Ramy (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2019-). 2 temporadas. 20 episodios. Ramy es un americano musulmán de primera generación que se embarca en un viaje espiritual para explorar los desafíos de estar a medio camino entre la comunidad egipcia y los millennials.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ramy (TV Series)
- Año: 2019
- Duración: 30
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Opinión de la crítica
Película
6.9
75 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Amr Waked
- Anna Konkle
- Arash Mokhtar
- Caroline Basu
- Charmar Jeter
- Dave Merheje
- Dina Shihabi
- Elisha Henig
- Faith Logan
- Hiam Abbass
- Jade Elysan
- Jean Brassard
- Joey Auzenne
- Joey Russo
- Kate Gorney
- Laith Nakli
- MaameYaa Boafo
- Mahershala Ali
- May Calamawy
- Maz Siam
- Mia Khalifa
- Michael Chernus
- Mo Amer
- Molly Gordon
- Poorna Jagannathan
- Ramy Youssef
- Robert Shulman
- Rosaline Elbay
- Shadi Alfons
- Sophie Faulkenberry
- Tara Westwood
Así es, Ramy es una serie que no sé esfuerza por llevar un hilo conductor adecuado. Baga por la cultura de los personajes como el peor guión de history channel. En su intento frustrado por ser una dramedia no logra llegar ni a la carcajada ni a la lágrima. Personajes planos, en un contexto cuadrado sin explorar. Lamentablemente la crítica se deja engañar con series altruistas y de actuaciones mediocres, con historias sosas y predecibles, si es que logran contar algo.
*¿Quién es Ramy?
Los primeros episodios de la serie nos presentan a un joven musulmán que vive en Nueva Jersey, confundido y enfrentado con él mismo en un ambiente caracterizado por la diversidad.
Esta premisa podría recordarnos a innumerables películas o series que han usado hasta la saciedad esta idea como argumento central. Sin embargo, Ramy se contrapone y busca cambiar la imagen dada hasta el momento, la imagen de un musulmán millennial que no vive al margen de la sociedad, más bien pretende evolucionar a su vez, modelando la relación que mantiene con la religión pero sin renunciar a ella.
El ir adaptándose es el motor que provocará el progreso, ya que no se trata de ceder sino de acomodarse al cambio.
*Prejuicios desfasados
La bondad y el carisma transmitidos por esta serie se deben a la manera de afrontar los problemas de Ramy. El chico no tiene prejuicios ante nada ni ante nadie, se replantea constantemente su modo de vida y acepta a las personas de su entorno sin intentar entrar en juicios de valor, es parte de su carácter el empatizar con ellos, tal vez con un punto de inconsciencia que lo hace muy susceptible.
Por tanto, la serie pretende hacer reflexionar recurriendo a la comedia y no al drama, no se trata de dar lecciones con tintes melodramáticos e impostados sino de expresar la realidad, sin importar que ésta sea más o menos agradable, a través de un ágil entretenimiento. Las relaciones sociales y sentimentales, el sexo, la familia, la educación, la religión, el trabajo, etc., son los temas que van desarrollándose, con personajes de lo más variopinto para mostrar todos los perfiles posibles dentro de la sociedad actual.
*Conclusión
Ramy es una serie liberadora y limpia de prejuicios. Desea renovar la imagen que persistentemente se ha proyectado acerca de los musulmanes, de cómo viven, cómo se relacionan, cuáles son sus hábitos y sobre todo, de porqué nada es lo que parece. El objetivo será cambiar esta visión deprimente y obsoleta del musulmán en televisión y acercarse más a un personaje aspiracional que sea capaz de integrar la parte tradicional y la más moderna.
Con la reflexión de Ramy justo antes de ir a rezar, ¿Realmente a Dios le importa que el agua pase entre los dedos de mis pies? Ya tengo el corazón limpio, captamos desde el primer episodio quién es él y qué tipo de serie se nos presenta.
Escrito por Soraya Unión Álvarez
Un soplo de aire fresco que comparte muchas reminiscencias con Atlanta . Con un profundo entramado sarcástico, visceral y cómico, construye un sinfín de situaciones tan complicadas como la percepción que se tiene de los musulmanes en América (y en otros países), el tema de los refugiados, la soledad millenial o la marginación de la mujer. Pero a su vez, Ramy es una serie tierna, cariñosa, familiar, costumbrista, intimista… dejando también lugar para el descorazonamiento y lo fatídico. Es real, comprendes los acontecimientos, aprendes y te dejas llevar hacia un rincón escondido de tu propio cerebro, en el que se esconden los prejuicios y los sinsabores que todos hemos imaginado en alguna ocasión.
Al igual que narraba Bergman en su filme Fresas salvajes , Ramy también encuentra su particular pedazo de vida y recuerdos pasados. Ese espacio atemporal, aislado que te permite reconectar contigo mismo y hacerte entender que somos una mera existencia, pero con mucho qué contar. El episodio Strawberries es magnífico.
Sin duda uno de los grandes descubrimientos de este año.
Mucho más que una serie refrescante, es divertida, interesante, limpia. Ramy es la antítesis de las miles de representaciones de musulmanes, siempre como verdugos o víctimas, dominadores o sometidos, siempre unidimensionales, mirados desde fuera. Ramy es incisiva y critica con ellos mismos, es justa y sobre todo es muy humana. Muestra las dificultades de un milenial de compaginar su vida de joven en Occidente, con intentar ser un buen musulmán, sus intentos de buscarse a sí mismo, sus eternos fracasos, que quizá al final de la segunda temporada pueda resultar demasiado repetitivos. Pero no por eso Ramy pierde su toque, hay escenas maravillosas como aquella de Allahu Akbar, otras que sacan enormes carcajadas. Y sobre todo hay una aproximación sincera y profunda a la religión, que después de ver producción tras producción basadas en la idea de liberarse de las religiones, considerándolas anticuadas, represivas (ejem ejem Netflix), Ramy muestra porqué siguen siendo el todo, por su capacidad profunda de mitigar el vacío, por la ternura, por la humanidad, por el amor y la vida.