Perdona pero quiero casarme contigo
Sinopsis de la película
Segunda parte del film Perdona si te llamo amor . Alex (Raoul Bova) y Niki (Michela Quattrociocche) están más enamorados que nunca. Acaban de volver del faro de la isla de Blu donde han vivido días inolvidables. Niki vuelve a ver a sus amigas, pero una serie de cambios importantes en sus vidas pondrá a prueba la amistad de las chicas. También Alex reanuda la vida con sus viejos amigos. Todos ellos, Flavio (Ignazio Oliva), Enrico (Luca Angeletti) y Pietro (Francesco Apolloni), han dejado de ser maridos serenos y seguros debido a ciertas dificultades que han puesto en peligro sus matrimonios.
Detalles de la película
- Titulo Original: Scusa ma ti voglio sposare
- Año: 2010
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
4.5
62 valoraciones en total
Justo cuando creíamos que habíamos recibido suficiente azúcar, justo cuando creíamos que nos habían bombardeado lo suficiente con tópicos amorosos, justo cuando creíamos que ya no quedaban más tonterías que decir sobre las relaciones en pareja… con Federico Moccia topamos, de nuevo. La culpa de esta reaparición no la tiene él, sino el gran público, que hasta que se demuestre lo contrario, es quien manda aquí, y que por increíble que parezca, sigue viendo con buenos ojos esas tonterías que en el mejor de los casos, no hacen más que ofrecer un puñado de respuestas fáciles relacionadas con esa fuente eterna de ingresos -es lo que es- llamada amor.
El parecido más que razonable entre los títulos Perdona si te llamo amor y Perdona pero quiero casarme contigo es un claro indicativo del también más que parecido razonable entre ambos productos finales. Que se alegren pues los fanáticos de Moccia (que a juzgar por el éxito de ventas de sus libros, y el buen funcionamiento de sus respectivas adaptaciones cinematográficas, no son pocos), y que empiecen a subirse por las paredes sus detractores (los cuales espero de todo corazón que tampoco sean escasos en número). Al fin y al cabo, distinguir una película de la otra es lo mismo que enfriar los nervios de la afición futbolera en vísperas de otro clásico: misión imposible.
No solo porque siga siendo indignante la poca chicha que se le saca a una relación potencialmente tan morbosa, no solo porque absolutamente todos los personajes que desfilan ante nuestros ojos sean los mismos, no solo porque los problemas que les conciernen se repitan… y nos sigan importando un bledo, todo sea dicho. Más que por todo lo expuesto (y otros muchos argumentos que ni vale la pena mencionarlos), lo que a fin de cuentas hace que en nuestra mente no entre nada más a parte del concepto déjà vu es la vomitiva autocomplacencia en la que tan gustosamente cae el filme.
Segunda parte de la adaptación de las novelas de Federico Moccia donde la pareja protagonista se propone casarse (como dice el título) y como no podía ser de otra manera surgen un montón de problemas, a cada uno en su entorno, es decir, al tío cuarentón con sus amigos casados que se pelean con las esposas y le dicen que no se case, y a la chica joven con sus amigas que están en la universidad o trabajando y que le dicen que es muy joven y todo eso, y de nuevo todo rodeado de mucho rollo cursi y ñoñerías varias. ¡Ah! Y con las presentaciones a las familias respectivas incluidas.
Cuando ví la primera parte me dije, vale, tampoco lo he pasado tan mal, en esto del cine a veces se te cuelan este tipo de películas o hay que verlas para hacer vida en pareja, y además las tías estaban guapas, pero ya está, nunca mais.
Y pasan los meses y un día estas apalancado en el sofá, cansado tras un duro día, y vas y pillas empezando en el plus por la noche la segunda parte, y medio zombi te dejas hipnotizar por los guapos protagonistas y la insulsa historia y te quedas traspuesto una hora y media por el subidón de glucosa que te deja las neuronas del cerebro a nivel troglodita y cuando está acabando despiertas como de un sueño y dices, ¿Pero qué hago yo tragándome este engendro pasteloso sin piés ni cabeza?
Y luego están en Mallorca…
En fin, que no tengo disculpa porque esta vez no puedo ni poner de excusa a mi chica. Me avergüenzo… prometo no ver perdona pero quiero tener hijos si algún día llega a existir.
No es una película para lanzar cohetes, se parece mucho a la de Perdona si te llamo amor. Todo el tiempo sigue una misma línea, sin altibajos, sin nada sorprendente. Es entretenida porque no me ha aburrido, y en alguna ocasión me reí.
En fin, una película prescindible. Lo mejor sin duda, son los tios y tías buen@s que salen. Un regalo para la vista.
Al igual que con SEXO EN NUEVA YORK 2, hay historias que están bien contadas una vez… pero que explotadas al máximo en secuelas se vuelven destructivas y asfixiantes. Es lo que sucede con esta segunda película. A pesar de ser bastante peor que la primera, la cual me gustó bastante, se puede ver y entretiene, pero creo que nunca debió hacerse. No sé si la novela era necesaria pero, desde luego, la película no. Para los amantes de Federico Moccia quizás, pero demasiado empalagosa, previsible, absurda y con un final feliz demasiado HAPPY.
Hay que reconocer que, con toda la gama de tópicos usados y sobados en la primera entrega de Moccia, la película se salva de la quema por tocar aspectos espinosos del amor, aunque no lo practique demasiado, supongo que como casi todos los humanos, tengo mi apartado de correos en mi corazón para el romanticismo y el pasteleo y sufro de temporadas en que preciso cine que me haga creer en que en esta vida, no en la otra, hay algo más que desempleo, asesinos en serie, crímenes, muerte y últimamente, estrellas del comic, disfruto de las cintas románticas de final feliz y cerrado aunque solo sea para llenar mi reserva de esperanza, la cual últimamente anda bajo mínimos. Pero luego de Perdona que te llame amor, la secuela sobra enormemente, mientras en la primera puedes aún ver un mundo artificialmente rosa, harto útil para los años que nos hacen pasar, en esta solo se recuerda lo de siempre, un corcho innecesario para una botella cuyo contenido ya ha sido consumido y degustado, no entraré en spoilers pues mi recomendación si alguien se atreve a verla, es que pudiendo vaya a los últimos 20 minutos, o mejor 15, y obtendrá un resumen de la hora y media de rigor. Con estos temas solo se tiene éxito una vez, no caben trilogías si no quieres convertir tu obra en una telenovela de los 80. El aceptable buen sabor de boca que me ha conducido a comprar el libro de Moccia, de segunda mano eso si, se indigesta con solo el visionado de su supuesto epílogo, no pierdan el tiempo.