Manual de un tacaño
Sinopsis de la película
François Gautier es un tacaño. Ahorrar le produce alegría. Su vida gira con el único fin de no gastar nada, pero un día todo cambia cuando se enamora y descubre que tiene una hija de 16 años de la que no conocía su existencia. Obligado a mentir para ocultar su terrible defecto, esto será el comienzo de todos sus problemas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Radin!
- Año: 2016
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
5.2
47 valoraciones en total
Antes de hacer la crítica de esta película necesito comentar algo que va relacionado con la tacañería, el ahorro y el engaño.
A partir del 1 de Julio, todos los establecimientos están obligados, por ley a cobrar las bolsa de plástico… por eso de la ecología y la destrucción del planeta mundial del mundo entero ¡¡MARAVILLOSO!! Si fuera real, porque el volumen de IVA que recaudará el Estado por ese concepto, a mi entender es la principal razón.
Si se tratase de un asunto ecológico se adoptarían medidas similares, como ha sucedido en Alemania, que abonan por cada envase de vidrio reciclado, una cantidad simbólica a los consumidores que colaboren. Allí no existe ningún otro interés, excepto la conservación de una ecología sostenible.
Aquí si cobra el Estado, es para el tema de la reducción de plásticos, pero si hubiese que pagarnos por entregar envases, entonces es por nuestra falta de sensibilización, además de muy egoístas y malas personas por dentro de nuestros cuerpos. Pagar ellos por el reciclado de envases… NO HIJA NO… Cobrar el IVA de las bolsas a los comerciantes…. SI HIJA SI.
Pues habrá que empezar a ser tacaño y llevar nuestras propias bolsas a las compras. Igual que hace el protagonista de esta película francesa. Fred Cavayé, dirige una comedia que pierde fuelle, a medida que avanza. El tema, si no se introducen otros elementos no da para sostener el metraje convencional. Una historia que se enquista en un par de gags y de los cuales no consigue avanzar. A mi me hizo gracia, pero entiendo que la estructura y su desarrollo, no lleguen a convencer a un público masivo. Fue votada por 2.088 seguidores de esta página.
Entretenida.
Manual de Un Tacaño parte de una premisa muy simple: el protagionista, interpretado de manera fantástica por Dany Bonn es un tacaño redomado, y que no cae precisamente bien a la gente. Aunque esté por debajo de otras películas como Bienvenidos Al Norte o Nada que Declarar, es una comedia simpática, que empieza con una escena realmente hilarante, donde la trama no es de Oscar, pero que aun así, contiene suficientes momentos graciosos que lo compensan. Vale que se puede poner un poco cursilona al final (algo que lamentablemente suele suceder) pero es inevitable sonreír y salir del cine con buenas sensaciones. No es de las mejores comedias, pero está sin duda por encima de muchas mediocres comedias francesas. La película es Dany Boon, bien acompañado por los secundarios, como Noemie Schimdt. Merece la pena
A finales de 2007 surgió la gran crisis económica mundial. Yo tenia mi dinerito en el banco y lo retiré, cuando salió Zapatero en la tele diciendo que el dinero de los españoles estaba garantizado hasta 100.000 euros. Nunca tuve esa cantidad en una cuenta corriente, ni a plazo, ni de ninguna manera alcanzaba esa cifra… pero lo que tenía lo guardé en mi casita porque soy un tacaño.
Apago las luces innecesarias en casa, busco los descuentos y los precios más baratos en las tiendas y protesto cuando me cobran de más. No me compro ropa todas las temporadas, y si necesito lo hago en rebajas, ya sabéis, siempre al final del verano o del invierno. Las llamadas de teléfono a móviles siempre desde casa, porque tengo 550 minutos al mes gratis. Mi teléfono móvil es muy antiguo y de tarjeta, por lo tanto lo recargo cada 6 meses. Los detergentes para lavar la ropa, siempre de marca blanca, el otro día metí un sueter rojo y salió blanco como la cal de las paredes andaluzas. Ja, ja, ja. Es broma, lava igual que los de marcas buenas
En la panadería ya me conocen, voy a primera hora y compro empanadas que sobraron del día anterior y nadie quiere, me las dejan a mitad de precio. Están riquísimas y templándolas al horno, parecen recién hechas.
Respecto a mi coche es un fabuloso coche de más de 20.000 euros que yo compré por 6000 de segunda mano, tras usarlo su primer dueño durante unos largos 5 años. Él le hizo 90.000 km, y yo llevo disfrutándolo desde hace cuatro años, sin averías ni problemas con 30.000 km más, y lo que le queda. Ah… pero me pasé un montón de semanas buscando por los concesionarios, hasta que di con la ganga perfecta
No quiero aburriros, pero desde hace ocho años, que apareció esta crisis malévola, vivo exactamente igual que antes, aunque gano menos, evidentemente. Y paradójicamente ahorro más, porque cada día hay más ofertas, debido a que el consumo ha descendido.
Que nadie me imite, no sea que al haber muchos tacaños, las cosas se pongan más difíciles. Por favor.
¡¡Como me ha gustado esta película y lo que me ha hecho aprender!! ´Podeis votar tranquilamente con el dedito hacia abajo, porque así me situaré abajo, me leerá menos gente y no daré pistas para que se descubran las auténticas claves del tacaño ahorrador.
NECESITABA CONTARLO.
El cine francés suele llegar a nuestras carteleras dispensado en cuentagotas, dejando tras la frontera películas que podrían suscitar gran interés en apasionados de este arte pero que quedan fácilmente relegadas. Son pocos los cines que apuestan por este tipo de distribuciones, siendo lo más habitual recibir únicamente los estrenos de comedias al uso que reafirman la ordinaria redundancia que –generalmente- sufren nuestras pantallas. Manual de un Tacaño (Radin!, 2016) es una de esas películas. Ferozmente acogida por el público en el país galo, y convirtiéndose rápidamente en un éxito en taquilla, esta –a ratos- simpática comedia se estrena ahora en España con la intención de seguir cosechando éxitos.
A pesar de que su título español ya deje las intenciones del protagonista al desnudo incluso antes de entrar en la sala, Fred Cavayé -director de thrillers como Mea Culpa (2014) y Cuenta Atrás (A Bout Portant, 2010)- trata de cerciorarse en las primeras escenas de que ningún espectador pueda, quiera, ni tan si quiera intente, dudar que François Gautier es un tacaño. Son, precisamente, estos momentos en los que su guión comienza a utilizar simples –y en ocasiones divertidos- sketches cuando podemos disfrutar de su vitalidad cómica sin pretensiones. Así, estirando los tópicos sobre los avaros hasta la saciedad, consiguen presentar de manera efectiva al personaje interpretado por el simpático Dany Boon, para más tarde cargarle el peso del resto de la película y abandonarle a su suerte ante un camino cargado de tropiezos provocados por sus propios baches argumentales.
Una vez el repertorio de tópicos se ha acabado y la película se ve obligada a tener un sentido para completar los setenta minutos de metraje restantes, François conocerá al amor de su vida y a una joven que se presenta en su casa asegurando ser su hija. Momento exacto en el que Boon comienza a notar el peso de la película en sus hombros y la flaqueza en sus piernas. El guión –si en algún momento estuvo erguido- se desmorona ahora fruto de su indecisión continua entre convertirse en una comedia romántica, un divertido relato sobre la búsqueda de las raíces y el afecto familiar, o un toque de atención hacia la falta de empatía utilizando dosis de vaga moralidad.
Pese al esfuerzo de sus actores por continuar divirtiendo, no pueden evitar generar la sensación de que toda la estructura argumental ya la hayamos visto muchas veces antes, en el mismo lugar en el que acabará esta película, en la parrilla televisiva de tardes de domingo en las que una manta y cualquier película mediocre –que no implique pensar demasiado- pueden ser nuestras mejores aliadas. Con esta amarga sensación plomiza y agotadora, espectadores y protagonista llegan a un desenlace que por desgracia no aporta mucho más que el pistoletazo de salida para levantarse sin problema alguno de la butaca.
Lo mejor: las primeras escenas, cuando el contenido no importa más que la comedia y las pretensiones aún no afloran.
Lo peor: darse cuenta de que se les han agotado las ideas demasiado pronto.
CarlosDL – http://redrumblogdecine.com/manual-boon-apaga-luz/
Comedia que solo tiene poder y sentido en su idea de partida. Lo demás es un desierto. Pura flojera. Falta completa de ingenio, riesgo o brillantez. Tópicos y tontería. Y, para colmo, de no creer, mansurronería y pringosa sensiblería.
Apenas una escena (la del restaurante) se tiene en pie. Quizás dos, con el Vivaldi acelerado. Nada más. Algún chispazo suelto y cero patatero.
Eligen el camino más fácil, el del mal guion. Lo fían todo a la buena carta de la racanería enroscada. Como si aludieran a los clásicos antiguos (¿Moliere?), a los satíricos que cogían un defecto, o varios, y con él, o ellos, ridiculizaban las costumbres de la época. Aquí nada de eso. Ni olerlo.
Se conforman con la molicie y el abandono. Con un humor de tercera. Resuelto antes casi de comenzar.
Y para remate un tramo final absolutamente absurdo y lamentable. Hospitalario y mexicano.