Profesión: El especialista
Sinopsis de la película
Cameron (Steve Railsback), un convicto perseguido por la policía, cuenta con la protección de un excéntrico director de cine, Eli Cross (Peter OToole), que quiere contratarlo para que trabaje como especialista en las escenas de riesgo de la película que está rodando. Encantado de su nueva profesión y lo bien que cobra, Camerón además se enamora de la estrella femenina (Barbara Hershey) de la película.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Stunt Man
- Año: 1980
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
Película
5.8
90 valoraciones en total
Cuando la ví de estreno me encantó. Me pareció muy divertida, audaz e inteligente. Claro que tenia 12 años. La he vuelto a revisar y, desgraciadamente, hay películas por las que pasan los años y este es uno de los casos. Pero no todo ha quedado desfasado. Aún hay película.
Entre los puntos buenos se encuentran un genial Peter OToole, encarnando a un director omnipresente y metomentodo, que se desplaza con una grúa y que parece una especie de pepito Grillo del protagonista, y de paso, nos muestra un vestuario inacabable, una bellísima Barbara Hershey, resucitada tras su abducción con los Carradine y un resultón y efímero Railsback. Hay momentos con especialistas de verdad, o diálogos con el jefe de ellos que resultan antológicos y un homenaje tan arriesgada profesión. Las escenas de especialistas son lo mejor de la película y si piensas que a Railsback lo dobla un especialista… la verdad es que tiene su gracia.
Los puntos negativos: demasiado setentera, sexo rápido con desconocidos en escenas ridículas y algo soeces, contiene diálogos que hacen sonrojar de lo vacuos, pretenciosos e innecesarios que resultan, al más puro estilo Almodóvar de Hable con ella , si pretendían hacer La noche americana con semejante guión a lo que llegan es a una parodia cutre sobre el cine tipo Scary movie . La historia en sí es poco creíble, cojea y tiene muchas lagunas. El policía es de cine mudo, por lo ridículo que resulta. Por cierto ¿donde están los del Sindicato del cine? Respecto al apartado técnico,quizá ha quedado algo envejecida… eso de los flús con la Hershey ¡ni que fuera nuestra Saritísima!.
Pero bueno, eran los felices 70, los del desmadre, Studio 54, la promiscuidad, la pata elefante y los pelos largos… La película entretiene y si no te sonrojas con los diálogos, hasta te lo puedes pasar bien, con un genial OToole.
No es una obra perfecta y quizás su metraje es excesivo para la historia que nos cuenta, pero me resultó muy entertenida de ver otra vez después de tantos años. Un homenaje al mundo del cine, con muy buenos momentos. Peter O´Toole está genial como el ditector obsesivo y Barbara Hershey se ve preciosa. Habrá quien piense que es una película pretenciosa por no poderse enmarcar en un género, ya que juega en varios frentes y no concreta ninguno, pero a mi me encantó. Y eso es el cine: magia, fascinación. Es una lástima que haya pasado inadvertida para el gran público en su momento, hoy en día es un film de culto.
Cuando un prófugo de la justicia veterano de Vietnam e inadaptado social es perseguido por la policía, durante su huida interfiere el rodaje de un film bélico cuyo director, fascinado por su historia, decide contratarlo como especialista. Una vez a salvo y con un buen sueldo en el bolsillo decide proseguir su camino pero al conocer a la protagonista de la película se enamora de ella.
La decadente carrera de Peter O´Toole se revitalizó con esta curiosa propuesta que homenajea el trabajo de los especialistas en el mundo del cine. La historia es sumamente original, es una especie de thriller de acción, comedia y romance en el que realidad y ficción se mezclan y confunden en una trama ambigua y abierta que parodia el mundo del cine durante el caótico rodaje de una película dirigida por un director amanerado y sarcástico.
La premisa argumental engancha por su singularidad. El espectador al igual que el protagonista asiste confuso a una historia donde no se discierne con claridad la realidad de la ficción. Esto al final, fruto de los giros argumentales termina decepcionando y me impide otorgarle una puntuación mayor.
Destacaría sobre todo, el trabajo de Peter O´Toole, nominado al Oscar, el interesante guión, también nominado, la presencia de la siempre atractiva Barbara Hershey y por supuesto el trabajo de los especialistas.
67/11(16/03/18) Decepcionante y caótico film realizado por Richard Rush, un aparatoso, confuso, farragoso juego meta-cinematográfico, donde la realidad se mete dentro de la ficción, sale se vuelve a meter y al final te da igual lo que pase pues has desconectado ante tanto barullo que busca sorprender al espectador y a mí lo que ha conseguido es desconectarme. Cuenta la historia de un joven fugitivo (Cameron encarnado de modo sobreactuado por Steve Railsback) que se esconde como un doble de escenas de acción en el rodaje de una película contra la guerra cuyo director carismático (Eli Cross encarnado por un demiurgo Peter O’Toole) hará aparentemente cualquier cosa por el bien de su arte. Resultando un homenaje a esos grandes olvidados de las producciones de acción como son los especialistas que arriesgan sus vidas en pos del espectáculo, pero este tributo me queda atrofiado en su pretenciosidad, no sabiendo realmente el director nunca a que juega, se mueve de forma anárquica entre el thriller, la acción, la comedia, romance, y hasta el drama existencial, una retorcida historia que en su afán de rizar el rizo se le ven sus carencias y su desorientación en la que arrastra al espectador (o sea, yo) hacia la nada y la indiferencia, súmese un metraje desproporcionado de 130 minutos para un relato que parece alargado en bucles y subrayados que producen alejamiento y frialdad en su estructura tramposa, donde al querer jugar con la ambigüedad desbarran.
Durante los primeros años de la década de 1970, Columbia Pictures poseía los derechos de la película sobre la novela homónima de 1970 de Paul Brodeaur, con Arthur Penn y François Truffaut considerados para dirigirla. Columbia le ofreció la película a Richard Rush sobre la base del éxito de su película anterior, Getting Straight (1970), que inicialmente la rechazó, y finalmente aceptó dirigirla. Rush luego escribió un tratamiento de 150 páginas que era ligeramente diferente del libro, en la novela, los personajes estaban todos locos, y en el guión, en cambio, estaban cuerdos en un mundo enloquecido . Los ejecutivos de Columbia luego rechazaron el guión, diciendo que era difícil encontrar un género para ubicarlo. Rush: No podían entender si era una comedia, un drama, si era una sátira social, si era una aventura de acción… y, por supuesto, la respuesta fue: Sí, son todas esas cosas. Pero esa no es una respuesta satisfactoria para un ejecutivo de estudio . Rush luego compró los derechos de la película de Columbia y compró la película a otros estudios, sin éxito. La financiación para la producción finalmente le vino de Melvin Simon, magnate en bienes raíces. Peter OToole menciona en su comentario en DVD que basó su personaje en David Lean, quien lo dirigió en Lawrence of Arabia.
Es un producto que pierde su coherencia narrativa, que no tiene asideros a los que agarrarte, está bien que un film juegue con el espectador, pero sus trucos de mal tahúr me son insultos a la inteligencia, ejemplo es que nos presentan escenas filmándose con el especialista pegando saltos de un lado a otro por un edificio (el hermoso Hotel del Coronado en Coronado-California), pero llegamos a ver primeros planos cuando la cámara está alejada, o vemos una edición donde no puede haberla, nos muestran una continuidad en el rodaje de la película dentro de la película que es más chirriante el Titanic partiéndose en dos, un aquelarre de situaciones estrambóticas sin pies ni cabeza, donde a nadie parece e importarle una mínima vínculo narrativo, donde el despropósito es superado por el siguiente, donde el histrionismo es nota predominante, donde la exageración y dramatismo se exageran de forma estrafalaria.
El actor que centra la trama es Steve Railsback en un rol donde la palabra sobreactuación se le queda pequeña, no merece le dedique más tiempo, si acaso como curiosidad mencionar que se parece muchísimo su rostro a Tommy Lee Jones, llegando a confundirme, Barbara Hershey luce energía y belleza en un papel que no da dé si, mera muleta romántica para el especialista, ella da mucho más de sí, Peter O’Toole realiza un papel pomposo y megalómano que le queda bien en una especie de alegoría de como un director de cine es una especie de Dios, siempre etéreo, siempre omnipresente, siempre en las alturas (bien en helicóptero, o en una grúa), el actor irlandés embiste de excentricidad demiurga a su figura totémica, tipo ambiguo del que no sabremos sus motivaciones, si ves esta película, solo se hace medio-soportable por este icónico actor.
Aturdido me he quedado al enterarme que tuvo tres nominaciones importantes a los Oscar: Mejor Actor en un Papel Protagónico (Peter OToole), Mejor Director (Richard Rush) y Mejor Guión Adaptado, y es que entonces debo pensar o que era una época donde los miembros de la academia estaban muy fumaos, o fue un año muy malo de cine, no puedo creer que fuera tan malo.
En conjunto me queda un esperpento de film que no hay por dónde cogerlo. Fuerza y honor!!!
Delirante comedia negra enmarcada dentro del cine dentro del cine (sin subrayar demasiado la realidad con la ficción en ejemplos más contrastados como La Mujer del Teniente francés (The French Lieutenant’ s Woman, 1981) de Karel Reisz, sinó que tras un hecho accidental se reivindica la labor más dura y arriesgada del más olvidadode los empleados en la industria del celuloide: el del especialista en escenas de riesgo. Un trabajo duro, arriesgado y peligroso que cineastas como Quentin Tarantino reivindicarían insistentemente poniendo y de relevo ésta faceta con la stuntgirl Zoe Bell (doble de Uma Thurman) y que ponísa de los nervios a un despiadado Kurt Russell en esa gaberra carrera a muerte grindhouse que fue Death Proof (2007).
Pero ya en 1980, Richard Rush, director del drama psicodélico Pasaporte a la Locura (Psych-out, 1967) se aventuró con una historia de lo más divertida y absurda en que el principal protagonista, un ladrón de poca monta interpretado por Steve Railsback, es contratado como especialista a las ordénes de un extravagante realizador de películas (peter O´Toole) a razón de encubrirle de un asunto muy gordo en el que se ha visto metido mientras huía de la policía.
Richard Rush no volvería a ponerse detrás de las cámaras hasta catorce años más tarde con el thriller erótico El Color de la Noche (Color of Night, 1994) con Bruce Willis y Jane March.