Quid Pro Quo
Sinopsis de la película
Un reportero, que utiliza una silla de ruedas, se introduce en un oscuro y extraño submundo para llevar a cabo una investigación, que le permitirá conocerse mejor a sí mismo. Muy bien recibida en Sundance 2008, fue comparada con Crash de David Cronenberg.
Detalles de la película
- Titulo Original: Quid Pro Quo
- Año: 2008
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
Película
5.6
93 valoraciones en total
Un sopor.
La verdad es que al principio la cosa promete, pero después la promesa se va diluyendo hasta convertir este film en un aburrido discurrir de diálogos bovinos, escenas lentas y personajes poco definidos y por lo tanto y debido a la complejidad del tema, poco creibles.
Parece durante toda la película, que de pronto va a empezar a suceder o se nos va a mostrar algo que nos dará una especie de lección, la voz en off del protagonista no para de hacerse una pregunta ¿por qué? y uno se queda esperando durante la hora y media una respuesta o al menos la sugerencia de las distintas motivaciones o matices psicológicos que mueven a los personajes.
Al final, giro facilón y previsible, con el que se pretende dar carpetazo a una película fundamentalmente aburrida y a la que le sobra hora y media de metraje.
Dice la mitología que esta serpiente tenía la facultad de devorar su propia cola, formando un círculo con su cuerpo, de esta manera conseguía la eternidad, el eterno retorno, la vida que se retroalimenta, o la metáfora más al tono de la imagen que se representa. Quid…se parece a dicha serpiente, el problema es que la eternidad no se forma.
Y no se forma porque ni la peli sabe exactamente lo que pretende transmitir, toma el hecho como algo curioso y extravagante, digno de ser contado porque daría tela para…el problema es, justamente, el PARA. Una vez planteado el nudo de la cuestión, a los diez minutos de empezada la peli, salen a la luz las preguntas obvias, preguntas que se repiten a lo largo de toda la cinta y en ningún momento se responden. Parecería que sí, que detrás de las limitaciones físicas se esconden la superación de nuestros propios miedos, la empatía hacia los otros, pero son respuestas obvias a preguntas obvias. Si prestamos atención nos damos cuenta de que, en realidad, la peli no contesta nada, se esconde detrás de la mirada empática y conmiserativa del espectador, pero es un juego denotadamente tramposo, digno de un libro de autoayuda para personas parapléjicas. Lo cierto es que Brooks no sabía como seguir, no llega, por suerte, a alentar el morbo pero su propuesta dista de ser mínimamente reflexiva. Volviendo a la serpiente: si la de la mitología se devoraba a sí misma, la de la peli se retuerce solo por saberse retorcida, lo hace porque puede hacerlo. Vaya chiste.
El prota: no se interioriza lo suficiente. Su función de testigo que brinda testimonio no satisface las exigencias de un personaje así y la trama se limita a mostrar primeros planos de una silla de ruedas sobre un fondo musical entristecido.
La historia de amor: similar a la de Crash, de Cronenberg, pero intentando desplazar lo perverso en pos de lo humano y reflexivo, no llegando a abordarse correctamente ninguno de los dos aspectos.
Tela para bordar, sin agujas para poder hacerlo.
Quid pro quo se refiere a la acción de sustituir algún bien con otro, o un intercambio de favores. Así que este título del filme dirigido por Carlos Brook e interpretado por Nick Sthal y Vera Farmiga, es una profunda reflexión sobre ¿por qué alguien que no es paralítico —en forma metafórica— quiere serlo?
Entendamos esta pregunta desde su doble lectura una vez visto el filme. ¿Por qué Fiona Ankani quiere ser paralítica tanto física como espiritualmente? Y ¿Por qué ella confronta esa dualidad con el periodista Isaac Knott, quien siendo paralítico, muy pronto dejará de serlo?
Pues independientemente de esperar la retrospección de la acción para conocer el por qué. El texto audiovisual nos remite a la idea que el camino más difícil de iniciar es el de nuestro interior. No es cuestión de buscar culpas, solicitar perdón. Es como diría el pinto suizo Paul Klee: Ser feliz significa percibirse a sí mismo sin temor —entendamos al joven periodista—
Esta es una buena película recomendada aquellos, a quienes su pasado aún les pesa demasiado por aspectos que bien podrían ser superados. No olvidemos que para transitar por la vida, hay que llevar un liviano equipaje.
Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic, Barranquilla. Colombia)
Pues yo, por ejemplo. Pero en esta película todos quieren serlo, todos ansían ser el centro de atención, que las miradas se dirijan a ellos, que les ayuden a cruzar la calle, distinguirse de la masa ciudadana. Su discapacidad sería lo de menos, unos buscan que les corten la pierna, otros pretenden saltar desde lo más alto para obtener su meta. Y en medio de todo esto está el espectador, sorprendido ante la obsesión y los límites hasta los que se llegan cuando una cosa se mete en la cabeza.
La cinta de Carlos Brooks analiza esta curiosa tendencia desde un punto de vista crítico, mostrando una cruda realidad en la que el único cuerdo parece ser el protagonista, dado que está realmente en silla de ruedas e intenta comprender el porqué de las motivaciones de esta gente. Una mujer, que envía cartas a la redacción del periódico donde trabaja, será el detonante de una historia que va de menos a más y que, pese a que parece que va a acabar con el típico giro que busca ser sorprendente, termina con un final satisfactorio y bien perfilado. Ah, y Vera Farmiga está muy buena, así que ya sabéis: vedla.
Esa es la palabra que mejor resume esta cinta, o así lo veo yo. Una película Interesante, si con mayúsculas ya que no se trata de una obra de arte, pero seguro que es arte. Y lo es debido a su novedosidad. Hacía mucho tiempo que una cinta no me sorprendía y esta lo ha hecho. No entraré en si es verosímil, por que creo que no, o al menos a mi no me entra en la cabeza la manera de sentir de los protagonistas, pero me mantuvo pegado a la butaca sin mirar el reloj y eso es mucho.
No os la perdáis dado que las interpretaciones son excelentes bajo mi punto de vista y el guión bien merece respeto.
Lo dicho Interesante: un 6