectos, dentro de esos rostros aparentemente felices, vemos una reflexión durísima hacia el estilo de vida que la propia Norteamérica de los 50s – 60s vendió: de esposos trabajadores, de mujeres perfectas que se dedicaban a criar un par de niños que aspiraban a lo mismo, golpea a los ideales de una nación actualmente dolida y perdida.
Mucho se ha dicho que Revolutionary Road es una película depresiva y que no es una opción adecuada para estos tiempos de crisis económica e incluso existencial que perciben muchas personas alrededor del mundo, y quizás eso es lo más incomodo para el espectador en este film de Mendes porque golpea fuertemente a los ideales que muchos tienen creados.
(Resto de la crítica en spoiler por falta de espacio, no cuento detalles de la trama)
Fui a verla con cuatro amigas. Cuando salimos del cine, los comentarios fueron.. no me gusta …. qué aburrida … pobres 5 euros … teníamos que haber entrado a ver la otra
Me quedé….perpleja
Y cuando me dispuse a preguntarles el por qué de su reacción, me di cuenta de que ya actuaban como si no hubieran visto nada, y entendí que no todo el mundo puede asumir que te digan lo miserable que es tu vida, lo patético y cobarde que eres por no sacar lo que llevas dentro, por no buscar y encontrar tu propia revolución
Es mejor hacer oídos sordos (nunca mejor dicho, lo entenderá quien haya visto la película)
A mí, aún hoy, después de casi una semana, me entran ganas de llorar
Absolutamente sublime, no apta para soñadores reprimidos y faltos de la valentía de April…es decir, la gran mayoría de nosotros
Hay pocos directores que sean capaces de filosofar a martillazos. Eisenstein creo el cine-puño, donde se dedicaba a pegar puñetazos en la cara a la gente. Sin embargo no quiero referirme al formalismo soviético con esta expresión…
Me refiero a estos directores que, contándote una simple historia, son capaces de destruir toda tu filosofía de vida, hacer que después de visionar su película tu concepción del mundo ya no vuelva a ser la que era antes, y te dejan una semana entera replanteándote tu vida. Destacaría tres de ellos: Ingmar Bergman, Clint Eastwood y ahora, Sam Mendes.
Se dedican a contarte verdades como puños. Nada es lo que parece en tu día a día, y tu perfecta vida no es más que un infeliz sueño. El amigo Mendes vuelve a contarnos la historia de American Beauty , pero abandona ese toque humorístico par acercarse a una mirada mas propia de Secretos de un Matrimonio .
Me abruma que esta película solo tenga un 7.5, y se que bajara aun mas. Debería tener un 10, o al menos superar el 8. Pero no puede ser. Es una película que hiere, que destroza, y la gente no esta preparada para enfrentarse a la verdad. Esta contada con un paralelismo al modo de vida de los Wheeler: solo aquellos que puedan penetrar y escuchar las palabras de el loco pueden comprender lo que realmente quiere decir esta película: que tu vida es una mierda. Y solo una persona fuerte es capaz de aceptarlo, e intentar cambiar. Los demás no entenderán esta película y seguirán pensando que su vida es perfecta. Como dijo Nietzsche: No me entienden. No soy la boca para esos oídos.
Después de leer muchas criticas hablando sobre la historia, el guión, las interpretaciones, la dirección… Prefiero centrarme solo en dos escenas, las más importantes y que más resumen el contenido de esta película:
Me gustaría ser capaz de plasmar mis sentimientos tras ver esta pelicula en estas líneas, me temo que eso es imposible, habría que ser poeta, como Mendes. Solo puedo decir que es una película que me turba enormemente, me produce una profunda tristeza la pareja protagonista, tanto April como Frank.
Sam Mendes vuelve a aprovechar un maravilloso guión basado en la también sobrecogedora novela de Yates, haciendo gala de un estilo impresionante. Pero no solo la dirección, las actuaciones de la pareja protagonista son estupendas también, Frank y April se ven perfectamente interpretados por Di Caprio y Kate Winslet, esta última sencillamente sublime. La fotografía y la banda sonora también están a la altura acompañando perfectamente la trama.
Lamentablemente esta película pasará a la historia sin el beneplácito de Los Oscars como tantas otras, estos premios, en su línea, demuestran año a año su relevancia en el contexto cinematográfico. Poco consuelo parece que nominen a Winslet por The Reader.
La historia en si supone una crítica no solo a la sociedad de la libertad en la que vivimos (libertad de renunciar a nuestra libertad), sino también a nosotros mismos, a nuestra debilidad, a nuestra cobardía. Esto se ve reflejado en la pareja protagonista, ambos con sueños y esperanzas que se van diluyendo con el tiempo. Dime Frank: ¿Cuando te desviaron de tu camino? Sospecho que desde el principio eras un cobarde, que tu vía no era tan fuerte y firme como sospechabas. Por supuesto esa debilidad no constituye un crimen, pero con ella convertiste la primavera en otoño, aplastaste a Abril y arrancaste su espíritu.
Renunciamos a nuestros sueños con una facilidad pasmosa. Nos creemos diferentes, creemos que somos Abril, pero llega otro Septiembre y descubrimos que estamos viviendo una vida que no es la nuestra, sino la de todos los demás.
Al hacer esta crítica podría realizar un ejercicio de escritura automática, poniendo en orden aleatorio todos los sentimientos que sentí durante las dos horas que duró, y los que todavía me revientan la cabeza. Podría por otro lado convertir el texto en una carta abierta a Kate Winslet, diciéndole que su April me ha parecido lo más soberbio que he visto desde la interpretación de Julianne Moore en Las Horas, que está más allá ya no de todo elogio (como dijo Boyero), ni siquiera del bien y del mal, sino de la propia concepción del cine como arte construida por el ser humano, y por supuesto que es la mejor actriz del mundo, y que ni todos los (no) oscars que nos podamos imaginar cambiarán eso. Podría también comparar Vía Revolucionaria y Las Horas, su dureza, su mirada desoladora sobre la clase media, su carga de melancolía y fatalidad, sus ansias irremediables de ser libres y su discurso poliédrico y extremadamente doloroso.
Pero no haré nada de eso, a pesar de que los sentimientos me atormenten, a pesar de que Kate sea Dios, y a pesar de que Las Horas, Pequeña Infancia y Vía Revolucionaria constituyan una trilogía ilegítima tan provocadora como incontestable y tan hermosa como terrible.
En cambio diré que esta película habla de nosotros, residuos sociales, piezas del engranaje, almas podridas y carcomidas por los desengaños y la crueldad del mundo, víctimas anónimas de una sociedad insaciable, diré alto y claro que esta película habla de mí, de mis miserias, de mi locura, de mi cobardía, de mis ansias acalladas de libertad, de mi autodestrucción, de mi maldad, de mi hipocresía, de mis ganas de ir a Paris, de mis sueños de iniciar una revolución que me libre de las ataduras que me atan a esta gran campana de cristal.
En mi último aliento diré, entre susurros, que esta película habla de una revolución imposible.