Ready Player One
Sinopsis de la película
Año 2045. Wade Watts es un adolescente al que le gusta evadirse del cada vez más sombrío mundo real a través de una popular utopía virtual a escala global llamada Oasis . Un día, su excéntrico y multimillonario creador muere, pero antes ofrece su fortuna y el destino de su empresa al ganador de una elaborada búsqueda del tesoro a través de los rincones más inhóspitos de su creación. Será el punto de partida para que Wade se enfrente a jugadores, poderosos enemigos corporativos y otros competidores despiadados, dispuestos a hacer lo que sea, tanto dentro de Oasis como del mundo real, para hacerse con el premio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ready Player One
- Año: 2018
- Duración: 140
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Opinión de la crítica
6.7
70 valoraciones en total
Uno podría pensar que Spielberg, se ha vuelto bipolar al haber estrenado en dos meses una película tan tan sobria (e interesante) como Los papeles del pentágono y una entretenimiento palomitero tan ortodoxo en su concepto de acción sin cerebro ni una mínima profundidad en los personajes como es Ready Player one.
Empieza relativamente bien, con una voz en off, tal vez demasiado explicativa, y unas escenas de acción en un mundo virtual que funcionan bien, (más por acumulación y ruido que por otra cosa, pero funcionan).
El problema empieza pronto con los personajes, que en todo momento se presentan mojigatos y simplones, como recién sacados de una serie cursi del canal Disney y con la descripción (o más bien falta de ella) de un mundo distópico que resulta muy flojo en comparación con otras sagas juveniles recientes.
Las referencias a pelis ochenteras, a todas luces excesivas y algunas difíciles de identificar para un público joven o poco experto, pueden servir de guiño al espectador talludito, pero son tantas y tan amontonadas, que el espectador/a enseguida se desentiende de ellas, las canciones pop están muy bien, pero no tienen una función realmente sólida en la película. La vertiente potencial contestataria se desinfla enseguida y las críticas a las corporaciones todopoderosas se queda en la pura superficie.
Pero lo peor es que aburre en ciertos momentos, se hace larga (a punto estuve de echarme una cabezadita, menos mal que los estruendos y la música ochentera me mantuvieron alerta) y la parte final es lo peor, con persecuciones en el mundo real que no tienen sentido y el protagonismo creciente de los amigos del prota que tienen nula entidad y carisma.
Termina y uno no puede evitar sentir una enorme decepción, sobre todo si se recuerda Minority report o La guerra de los mundos (ya sé que a muchos no les gustó), y concluyo que a Spielberg ya se le ha pasado el arroz del entrenimiento hollywodiense y que se limita a coordinar desde sus oficinas algunos aspectos técnicos , mientras se centra en sus proyectos adultos.
Steven Spielberg vuelve al género de la ciencia ficción para mostrarnos un futuro distópico cuya única salvación para la sociedad del 2045 pasa por evadirse de la realidad y adentrarse a un mundo virtual llamado Oasis. En este universo cualquiera puede ser lo que realmente no es y realizar todo aquello que desearía hacer en su vida real.
La película está plagada de referencias culturales: videojuegos, películas, música… Todo esto se hace presente en la historia a fin de mezclarse y acabar explosionando para deleite del espectador curtido en tales alusiones. Spielberg ha hecho realidad los sueños de algunos –ya lo hizo con E. T., el extraterrestre–, los cuales van a considerar a Ready Player One como una obra de referencia. Otros, entre los que me incluyo, sabremos valorar el poder visual de la película y su virtud como un producto sumamente entretenido, aunque alejado de las grandes realizaciones de su director. Por último, habrá espectadores a los que no les guste nada, que vean en la película nada más que un montón de muñecos dándose puñetazos por doquier.
Tan solo puedo dar algún consejo a aquellos que vayan a ver la película y que no están muy convencidos de que les gustará: crean todo lo que vean, intenten disfrutar de este videojuego hecho película pues, al fin y al cabo, una vez que entramos en Oasis cualquier cosa puede suceder. Si no le convence esta recomendación siempre podrá entretenerse en reconocer a cada uno de los personajes y referencias culturales que se pueden observar en el filme. Sin duda alguna, una tarea difícil que supongo que algunos estarán ansiosos por realizar cuando dispongan de la película en formato doméstico y puedan congelar la imagen para que no se les escape ningún detalle.
Lo mejor: la carrera (es imposible no disfrutar viendo el coche de Regreso al futuro en plena acción) y el homenaje a Stanley Kubrick.
Lo peor: probablemente al director se le vaya un poco de las manos la parte final de la trama, pero tampoco puedo considerarlo como algo estrictamente negativo.
Si quieres ver esta película es porque las referencias a los 80s- 90s y la cultura gamer del tráiler te enamoraron. Y eso es precisamente lo que hace la película: lanza cual metralleta referencia tras referencia para generar nostalgia en el espectador pero carece de la sustancia necesaria para que vayan más allá de cinemáticas de videojuego vistas al azar en youtube.
Cuando las referencias a los ochenta toman el protagonismo, la película brilla. Hay una recreación de cierto escenario clásico que genera un chute de nostalgia fantástico… pero es eso, un chute que se acaba evaporando. La historia y los personajes no tienen la fuerza necesaria por sí mismos para generar interés. Incluso resultan molestos cuando lo que dicen o hacen te intenta distraer del torrente casi interminable de guiños y personajes que se pueden encontrar en los fondos. Es lo opuesto a lo que pasa en Stranger Things y ¡Rompe Ralph!, donde la historia se sirve de la nostalgia para potenciarse y conectar más con unos personajes bien definidos.
La historia de amor es insultantemente simple. Y eso que las relaciones entre avatares-humanos y expectativas/realidad sugieren miles de cosas más interesantes que las migajas que da la película.
Pasa lo mismo con el marco de la historia. Un gran principio para una historia que conecta mucho con nuestro mundo actual pero que se queda ahí, al principio. Poco más se explora esa realidad donde el entretenimiento escapista es la única consolación de una humanidad conformista. Pero se nos dice que importa más que la virtual… aunque todo lo interesante pasa en la vida virtual comparado con las escenas del mundo real. Incluso parece que lo que se experimenta ahí llena más física y mentalmente a los protagonistas.
Spielberg nos trae una película visualmente vistosa pero que carece del corazón que hizo del material referenciado algo memorable para empezar. Una verdadera pena porque el escenario de la película sugiere más y podría haber dado para un verdadero clásico del cine.
¿De qué va Ready Player One? Os diré de qué va Ready Player One. Va de un genio de la informática o algo así, muy friki de la cultura pop y megalómano, que crea algo como una plataforma de videojuegos tipo Steam pero más tocha que llama Oasis con realidad virtual a tope.
Y el mundo se ha ido a la mierda, porque ahora la gente lo único que hace es jugar en ella. Por lo visto no hace falta trabajar ni nada. La comida llega volando con drones pero nadie sabe cómo la pagan. Seguramente con anillos de Sonic.
El caso es que el genio la palma, pero se crea un avatar tipo Dumbledore (porque él es el creador y debe parecer anciano y sabio, claro) para anunciar que con motivo de tan extraordinario suceso, ha escondido sus huevos…de pascua… Unas llaves …Tres para ser concretos…En su super tocho mundo virtual, y el que las encuentre todas heredará su imperio lúdico-virtual. Vamos, como Charlie y la Fábrica de Chocolate, pero más guay y actual. Y a cambio sólo pide que toda la Humanidad se empolle su vida y lo idolatre para encontrar las p**as pistas. Lo que viene a ser, hacedme casito porfa.
Y ahí entra nuestro protagonista. Como la dirige Spielberg es imposible anticipar que es…Oh, un adolescente…Oh, es huérfano…Oh, su vida real es muy desgraciada…Oh, pero tiene amigos.
Y nada, su afición es tener sueños húmedos con el creador de Oasis y encontrar su p**os huevos. Así que se enfunda en un avatar que parece sacado de un cursi Final Fantasy o la portada de una caja de tarjetas gráficas y juega y juega y juega, y un día conoce a una chica, de aparente género femenino, con un avatar tan cursi como el suyo que resulta que es super buena jugando y tal. Y se enamora de ella, pero ella pasa. Pero cuando el prota encuentra la primera llave, entonces la cosa cambia y ya le empieza a molar un poco y trabajan en equipo y tal.
Con ella y más colegas, y además de varias razas, para que todos se sientan representados. Bueno no, falto el hispano. Pero bueno, al menos había dos asiáticos y una chica negra muy simpática. Hurra por todos.
Pero sabéis una cosa, no debéis enamoraros nunca del avatar de nadie, porque la persona real podría ser una chica mona con una mancha nada antiestética en el rostro extrañamente acomplejada. Pero tranquilos que ella no tiene tiempo para tonterías porque sabéis… ¡Tiene que vengar a su padre! Porque lo mató una malvada corporación ¡Sí, sí, en serio! ¡Y está montando una rebelión! Toma ya.
Porque sabéis, se me ha olvidado deciros que hay malos en esta peli. De una megacorporación rival de Oasis que quiere apoderarse de él para destruirlo y así quedarse con todo el mercado videojueguil y ganar mucha pasta (Vamos, los de EA o algo así). Y lo dirige el George Bush de los videojuegos, que además es un tío que no le gustan y encima fue un p**o becario resentido que trabajaba con el genio ese que os he mencionado más arriba.
Y además sale una abogada o algo así, que sabe artes marciales, que hace y dice poco relevante pero está muy buena. Pero es mala…Lástima.
Y no os cuento más no vaya a ser que deduzcáis astutamente quién se queda con Oasis.
El caso es que hay mogollón de referencias a la cultura pop, o popular, como queráis llamarla. Naturalmente tantas como licencias hayan podido pagar, claro. Así que a buscarlas, como si fuera una sopa de letras, ¡HASTA QUE OS EXPLOTE EL COCO!
Bueno, perdón por esta crítica, es que estaba liado peleando con un tiburón con pajarita, y a lo mejor os estáis preguntando, ¿quién lleva la pajarita, el tiburón o tú? Y la respuesta es SIIII.
P.D.: EXPLOSIONES!!!!!
La esencia está ahí. Pero sólo eso. La trama está totalmente cambiada con respecto al libro. Todo es muy acelerado. Sentí que si no me hubiera leído la novela antes no hubiera entendido ni la mitad de las cosas.Las referencias a la cultura POP sólo se centran en lo más POP de lo POP, en que niños y adolescentes puedan ir al cine y entender algo, nada que ver con las miles de apasionantes menciones, sobre todo a juegos antiguos, que hay en el libro. ¿La película es mala? No, no lo es. Lo que es malo es el despropósito que el guionista ha hecho con un libro que, si bien no es el mejor del mundo, tiene mucho más contenido y profundidad que el film.