Posición avanzada
Sinopsis de la película
Durante la Guerra Civil española (1936-1939), un comando aprovecha la noche para llegar a una posición avanzada que protege el vado de un río y está defendida por el enemigo. Al día siguiente, los soldados de ambos bandos conciertan una tregua y pescan truchas e intercambian conservas y cigarrillos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Posición avanzada
- Año: 1966
- Duración: 90
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargarte una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
5.9
68 valoraciones en total
Pedro Lazaga ya había tratado el tema de la guerra civil española en La fiel infantería pero profundizando más en detalles que pudieran hacer más asequible para el espectador una película de cierta dureza y con un sentido de la estética más colorista consiguiendo así una película comercial y desde luego estimable dentro del género bélico. En Posición avanzada tanto el tono como el tratamiento estético son totalmente distintos, ofreciendo un clima de sequedad bastante elaborado y un estilo narrativo apagado que hacen singular a una película que es un relato despojado de cualquier adorno y sin ninguna concesión relatando las vivencias de unos hombres indefensos ante muchas cosas. El sentido del espectáculo está limado para que el espectador se centre solamente en las sensaciones de cada personaje y el blanco y negro utilizado le da al film ese aire de tristeza sobria que tiene aprovechándose los paisajes y la limitación de escenarios para dar al film la atmósfera tan particular que le caracteriza. Autor de pequeñas joyas de nuestro cine como Eva 63 , Mil millones para una rubia o Hasta que el matrimonio nos separe Lazaga merece una especial consideración. Todos los intérpretes están espléndidos y la muchacha de la película es Ángela Bravo, que fue una actriz que se eclipsó tras seis años de actividad interpretativa y que demostró tener encanto antes y concretamente aquí una evidente sensibilidad. No llega a cansar la serenidad narrativa del film.
La película muestra la guerra de trincheras entre republicanos y nacionales en una posición conocida como la sartén por su propensión a hacer saltar las chispas. Pero Lazaga no nos narra un simple episodio bélico, sino que se aproxima a la guerra de un modo mucho más intimista. Los ejemplos de heroísmo o incluso el elogio del militarismo están ausentes o bien aparecen envueltos por tonos de humor ( ¡Ánimo muchachos, que son pocos y además no hablan en español! ). Por cierto, parece ser que Berlanga se inspiró en esta película para hacer La Vaquilla.
Seguramente una de las mejores películas de cine bélico español de todos los tiempos, con una fotografía de Cecilio Paniagua absolutamente deslumbrante y un reparto espléndido (Manuel Zarzo y Luis Marín -fantásticos- al lado de Antonio Ferrandis, Tomás Blanco, Manuel Tejada (en unas de sus primeras apariciones) y Manuel Manzaneque, todos ellos sensacionales), la película es una lección de emocionante y buen cine.
Como historiadora de La censura en el Cine es interesante conocer que Posición avanzada, dirigida por Pedro Lazaga, profesional muy popular en la España de la época, e independientemente de su calidad artística, es una película que tiene un valor histórico altamente revelador sobre la imposibilidad de la libertad de prensa en los regímenes dictatoriales.
En una revista semanal de arte de la ciudad española de Valencia, realizada por universitarios y por tanto gente joven, un crítico cuyas iniciales eran A.S., hizo la critica cinematográfica correspondiente a esta película inmediatamente de su estreno en Mayo de 1966, proyectada en un cine de nombre Martí.
Tal crítica, profesional y subjetiva como todas, que es posible encontrar en textos sobre censura, utilizó sin embargo dos expresiones que a fecha de hoy pueden resultar anodinas pero que en la época, dos años después de la celebración de los 25 años de Paz en la España del Generalísimo Franco, y aún a 9 años de la muerte del Caudillo, desencadenaron una serie de incidentes difíciles de creer a fecha de hoy pero de extraordinario valor para entender la Historia. Tales frases, que fueron extraídas del contexto de la redacción con énfasis de extraordinaria ofensa, fueron: ex-alfereces provisionales, al referirse el critico a algún protagonista de la obra, y el comentario final quizá atrevido para la época de a los españoles que aún no llegamos a los 30 este tipo de historias nos producen un soberano aburrimiento , pues es de advertir que la pelicula, hoy sin valor, fue realizada a la par que otras muchas como La fiel infantería, del mismo director, como un canto al triunfo de los sublevados contra la República.
Como consecuencia de la publicación el joven crítico fue secuestrado de su domicilio de madrugada a punta de pistola por veteranos ex-alféreces provisionales ofendidos justamente de ese EX- por considerar que estaban aún dispuestos a morir por España contra el comunismo y la masonería. Intentaron que el joven escritor se comiera páginas de la revista, consiguieron su despido de la empresa en la que trabajaba, fue denunciado, junto con el empresario de la imprenta, ante el Ministerio de Información y Turismo por infracción de la disposición transitoria del Decreto 749/66 —faltaba poco para que el ministro Fraga sustituyese la censura por la sibilina y terrible autocensura con multas elevadísimas— ( de obligar a que se sustituyese en imprenta sobaco por axila se pasó a que fuese el escritor su propio y escrupuloso reprobador ), y días más tarde fue detenido, también de noche según costumbre habitual, por agentes de la Brigada Político Social tras registro exhaustivo de su habitación y de sus libros, encerrado 72 horas en comisaría, y posteriormente sometido a proceso ante la Jurisdicción de Guerra según procedimiento 235-V-66 ante un Juez Togado Militar comandante de artillería, quien dictaminó su ingreso en la prisión de Valencia como caso número 4433, siendo encerrado en la galería de presos políticos.
A la revista le llovieron posteriormente multas económicas. El insólito caso apareció publicado en Le Monde, LHumanité, Frankfurter Allgemeine Zeitung y Prahda, y de modo moderado en las revistas españolas Triunfo y Destino. Es el único caso conocido de juicio, prisión y multa a un crítico de cine por una crítica, caso totalmente opuesto a que una película sea prohibida por su contenido, que ha sido habitual en todos los países.
Aclaremos en primer lugar que cuando casualmente empecé a ver esta película los títulos de crédito habían pasado, por lo que no pude saber quién era el director de la misma. Desde el comienzo me sorprendió favorablemente el planteamiento de la cinta, que efectivamente parece el gérmen del que años más tarde empleará Barlanga en su famosa La vaquilla , mostrando una peculiar mirada sobre la guerra civil en clave de tragicomedia, al menos en una primera parte.
Ciertamente, el tono ligero y de cierta farsa con el que se plasman las operaciones militares en una posición avanzada del frente, recuerdan en ocasiones a los chistes de Gila, especialmente en la muy llamativa secuencia de la tregua para pescar que acuerdan a cierta hora los dos bandos. Aunque los protagonistas -y por tanto el punto de vista- son del bando franquista, en esta primera parte del filme se huye de la habitual propaganda anti-roja, atribuyéndose al otro bando una postura equivocada pero evitando una demonización del mismo.
Pero ese planteamiento cambia cuando las tropas a las que se enfrentan los franquistas son relevadas por las Brigadas Internacionales, estos sí que aparecen como enemigos de la patria, incapaces de respetar la tregua, y contra ellos sí que se justifica un discurso y acciones más duros, lo que no deja de ser una solución argumental de lo más manipuladora, pero lógica teniendo en cuenta la época de realización del filme, por un lado, presenta el conflicto civil como algo tragicómico, sugiriendo siempre elementos de conciliación, y por otro acusa a fuerzas extranjeras de ideologizar y encarnizar la guerra (un discurso perfectamente asumible por el Régimen, interesado siempre en vender en el interior la supuesta reconciliación nacional y la idea de un enemigo externo, ya sea el comunismo o el contubernio judeo-masónico).
La película sorprende por su correctísima realización, que tiene, además de una buena fotografía, unos excelentes movimientos de cámara, especialmente los travellings rodados en las trincheras. Del mismo modo, el asalto enemigo y la defensa de la posición, momento culminante de la cinta, está perfectamente rodado, hasta el punto de constituir un hito en el cine español de la época, destacando en todo momento su cuidada planificación, así como el largo y descriptivo travelling con que se cierra, culminando circularmente la película (toda ella es un largo flashback). El guión brilla especialmente en los momentos más cómicos, así como los intérpretes, entre los que destaca, inevitablemente, un perfecto Antonio Ferrandis, encarnando al típico sargento, bromista y estricto al mismo tiempo, también es llamativa la inclusión de algún personaje atípico, como el intelectual.
Acaba en spoiler, sin revelar detalles.
Digno (o así lo parece al menos) intento de Pedro Lazaga, en este tiempo director aún con ideas interesantes y filmografía todavía no contaminada por las españoladas posteriores que tanto abundaron.
Se intenta narrar una historia bélica en la dolorosa y fraticida contienda española, sin atributos patrioteros de baja estofa, que siempre acababan en pelis de parecido pelo siendo una loa al régimen de Franco y los que ganaron la guerra.
Aquí al menos se da a entender que en ambos bandos había gente buena, que luchaba por lo que verdaderamente creía y que, en el fondo, no eran tan distintos unos de otros. Gente del mismo pueblo luchando en bandos distintos, que incluso organizan treguas entre tiro y tiro para ir a pescar al cercano río.
La peli, no obstante, no es muy allá, aunque tenga cosas positivas, como por ejemplo la magnífica fotografía en blanco y negro y la soberbia interpretación de Antonio Ferrandis (sí, el futuro Chanquete) como el espabilado, valiente y honesto sargento del grupo (Premio Mejor Actor Protagonista, otorgado por el Sindicato Nacional del Espectáculo en el año 1966, así como Tomás Blanco, como mejor actor de reparto).
Además, creo que va de menos a más, siendo, no obstante, algo irregular en el ritmo e interés.
El final, con la sangrienta lucha final, es de recibo, con fuerza y logrado montaje.
Creo que merece la pena, sobre todo por apartarse de las mezquindades que se hicieron en los años cuarenta y cincuenta en el cine español. Esta, por lo menos, no huele mal.
https://filmsencajatonta.blogspot.com.es