Perdidos en la nieve
Sinopsis de la película
Noruega, 27 de abril de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial. Tras un enfrentamiento aéreo, varios pilotos enemigos, unos del bando británico y otros del alemán, terminan perdidos en el frío y desolado desierto helado de la tundra noruega. Allí juntos, tendrán que dejar atrás sus diferencias por el conflicto bélico e intentar colaborar para conseguir salvar sus vidas. Una experiencia que puede hacer surgir la amistad o acabar con ellos para siempre.
Detalles de la película
- Titulo Original: Into the White (Cross Of Honour)
- Año: 2012
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6.2
56 valoraciones en total
El noruego Petter Næss sorprendió en su país de origen hace poco más de una década con la taquillera Elling, su segunda película, que además fue nominada al óscar a mejor film extranjero. Ahora llega a las carteleras españolas con una inteligente historia sobre una extraña amistad en tiempos de guerra. Basada en un hecho real acontecido durante la Segunda Guerra Mundial, Perdidos en la nieve narra las aventuras de cinco hombres – tres alemanes y dos británicos – que, tras derribarse mutuamente con sus bombarderos, se estrellan en las inhóspitas montañas nevadas de Noruega. La casualidad hace que ambas tripulaciones se tengan que refugiar en la misma cabaña. Para poder sobrevivir, los dos grupos son conscientes que deberán dejar de lado sus diferencias políticas y cooperar. Esta colaboración, al principio extremadamente hostil, irá evolucionando debido a las circunstancias hacia una relación cordial y de amistad verdadera.
Este argumento es muy similar al de otras películas no bélicas ambientadas en época de guerra. Sin lugar a dudas, nos recuerda a En tierra de nadie o, sobre todo, a Infierno en el Pacífico (sin el hándicap idiomático de esta última), con la evolución gradual en la actitud de los personajes hacia la aceptación tras la desconfianza inicial de estar atrapado con alguien del bando contrario. De hecho, hasta que los soldados británicos llegan a la cabaña, el espectador no es consciente al cien por cien de que la película está ambientada en plena Segunda Guerra Mundial. La escena inicial no nos mete de lleno en el caos de una guerra, simplemente nos muestra el avión caído del bando alemán y a sus tripulantes luchando por su supervivencia.
El verdadero teniente Horst Schopis (interpretado en la película por un magnífico Florian Lukas) habló con Næss antes de que éste realizara Perdidos en la nieve contándole todos sus recuerdos sobre este hecho que marcó su vida. Suponemos que el director se tomó licencias dramáticas para hacer la historia más atractiva como por ejemplo las divertidas tomas cuando encuentran el alcohol o la preciosa escena con la aurora boreal de fondo mientras el artillero Smith (un des-Ronizado Rupert Grint) entona el Over the rainbow. Y es que, aún estando rodada en su mayoría en interiores, la última película de Næss saca el máximo partido y belleza a los blancos extensos paisajes noruegos y a su naturaleza salvaje las contadas veces que el guión así lo permite.
Como ya apuntábamos arriba, la cabaña es el principal escenario y es el lugar donde se forjan las relaciones entre el quinteto protagonista. Los abundantes diálogos son fluidos y ahondan en la psicología de los personajes. La película funciona por la química entre el reparto, todos los actores consiguen conectar con el público haciendo más creíble su curiosa y atípica amistad. El humor, el drama y la tensión están presentes sin caer en lo absurdo ni en el exceso. Se nota que Næss tiene experiencia teatral y la intensidad en la película se mantiene gracias a su labor y al buen trabajo con los actores. Es sin duda en el plano interpretativo donde Perdidos en la nieve destaca y por el cual merece la pena ir a verla.
Perdidos en la nieve es una película basada en hechos reales de características claramente teatrales. Su director, Petter Naess, nos cuenta la historia de un grupo de aviadores ingleses y alemanes derribados durante el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Estamos en el año 1940 en una gélida Noruega, perdidos en las montañas en plena ventisca y en la que ambas tripulaciones se encuentran en el único refugio que hay en la zona, una cabaña. En ella deberán aprender a superar los odios de la guerra para sobrevivir.
A partir del encuentro la película hace una aproximación al interior de cada uno de sus personajes, a su pasado y esperanzas de futuro. Si bien la cinta posee una clara tara, ya que el bando inglés es expuesto con un retrato muy superficial comparado con los alemanes y ello hace que la película quede desequilibrada. Y es que la exposición de los alemanes es una descripción mucho más elaborada psicológicamente. Con estos combatientes de la Luftwaffe nos sirve para acercarnos a ver como era el pueblo alemán durante su época más oscura. Desde clases altas de la sociedad a los jóvenes criados con la única referencia del partido nazi en el poder.
El desarrollo de la cohabitación en esa cabaña en las montañas está tratado con un tempo deliberadamente moroso, que a mí me hace disfrutar más de la película que si se hubiera intentado, simplemente, una superación de adversidades de forma más acelerada. Cada pequeño problema que acontezca entre ambos bandos se convertirá casi en una cuestión de estado entre Inglaterra y Alemania. Es solo a partir del entendimiento y la comprensión de las personas que tienen enfrente cuando serán capaces de colaborar. Esa es la principal virtud de este film noruego, que es capaz de mostrarnos a seres humanos, al estar desprovista de prejuicios políticos, en una guerra donde sus combatientes no son tan distintos entre sí como ellos piensan.
Magnífico film. Me ha hecho recordar a la premiada En Tierra de Nadie (No Mans Land). Brevemente – pues el argumento es solo la cáscara -: la historia, basada en un hecho verídico acaecido durante la segunda guerra mundial, trata de un avión alemán y otro inglés – ambos de combate – que son derribados en pleno invierno, en medio de una Noruega bajo nieve. Algunos tripulantes se salvan y comienzan a buscar cómo sobrevivir. Los alemanes encuentran una cabaña en la que refugiarse, los ingleses llegan hasta allí más tarde, y a partir de entonces se establece una compleja e intensa relación entre enemigos mortales.
Muy buenas actuaciones, adecuado nivel de lenguaje e interesantes diálogos. Si bien la mayor parte de la película transcurre dentro de la cabaña, también hay algunas espectaculares imágenes exteriores. Cinematográficamente clásica, pero perfecta.
En síntesis, un film que narra, informa, interesa, entretiene y gratifica. Muy recomendable.
Me quedé gratamente sorprendido con esta cinta al comprobar que se trataba de una buena historia de principio a fin. Es como una cinta de las de antes, es decir, un bello decorado y un puñado de actores los cuales son suficientes para llenar mas de una hora y media de una gran lección de fraternidad y entendimiento ante una situación difícil.
Parece mentira que incluso las películas de presupuestos astronómicos ni siquiera lleguen a un espectador ávido de un bello relato como este.
La verdad, me ha gustado, y en estos tiempos de contaminación hollywoodiense, ver una película noruega (si bien con actores britanicos y germanos) es lo mas parecido a dar una bocanada de aire fresco en plena montaña.
Las actuaciones adquieren una naturalidad relajante, la ausencia de efectos especiales deja concentrarse en la trama… Incluso somos capaces de apreciar la belleza del paisaje con sencillos planos, sin necesidad de sobrevolarlo con complejas y millonarias tomas aereas con banda sonora…. ¡Dios mio! ¿Y si al final resulta que el cine es esto y no The-Avengers-3D-por-10€+gafas?
Ambos son cine, igual que las lentejas de tu madre y el Big Mac son comida.
El ritmo es más que correcto, no sobra ninguna escena, y resulta interesante la forma en que se van conociendo a los personajes a medida que estos evolucionan. Me recuerda en parte a Mi mejor enemigo pero tiene aquello que la faltaba, un final que te deja buen sabor de boca.
Por cierto, la v.o. hace que los marcados acentos de los actores enfaticen los dialogos, casi he conseguido sacarme la voz de doblaje de Ron Weasley de la cabeza.
En definitiva, es una de esas películas que te reconcilian con la esencia del cine.