Red Planet Mars (Marte, el planeta rojo)
Sinopsis de la película
Una pareja de científicos americanos, Chris y Linda Cronyn, consiguen establecer contacto con Marte gracias a una válvula de hidrógeno inventada por Franz Calder, un científico nazi que trabaja para los rusos. Los primeros mensajes revelan un universo utópico. Sin embargo, al hacerse públicos, provocan una caos económico en todo el mundo occidental…
Detalles de la película
- Titulo Original: Red Planet Mars
- Año: 1952
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
4.8
73 valoraciones en total
Panfletaria anticomunista es una película desigual que ahonda con alegría en su integrismo, ciencia ficción de los cincuenta reducida al absurdo. Si bien, precisamente por su obcecación y final previsible, nos permite reflexionar sobre lo que defiende por la forma en que lo hace.
El argumento parece un hijo no reconocido de El susurrador en la oscuridad de Lovecraft al igual que la también delirante Conquistaron el mundo de Corman. Similarmente americanistas ambas películas. Tiene también algún guiño (lo mas interesante y respetable de la película) a El hombre del traje blanco , estrenada el año anterior.
Si bien su contra replica en la forma, prácticamente, de re-escritura de guión la hallaremos en Contac del afamado y progresista Carl Sagan.
Film en principio de ciencia-ficción típico de los 50, pero en este caso con un alto contenido político a lo largo de toda la cinta. De hecho, el film en si mismo, es un alegato a favor de la iglesia, occidente, el capitalismo, etc. Y a la vez en claramente en contra del comunismo, la URSS, y los países del pacto de Varsovia. A pesar de todo se deja ver esta película de Harry Horner, director que poco después de este film se dedicaría a la televisión, para luego encauzar su carrera por el diseño de producción en el cine. Es curioso el método de comunicación con el planeta Marte y desde luego muy llamativo y absolutamente real, el efecto que producen los mensajes de ese planeta en el nuestro en cuanto al asunto económico se refiere…en el que al principio todos muy contentos por contactar con Marte y luego al escuchar sus utópicos mensajes…pues eso…muy cabreados al ver que el tema les tocara el bolsillo. Muy real, lo dicho. Regular la fotografía, con apenas efectos especiales (no hacían falta) para ser un film de ci-fi. En el papel protagonista el conocido Peter Graves en uno de sus primeros trabajos y que a sus actuales 82 años, (aun sigue en activo), le avalan infinidad de trabajos en teleseries y papeles secundarios en el cine. En el lado femenino encontramos a Andrea King, que ya protagonizo otro film de corte fantástico, La bestia de cinco dedos de Robert Florey (1946). En definitiva, aceptable, pero con reservas dado su mensajito final. Puede que decepcione a los amantes del género.
Película rara donde las haya , para empezar es ci-fi , pero no sale ni un alienígena, ni una mísera nave espacial , ni un pobre efecto especial salvo la avalancha sobre la cabaña , pero sobre todo es rara porque es una película con marcado carácter religioso y donde por una vez los malos no son los occidentales y demócratas demonios que nos gobiernan , sino una URSS retratada con mucha mas fidelidad de lo que les gustaría a los que la adoran y todavía no han podido superar su caída.
Pero también critica y muy mucho al sistema capitalista , que se derrumba en la película merced a dos o tres mensajes supuestos de Marte , reflejando cuan irreal es la base sobre la que se sustenta , arrastrando con ella a millones de personas que quedan sumidas en la pobreza y generando gravísimos problemas sociales.
Lo dicho , abstenerse progres , políticamente correctos , especuladores de bolsa , intermediarios , empresarios , sindicalistas , bon vivants , amantes del espectáculo y efectos especiales.
Ni acercarse a ella , puede producir urticaria , cefaleas , vómitos , diarrea , dolores de todo tipo , y sobre todo mala conciencia y la necesidad irrefrenable de escribir una contra-crítica.
Recomendable para aquellos que creen que la familia , el amor , la fe ( en cualquier religión ) , el sacrificio , y otras cosas obsoletas y retrógradas son las que únicamente podrán guiar al ser humano.
Con todo esto , que nadie se engañe , que nadie espere grandiosos diálogos , ni grandes actuaciones , o revelaciones metafísicas , el guión sorprende incluso por su ingenuidad y sencillez.
A destacar un par de giros al final , aunque que reconozco que a pesar de verlos venir , sobre todo el primero , me han dejado un poco liado…
Maldita explosión.
Mal que me pese existen películas sin nada que rescatar y esta es una de ellas. He leído las críticas dejadas por otros de los filmaffinitianos (Tertulianos de Film Affinity) y veo que todos coinciden en algo, aunque estén equivocados of course, y es que en este film no hay marcianos. Lo siento amigos, hay al menos dos: El director y el guionista.
Antes de emprender esta crítica consulté Wikipedia para refrescar mis conocimientos acerca de los transistores y noté que estaba medio acertado y medio equivocado (para no decir errado y que me comparen con un asno). Cito: En 1948, el transistor de contacto fue inventado independientemente por los físicos alemanes Herbert Mataré y Heinrich Welker, mientras trabajaban en la Compagnie des Freins et Signaux, una subsidiaria francesa de la estadounidense Westinghouse. (Yo creía que trabajaban para la Zenith).
Los semiconductores se conocen y estudian desde 1920 (tal vez antes pero no lo sé de cierto) ¿Por qué no se mencionan en esta película? Pues porque por los años de 1950 los estadounidenses estaban enloquecidos con el superheterodino moderno , lo no va más en radiofonía, una válvula eléctrica especial que permitía una recepción y sonido de calidad . Pese a poseer la patente del transistor, las empresas estadounidenses se afanaron en seguir construyendo receptores de radio a válvulas hasta que los japoneses compraron la patente y construyeron… la primera radio portátil. A partir de allí el uso del transistor en electrónica ha sido avasallador y gracias a ellos es que en estos momentos puedo escribir este comentario en Film Affinity.
Un aficionado a la ciencia ficción como quien escribe está acostumbrado a que los escritores tomen inventos de la época, algunos todavía sin desarrollar, otros meras ideas, y los utilicen en sus historias. Lo hizo H. G. Wells en el ensayo Anticipaciones y en su relato La guerra en el aire (ambos predicen los bombardeos aéreos de las ciudades en época de guerra) escritos en 1901 y 1908 respectivamente. También predijo el uso de uranio para hacer bombas pero bueno, era amigo del físico Leo Szilard, en su novela El mundo liberado de 1914. Todo esto dio origen a la película Things to Come cuyo argumento y crítica pueden encontrar en Film Affinity. Pero aquí ocurre lo contrario. Un ingeniero inventa una válvula de hidrógeno y con ella consigue comunicarse con Marte, algo que, como lector de ciencia ficción, me resulta antediluviano.
Por otra parte, los marcianos, una radio, mensajes que trastocan el orden interno ¿No les hace recordar a otro Wells? Well, well, me dirán, pero no tanto.
Esta película nació vieja. Ya estaba desfasada en el año de su estreno (las válvulas eléctricas estaban dejando de ser lo más en tecnología) y tal vez buscaba poner un poco de orden en el universo de la scifi, tan dominado por los utópicos de izquierda (H.G. Wells lo era). No lo sé y en realidad poco importa.
Lo que importa son lo absurdo de los diálogos, la emoción impostada, lo falso de las premisas. Y respecto a la reacción de la gente fácil era predecirla después de lo hecho por Orson en la radio, por lo que no le doy merecimiento.
¿Mi recomendación? No verla. No se pierde nada por no verla. No posee ingenio alguno, su guión, su fotografía, sus ¿efectos especiales? todo es desechable. Y de la puesta en escena ni hablemos.
Dicho de otra forma, es una película que defrauda al espectador. Propaganda política sin valor artístico alguno.
Un saludo.
Éstamos ante una extraña película. Con la excusa del establecimiento de un contacto con el planeta Marte, se nos relata como puede cambiar la concepción del mundo, tanto económica como espiritualmente, así caen tanto los mercados mundiales, creándose crisis y destrucción de empleo, pero también caen los regímenes comunistas ante el retorno de la religión y espiritualidad entre sus ciudadanos, que derriban las tiranías. Sin entrar en su mensaje, la trasposición a la pantalla del mismo resulta ridícula y con facilidad para ser parodiada recordando en ocasiones a la película Top secret . La película ha envejecido mal.
Por tanto no es una película de ciencia-ficción, sino que aprovecha la ciencia-ficción como macguffin para mostrarnos como el american way of life es la solución para nuestro torturado planeta. Esta película es fruto de su tiempo.
Su valor fílmico es muy bajo. Se trata de una película mediocre, de ritmo lento y desigual, con una lamentable dirección de actores, que sobreactuan dentro de un guión burdo y propagandístico. Realmente se trata de un panfleto de baja calidad fílmica. Los aficcionados al cine de ciencia-ficción, abstenerse de verla.