Retratos salvajes (TV)
Sinopsis de la película
Durante la moción de censura, ¿qué ocurrió en el restaurante donde Mariano Rajoy pasó varias horas? ¿Y si un día el presidente del Gobierno Pedro Sánchez llega a la Moncloa y está okupada? ¿Qué es la Comisión Nacional de la Comedia? ¿Cómo se sufre en primera persona el machismo siendo un hombre? Décimo especial de fin de año de José Mota, que repasa la actualidad de 2018.
Detalles de la película
- Titulo Original: Retratos salvajes (TV)
- Año: 2018
- Duración: 70
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Opinión de la crítica
Película
5.1
54 valoraciones en total
Llevo quejándome bastantes años de los politizados especiales navideños de José Mota. ¡Cómo si no tuviéramos bastante con las peleas familiares por política en nochevieja! Entiendo que la actualidad manda, y entiendo que José Mota tire por ahí, pero conforme pasan los años más se va olvidando de los sketches absurdos que siempre me parecieron más disfrutables.
Dicho esto, dejando claro que va por una cuestión de preferencias, admito que Retratos Salvajes supone una cierta mejora con respecto a hace unos años. Hay partes insufribles, pero hay un par de giros que hacen que por lo menos no sintiera que estaba cometiendo un error dejando la televisión en este canal. A destacar el gag de la ministra de sanidad Maria Luisa Carcedo, por su muy bien llevado hilo, y ese homenaje presente a la comedia en sí misma como solución a todos los males, acompañada esta vez por el eterno clamor sobre los límites del humor, aunque no ha quedado tan natural por culpa de un muy buen anuncio de Campofrío que ha dejado sombra grande.
No es una revolución, y falta un punto de chispa, pero un par de destellos lo salvan.
Como admirador de José Mota, cada noche vieja te sientas frente al televisor esperando que sus gags estén a la altura de los ya famosos realizados por el cómico en numerosas ocasiones en el pasado. Cada noche vieja, ves y sigues con atención su ingenioso humor, incluso aunque haya algunos momentos mejores que otros.
Pese a que es difícil no patinar de vez en cuando y el humor es algo muy subjetivo, Mota hasta hace 2 o 3 años siempre había conseguido mantener un nivel muy alto. Es de los poco cómicos españoles que había destacado por no casarse con nadie y hacer un humor inteligente que iba más allá, por su profunidad y valentía. Lo mismo le daba atizar a los banqueros que a los políticos, o los fontaneros. Sin embargo, está sociedad de ofendidos en la que vivimos lo ha cambiado todo. Si a eso le sumamos que Mota trabaja en una cadena pública, el resultado es nefasto. El año pasado los repetidos gags en los que un personaje chocaba contra una farola, demostraron como el humor inteligente de Mota daba paso al humor ramplón y superficial de ls mayoría de comedias españolas. Por otro lado, al igual que este año la tónica ha sido la censura. Esa obsesión en criticar constantemente a los políticos mientras las limitaciones le impiden meterse en temas polémicos aunque actuales: Cataluña, el feminismo, las medidas contra la contaminación, inmigración, animalistas…a veces simplememte hace gags de manera muy superficial y sosa. El colmo fue ya lo de criticar esa censura social del humor en temas polémicos, autocensurandose para poner los ejemplos de los temas verdaderamente polémicos. Todos sabemos ( como bien se cuenta en el anuncio de Campofrio), que los temas polémicos, censurados socialmente, son los discapacitados, feminismo, inmigrantes, homosexuales etc, no una seta del campo..
En fin, una lástima que un cómico tan bueno como este no sepa adaptarse a los tiempos tan malos en los que vivimos, en parte porque no le dejan y en parte porque no se atreve. Señor Mota menos denunciar que te cortan las alas y más hacer algo para que la noche vieja que viene las bromas no pasen de puntillas una vez más. Para un cómico diferente que tenemos en España, que no se convierta en uno más.
El especial de fin de año de José Mota se ha convertido en una tradición más de la Nochevieja, junto con las uvas y las campanadas desde la Puerta del Sol. Hace ya más de una década que van de la mano, aunque es cierto que los últimos especiales han sido un poquito más flojos que los anteriores. Yo he sido fan de Mota desde sus inicios como cómico en solitario, y es por eso que en estos últimos años he echado mucho de menos el humor que le ha caracterizado, con ese toque manchego y esos personajes inolvidables que hacían reír a toda España, mucho más que la sátira política a la que nos tiene acostumbrados.
Este año, el manchego no recupera nada de su esencia (aunque tenemos un cameo de la Vieja del Visillo muy agradecido), todo el programa se centra en la política, pero me ha parecido un tanto mejor que los anteriores (aunque un punto por debajo de las geniales parodias de Seven y Pulp Fiction de años atrás).
Más crítica que otros años (se nota mucho el cambio de gobierno) y sketches muy divertidos, hilados a través de tres historias entrelazadas que dan mucho juego.De nuevo, vale la pena ver la tele en Nochevieja. Hasta que acabó el programa y empezaron las actuaciones musicales, claro, pero eso es otra historia.
Por si alguien no quiere hacerse spoiler, cuento lo que me ha parecido peor del especial y lo que lo hace inferior que otras parodias de Mota, aunque advierto que voy a ser políticamente incorrecto.
Otro año más, el cómico manchego nos ha deleitado con un repaso a la actualidad política y social de España en 2018 y lo ha hecho introduciendo una estructura original al programa marcada por la buena interacción perspectivista entre sus distintas secciones. El resultado es un divertido y entretenido espectáculo en el que Mota nos da momentos memorables como demuestra por su capacidad de reírse de sí mismo utilizando su propio parecido con la ministra de sanidad que se convirtió en un meme en las redes sociales. Las imitaciones de Torra, el sketch de los okup@s y la breve pero impactante parodia de Ahora Caigo son algunas de las mejores cosas de un show que se convierte en su último sketch, que alude a la película biográfica de Queen, Bohemian Rhapsody, en un homenaje por todo lo alto a los cómicos españoles y a su papel tan indiscutiblemente necesario en el mundo contemporáneo. Retratos Salvajes defiende la comedia y nos recuerda el valor de los humoristas que se han convertido en ídolos de tantos espectadores así como del propio Mota. Su amor por el humor es contagioso, admirable y emotivo. Si bien la sección central del programa es un anticlimática y no arranca tantas sonrisas como los primeros 20/25 minutos, Mota recupera su don por la sátira en la última sección del programa donde se ríe de las posiciones radicales de género en la que introduce a un personaje machista en una realidad paralela monopolizada por las mujeres. Aunque no está al nivel de la excelente parodia de Seven (probablemente la obra maestra de Mota), Retratos Salvajes es otra buena pastiche, una que marca el décimo especial de Mota en TVE y que nos permite sentarnos en el sofá, relajarnos delante del televisor con nuestros seres queridos, recordar los buenos momentos y tomar los malos con cierta relatividad y sobre todo pensar en el año que acaba de concluir mientras vamos caminando hasta el que está a punto de comenzar.
¡Feliz 2019!
Nota: 6.5 / 10
El especial es un repaso cómico de temas de actualidad, no innova en el tipo de formato pero dentro de ser lo ya realizado en muchas otras ocasiones sí que se une una intención de implicarse un poco y de visibilizar temas.
Entre los sketches llenos del humor tan loco como siempre y una dinámica para enlazar escenas muy aleatoria pero con efecto cómico, también tiene cabida la sensibilización necesaria sobre los temas de igualdad de género con una secuencia en que se visibiliza la discriminación mediante un role-playing en que un hombre machista tiene que sufrir básicamente varios de los tipos de discriminación por ser mujer que en nuestro día a día se dan ochenta mil veces y mucha gente hace la vista gorda al respecto. Además,es funcional y trata diversos temas sin perderse del hilo conductor. Sin hacer nada nuevo, logra tener una personalidad propia con su nuevo contenido.
Merece opiniones positivas, aunque hay gente que precisamente con la denuncia de las desigualdades sociales se siente incómoda como si fuera un ataque cuando no es así, solo buscamos la igualdad y la libertad para expresarnos todas las personas seamos del colectivo que seamos.