Pinky y Cerebro (Serie de TV)

5 comentarios en «Pinky y Cerebro (Serie de TV)»

1. Pinky y Carebro han sabido respirar mejor tanto en los 2000 como en los 90s cuando recién entraron el aire. Hay toda clase de episodios, los hay reflexivos (Plan de Pinky), los íntimos (Romi), los memorables y formidables (Todo lo que necesitas es Narf), los ácidos (Invasión extraterrestre), los chocantes (Pinky Suave) los bismales (Pinky, cerebro y Larry)… y todo un rol de arquetipos de una cultura pop estadounidense con el hecho de afirmar ser una potencia global.
   
   La pareja dispareja sabe que cuando quieres perfilar una identidad macha pero escurridiza como un ratón debes saber que puedes practicarla en compañía de otros personajes, una lección valiosa de socializar cuando compartes los mismos gustos y el mismo rubro. Nunca me aburrieron ni me atontaron… se trata de una grandeza poco conocida por muchos críticos amargos como es el Humor No Convencional, el arte de hacer reír por medio del intelecto, o algo así.

   Cerebro que cada día, me recuerda más a mi por mi forma casi rimbombante al expresarme, nunca alcanzó la meta de conquistar la Tierra o cualquier forma de vida inteligente sin habla para su catálogo de super sabio.

   Lo mejor: El gag recurrente de los enunciados entre el sabio y el bobo
   
   Lo peor: Ciertos albures muy difíciles de entender, haciéndolos parecer creados por autores con cerebro de hierro….te quedas rascando la cabeza.

2. Del mismo creador tomando de la incomprendida pero exitosa serie Animaniacs llegan esta dupla de ratones albinos se la pasan encerrados en una jaula en un laboratorio ACME y que Pinky le hace la eterna pregunta a Cerebro de lo que van a hacer todas las noches y es tratar de conquistar el mundo. Cuando Antes de salir de su jaula Pinky anda en una curiosidad así como se encarta en su estupidez y locuras supinas y que Cerebro, el más inteligente, se mata la cabeza haciendo esquemas, ecuaciones y resolviéndolas para luego mostrarle a Pinky lo que van a hacer.
   
   Fuera de eso, debe armarse de paciencia ya que Pinky pregunta y afirma sandeces, y a la vez, mete la pata con lo cual le estropea sus planes. Otras causas comunes de los fracasos que debe sufrir Cerebro son el complejo napoleónico, el poco o nulo entendimiento con los humanos y su mala suerte.
   
   Cada emprendimiento que hacen no necesariamente tiene que ver con lo científico sino también con las tendencias sociales, políticas, culturales y morales por lo que construye cuidadosamente lo que van a hacer, sin embargo, recae en su sempiterna ambición que lo enceguece y eso hace que cometa garrafales errores por lo que se arruina por completo sus planes. Sin embargo la trama se vuelve repetitivo y con un final nada alentador por lo que este par de ratones cop el rabo entre las patas se devuelven para la jaula de los laboratorios ACME para replantear o buscar otro modo de conquistar el mundo.
   
   En mi juicio, fue otra de las series rescatadas a finales de la década de los noventa gracias a sus estereotipos bien definidos, diálogos creíbles y de su temática trillada pero con un toque de humor e impredecibilidad en algunos capítulos cuando alguno de los dos tengan buenos y malos momentos. No obstante, para la audiencia debió diversificarla con el fin de afianzar más su acogida.
   
   El gran lunar de esta serie es adicionar a una niña melosa, ingenua y latosa llamada Elvira que al comprarlos de una tienda de mascotas los cogen de juguetes y creyeron los productores que iba a ser el complemento ideal y continuación de su trama global para la serie pero la embarraron por completo generando indignación conjunta de los televidentes, productores y guionistas. De todas maneras, Pinky y Cerebro fue el mejor cameo (derivado de Animaniacs) y posteriormente, la mejor serie de la última década de los noventa gracias a este par de ratones que intentan enésimas veces conquistar el mundo pero que desafortunadamente fracasan y no pierden la esperanza en lograrlo.
   
   Como moraleja, que los productores y guionistas no se les ocurra meter o quitar personajes con el pretexto de darle mayor gracia a sus producciones. Es bueno arriesgarse, pero que haya un conflicto interesante y que su creatividad sea infinita e impredecible.

3. Continuación de uno de los mejores segmentos-si no el mejor- de Animaniacs , Pinky y Cerebro plantea una premisa repetitiva pero muy ingeniosa. Dos ratones de laboratorio se plantean dominar el mundo. Ambos han sido alterados genéticamente en diversos experimentos, de manera que uno es super-inteligente y el otro , no se sabe si porque ha quedado tocado en esos experimentos o por nacimiento, es tonto del bote.

   Los planes de Cerebro son en ocasiones muy divertidos e ingeniosos, aunque el desarrollo de las historias y los desenlaces a veces no están a la altura de la premisa.

   Otro de los problemas de este spin-off frente a su presentación en Animaniacs es su animación, a veces es menos cuidada que la que tenían en la otra serie contenedor.

   No obstante, hay episodios muy buenos y es llamativo cómo intentaron convertir esta serie en un producto más para adultos que Animaniacs y Tiny Toons. Recuerdo concretamente un episodio en el que Cerebro se disfrazaba de persona y era acusado de acoso sexual. Además hay algunas sátiras políticas en algún que otro capítulo.

   Posteriormente los ejecutivos de la cadena empezaron a proponer imposiciones absurdas, que los responsables de la serie también se tomaron a broma. Les aconsejaron introducir nuevos personajes por lo que primero parodiaron el asunto en un capítulo que introducía un personaje que no añadía nada interesante a la dinámica de los chistes (algo así como el Poochie de Rasca y Pica), en el capítulo Pinky and The Brain and… Larry. Finalmente tuvieron que acceder a cambiar la serie y metieron con calzador al personaje de Elvira de los Tiny Toons, lo que no funcionó muy bien.

   Aún así su mítica presentación, su tema musical y sus carismáticos personajes quedan como recuerdo de una de las premisas más ingeniosas de la animación de los noventa. Raro sería que esta serie no acabara teniendo una versión cinematográfica de esas explota-nostalgias con los bichos hechos por ordenador y el resto en imagen real. Y si no, al tiempo.

4. Gran serie de animación en la que dos ratoncitos aparentemente inofensivos se convierten durante la noche en tachannnnnnnn……, un ratón superinteligente que sólo vive todas las noches para conquistar el mundo y otro ratón que que sólo vive para exasperar a su jefe. Ellos son Pinky y Cerebro!!! uno el ratón más listo y el otro el más torpe de la historia.
   
   Todas las noches maquinan planes para conquistar el mundo pero al llegar el alba deben volver a sus pequeñas jaulas y aburridas vidas de ratón ya que Pinky siempre se encarga de estropear los planes perfectos diseñados por su amigo Cerebro.
   
   Esta serie ha dejado míticas frases para la historia y una canción de inicio de serie que merece incluso llevarla en el coche en largos viajes.

5. Eso mismo es: Pinky y Cerebro, el ingenio de cada uno de sus episodios donde desarrollaban una idea o plan para… lo mismo que hacemos todas las noches Pinky… tratar de conquistar el mundo!! .

   Sin duda esta serie marcó un antes y un después, superando a Animaniacs de donde surgió y a tantos otros dibujos de la época y el mismo estilo.

   La gran duda es, ¿Esta serie es infantil? En parte las tramas y los argumentos son muy difíciles de entender para los niños, aunque siempre tiene su parte de aventura o viaje para que se enganchen los peques… Sin embargo está destinado a un publico un poco más despierto a los detalles y las tramas.

   Igualmente se puede disfrutar desde el lugar de Cerebro cuando vemos a la sociedad, las costumbres, culturas, ideas o incluso momentos históricos, etc. Por todo eso esta serie es algo más que para niños.