Puzzled Love
Sinopsis de la película
Sun y Lucas se conocen en un piso de estudiantes en Barcelona. Tras un mal comienzo, se enamoran y tratan de disfrutar el año que van a pasar juntos sin pensar en su separación una vez llegue el verano… .
Detalles de la película
- Titulo Original: Puzzled Love
- Año: 2011
- Duración: 76
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Opinión de la crítica
Película
5.8
98 valoraciones en total
Los primeros cortos, los primeros cuentos, los primeros versos o primeros amores marcan. Como autor de ellos son difíciles de juzgar. Como receptor constituyen un terreno complicado: se corre el riesgo de ponerlos fuera de contexto. Por el hecho de nacer son valiosos, por su imperfección son un blanco fácil para la crítica. Sin embargo, aunque carezcan de oficio, esas obras primerizas suplen la carencia por medio de su frescura y sus ganas. He ahí donde triunfan… y he ahí donde tristemente su virtud se detiene.
Con Puzzled love esto es lo ocurre. Mis buenos compañeros de Filmaffinity aprecian la esponteidad del relato, toman en cuenta el hecho de que naciera como un trabajo académico a 13 manos. Aprecian el esfuerzo del film y no les falta razón. Puzzled love tiene exactamente esa frescura, esa por momentos deliciosa naturalidad, ahora bien, no deja de ser una intentona, un ensayo y, a la postre, una película bastante irregular. No es solo que su factura posea una lógica inconsistencia, es además que ciertos pasajes son extremadamente flojos. En términos de cámara y de guión la cinta flaquea en numerosos momentos, recayendo en tonos más propios de una mediocre serie televisiva que de una buena película. Conste que no se busca hacer sangre: es mi honesta impresión como crítico de cine. No porque estemos antes una ópera prima debemos batir fáciles palmas.
Puzzled love tiene su mayor encanto en la honesta naturalidad que transmiten sus actores. Marcel Borràs, como siempre, hace un trabajo solvente, irradiando autenticidad. La bellísima Saras Gil, a pesar de ciertas irregularidades en su interpretación, logra transmitir en las escenas importantes verdadera emoción. De Artur Busquets cabe decir que cumple tan bien con su trabajo que parece que no actúa y fuera alguno de mis viejos colegas. Son, por tanto, los actores los que defienden una historia que, por aparente banalidad, debería desembocar en el bostezo y que sin embargo se sobrepone a sus limitaciones por medio de su humanidad.
Todos, además, podemos sentirnos identificados con el argumento, bien como vivencia propia, bien como experiencia de algún ser cercano. Esta es su arma mayor.
Sin embargo, la película es en general una obra fallida. Explicaré en qué.
El primer problema es el guión. Ya sabemos que hablamos de una historia de amor y que las historias de amor, las de verdad, se basan en diálogos bastante tontos. Todos lo hemos pensado alguna vez: Si estuviera una cámara aquí con mi novia saldría una película la mar de estúpida . Bueno, pues de algo parecido se resiente el film. Se pretende hacer una crónica del amor, pero se hace tan desde fuera, desde la emulación de lo banal que se vuela demasiado bajo.
He aquí además una premisa equivocada. El deseo de hacer un cine real no significa reducirlo a una fidelidad absoluta sobre el material cotidiano. Quede claro: una cosa es la historia y otra el medio de transmitirla. Algo de esto sabían los grandes novelistas del realismo: escoger el material y darle un tono capaz de transmitir más allá de lo que se ve, he ahí el verdadero objetivo de una obra que trate sobre el amor de pareja. Como espectador asistimos a una historia que se queda ahí, en las afueras, sin terminar de acariciar la piel o entrarnos por el alma.
En términos de novedad, creo que los directores no han sido tampoco suficientemente ambiciosos o rupturistas. Solo uno de los cortos transmite algo sugestivo, aunque no logre limar sus artificiosidad: aquel en que los jóvenes confiesan sus dudas sobre seguir o romper, en un campo de trigo. La escena no está bien rodada, pero al menos el concepto era sugerente.
El otro problema es esa búsqueda del desparpajo que redunda en la tontería. Vayan ejemplos. No comprendo qué se quiere conseguir con la escena en que se imita a las comedias americanas, con risa de fondo. Muchas otras escenas son tan banales, que le hacen sentir a uno vergüenza de contemplarlas. Como aquella en la que ambos chatean por internet. Asimismo, aun tratándose de una película breve, ciertos pasajes se hacen largos, como la escena de Sun en la disco.
Lo peor, de todos modos, son los recesos en los que se quiere estirar el hilo de la pasión y el romance… y se cae en el ridículo. Las escenas de sexo son de lo más tonto que he visto en años. La irregular dirección de actores, probablemente a causa de la diversa gestión detrás de la cámara, hace que en ciertos momentos la credibilidad del romance patine. Esto es serio, porque da al traste con el suspension of disbelief forjado en buena parte del metraje.
En fin, un trabajo académico de nota para una película floja que tiene en su frescura y sus ganas sus mayores aliados. Hoy los nombres de estos directores firman una cinta regular. El mañana, estoy seguro, nos arrojará la confirmación de más de una promesa. Seguiremos la pista.
Puzzled Love es una rareza irrepetible dentro del cine español. Nació en las aulas de la ESCAC, la escuela de cine catalana que, apoyada por la productora Escándalo Films, está dando visibilidad a toda una generación de autores destinados a revolucionar el panorama cinematográfico del país. A las óperas primas Tres dies amb la familia, Lo mejor de mí y Blog hay que sumar Puzzled Love, en su inicio un trabajo de fin de curso en el que trece estudiantes se encargaron de narrar en trece episodios, correspondientes a trece meses de un año en orden cronológico, la historia de Sun y Lucas, dos estudiantes, ella americana de Erasmus y él de Séneca, que comparten piso en Barcelona y acaban enamorándose.
Uno podría esperarse trece cortometrajes ensamblados por arte del montaje, pero realmente los trece episodios del film guardan una sintonía absoluta, cuentan una misma historia partiendo de estilos, músicas y recursos muy diferentes. No es por lo tanto un film por capítulos, no es un experimento académico (y si lo es, consigue acabar en algo más interesante): es una auténtica montaña rusa de sentimientos, con momentos de alegría desaforada y tristeza desoladora, en la que los actores Marcel Borràs y Saras Gil se desnudan en cuerpo y alma para dar credibilidad a una pareja de enamorados que vive el día a día en una cuenta atrás inexorable.
Nació como trabajo académico, pero Puzzled Love es tan adictiva, es tan agradable, es tan interesante que bien merece su estreno en las salas comerciales, incluso su distribución y comercialización fuera de España. De ella queda la sensación de haber visto algo vivo, genuino y fresco que corrobora el talento de los realizadores del mañana. Logra mucho con muy poco (el presupuesto no ha sobrepasado los 12.000 euros, y todos los técnicos implicados eran alumnos de la misma ESCAC), y verla debería destruir todas las actitudes pusilánimes frente el cine español. Demuestra que para contar algo no se necesitan grandes trucos si uno tiene ganas y siente verdadera pasión por lo que está haciendo. Lo de por amor al arte nunca fue tan cierto. No se la pierdan.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
La ví anoche y me encantó.
me encantaron sobre todo el actor principal, que me parece brillante y el secundario que hace el papel de topo, que es super cómico.
Al estar rodada por 13 directores diferentes una de sus mejores bazas es el estilo que aporta cada uno de sus directores en cada capítulo. 13 pelis por el precio de una.
Es una de esas películas que pese a no ser perfectas te producen felicidad.
Escrita y dirigida por los alumnos de la ESCAC, Puzzled Love esta dividida en 13 secuecias, cada una dirigida por un director, aunque empleando los mismos actores y el mismo equipo técnico. Salvo varias cagadas de raccord y algunos fallos técnicos, la película es muy digerible, y tiene mucho mérito haber sido rodada con tan poco dinero. Puede que alguna secuencia flaquee respecto a otras, y que cada alumno se haya dejado llevar demasiado por sus influencias, pero el resultado final es una película entretenida, amena y que te deja con una sonrisa en la boca.
Me parece fácil hacer una crítica brutalmente negativa de esta película, atendiendo a cosas que leo por aquí: que tiene momentos un tanto tópicos, que la historia es previsible, que tiene algunos problemas de coherencia, o que el sonido es mejorable en varios momentos. Pero me la pela todo ello. Estamos ante un proyecto llevado a cabo por alumnos de la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya) que sorprende y fascina. Dicho de otro modo, es un puñetero trabajo de fin de curso, y los resultados son brillantes. Definitivamente, y por más que le pese a Wert, hay futuro para el cine español. Lógicamente, hay estilos muy diferenciados entre los 13 cortos que integran la película, pero, precisamente, lo que sorprende es que, pese a ser 13 piezas diferentes, componen una película coherente y unitaria que dibuja las distintas etapas de una relación con fecha de caducidad. Hay algunas piezas más flojas, pero otras, en cambio, resultan muy originales. Podemos decir que narra, bah, una historia más, pero yo me quedo más con el cómo que con el qué. Es difícil conseguir que una historia de este tipo resulte creíble y fresca, que realmente conecte con su público y que logre ser sentida como real. De hecho, muchas películas españolas han intentado dibujar a los jóvenes de una manera en la que, lo siento, nunca me sentí representado. Aquí sí. Por lo demás, las interpretaciones son geniales y muy creíbles y los personajes logran traspasar la pantalla con sus emociones. En particular, me declaro enamorado de Saras Gil a partir de hoy.
En fin, Puzzled Love sorprende, divierte y emociona. De hecho, confieso haber reído y haber llorado con ella. Para mí, a grandes rasgos, eso es el cine.