Babylon
Sinopsis de la película
Tras la caída de las instituciones mundiales más importantes, la humanidad vive en un estado de anarquía total. El aventurero y mercenario Hugo Cornelius Toorop recibe la misión de escoltar a una bella joven desde un remoto convento de Rusia hasta Nueva York. Cuanto más se acerca a su destino, más grande es su sospecha de que lo que debe proteger no es solo una simple muchacha.
Detalles de la película
- Titulo Original: Babylon A.D.aka
- Año: 2008
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
4.5
63 valoraciones en total
Primero de todo: Kassovitz ha renegado del film, quejándose de que su versión del guión fue destrozada y de que no pudo (literalmente) rodar ni una escena como tenía en mente, así que supongo que eso justifica que el film sea tremendamente irregular a todos los niveles…
-El argumento: una mezcla entre Transporter , Children of men y algunos otros films.
-Estilo visual: poca cosa, amigos. Primeros planos por doquier. Uno tras otro. Apenas hay puesta en escena. Mucho caos y cámara en mano… pero pocas imágenes claras. Creo percibir cierta influencia del Avalon de Oshii, pero tal vez sea cosa mía.
-El Nueva York del futuro: todo el mundo la compara con el Los Ángeles de Blade Runner , pero no se le parece tanto como se dice. Es más bien una mezcla entre el Tokio actual y el Coruscant nocturno de El ataque de los clones . Por otro lado, el film no es demasiado futurista.
-Charlotte Rampling: me provocó un inmediato dejá vú y llegué a creer durante la proyección de la película que estaba volviendo a ver Immortel (ad vitam) .
-No hay sentido del humor. Ninguno. ¿Why so serious? El Death Race de Paul W.S. Anderson parece en comparación el cachondeo padre…
-Vin Diesel: desaprovechado. Este hombre da para más. Pero no aquí.
Igual que entré, igual que salí. Babylon sinceramente, me ha parecido una refritanga de otras películas. Dando por sentado que se trata de la adaptación cinematográfica de una novela llamada Baylon Babies, me parece que su autor, al cual he leído, se dedica descaradamente a emplear cientos de historias ya contadas y unirlas en un solo libro. Nada original. En la película se nota. El Nueva York del futuro es una copia descarada del Los Angeles del 2019 de Blade Runner. Pero no consigue, aún contando con más dinero seguro que Scott, el ambiente, la recreación, el escenario de caos futurista. Moteros macarras, ex combatientes de Bosnia, sectas religiosas, y unos cuantos canallas de postín.
El asunto de la genética y los superhombres está más visto que una película de Garci y Vin Diesel, a estas protagonista, no se quita esa cara de Riddick, renegado en un mundo que se desmorona en contra de todos.
El resto no es más que una película de acción muy bien rodada eso sí. Unas cuantas escenas de puñetazos, un par de persecuciones de ejecución perfecta. Por ejemplo la de la nieve. Algunas escenas impactantes que tratan de mostrar lo malvados que somos los seres humanos. Tengo que decir, en su favor, que la escena del submarino ruso es, en mi opinión, de lo mejor de la película.
El guión eso si, tiene más agujeros que el Titanic. Quizás si hubieramos visto la versión que rodó el director, que duraba cerca de dos horas y media, antes del tajo que le metió la FOX para su estreno, la cosa podía haber cambiando en algo. Nos quedaremos con la duda hasta que salga el DVD.
A mi me aburrió. No estaba deseando ni mucho menos conocer el desenlace.
Por cierto, aunque el final como es habitual queda abierto a un Baylon: La saga continúa, me parece a mi que la cosa se va a quedar aquí. Menos mal.
No. No me he confundido. Todos los elementos anteriores estaban en la peli, incluso los semitas. Babilonia se puede entender como la gran tierra fértil del planeta que en la peli es Nueva York. Urbe totalmente desarrollada que será el destino de los protagonistas de la historia en un camino desde Rusia.
En la Torre de Babel dice el Génesis que un día se dio una confusión provocada por numerosas lenguas que se hablaban. Creo que eran 19, como las que conoce nuestra joven protagonista, que es un producto genético y una gigantesca wikipedia andante.
Los semitas dominaron durante un tiempo Babilonia y en la peli surge un grupo fanático que desea crear una nueva religión a partir de seres cultivadísimos. Inventada guapa.
Y Vin Diesel no podía faltar en el mundo antiguo. Era conocido por aquella época como Hammurabi. El del código. El de que si robabas te cortaban la mano. Ahora Vin Diesel ha vuelto del pasado para cargarse a todo el mundo que se interpone en su camino entre Rusia y Nueva York. Una porrada de kilómetros con manos que cortar.
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A Mathieu Kassovitz le dijeron los productores como tenía que hacer la peli y al final se le hincharon los cojones. De ahí que con algunas escenas no expliquen bien toda la movida o que pienses que falta algo. Para mi gusto -además- falta media hora, pero la culpa es de los productores: Kassovitz quiso irse rápido por patas al ver lo que había engendrado.
Esta peli era para algo más, por eso Vin Diesel siempre será recordado por ser Dominic Toretto conduciendo un coche y Hammurabi.
En pocas películas el genio de un director se combina con el buen hacer de los actores, técnicos de iluminación y sonido, maestros del maquillaje y expertos en sombras chinescas. Mathieu Kassovitz se ha convertido de motu propio en un diamante en bruto del panorama cinéfilo actual. Su temple para mantenernos pegados a la butaca, así como la de vestir al personaje de Vin Diesel con ricos y variados matices, anticipa desde el comienzo que presenciaremos una brutal y desgarradora búsqueda del yo interior y del ello exterior.
M. Kassovitz dibuja un personaje bergmaniano. Un hombre atormentado por sus recuerdos en pos de la redención que logre la salvación de su alma. Ya de primeras, despacha elegantemente a un viejo conocido siguiendo las normas del reputado método Stanislavsky. El porte, la figura, la sonrisa… pretenden disimular las obvias carencias de una madre alcohólica y un padre ausente. Vin cojones Diesel interpreta el papel de su vida. Maneja con destreza motos sobre nieve y finta misíles balísticos de última generación no sin… atención spoiler… exponer de manera grave su vida recibiendo una mortal herida fruto del sacrificio desinteresado, acción ésta que debería, según mi modesto entender, haberse rodado a cámara lenta y utilizando el zoom para que el público pudiera percibir los detalles del drama y de la camaradería que acompañan a tan salvaje instante. Nuestro héroe se desangra en los hielos árticos y a pesar de ello no perderá su gran sentido del humor y su presencia de ánimo bajo ninguna circunstancia, hecho este a destacar por parte de una dirección briosa a la par que contemplativa.
El arte cinematográfico se alimenta entre otras cosas de la capacidad para producir sorpresa al espectador. Babylon clava esta máxima del Cine. Ninguno de los que la hemos visionado salvo quizá, algún demente, hubiéramos adivinado jamás las perfectamente escondidas dotes marciales de una monja asiática de mediana edad. Una grata sorpresa contemplarla lanzando huasi-geris y guardándole la espalda al personaje quijotesco de Vin cojones Diesel bajo el noble y taimado propósito de… atención!!!, escoltar a una moderna Virgen María lejos de la maldad y la corrupción moderna, punto principal de la obra y que consiguió expandir todos mis chakras ante la conmoción causada por este giro inesperado que daba sentido tanto a la redención futura de nuestro héroe bergmaniano como al secreto a voces de que esta película era algo más que un puro entretenimiento, sino más bien filosofía postcatólica combatiendo en una tierra egoísta, moderna y por qué no decírlo… futurista también.
Muy recomendable film de acción cristiana que continúa la estela sionista inaugurada por Matrix y que además posee una de las escenas más impactantes de tensión sexual de los últimos tiempos. Vin cojones Diesel sin camiseta es como un caramelo a la puerta de un colegio. Pero ahí estaba la Virgen… mmm… no contaré más, véanla!!
Un uno muy claro.
Sin fisuras.
El actor y director francés Mathieu Kassovitz, de una filmografía de progresiva americanización (El odio, Los ríos de color púrpura, Gothika), nos ofrece un film futurista que pretende emular a la reciente Hijos de los hombres y, en menor medida, a la más lejana en el tiempo Blade Runner: de la película de Cuarón imita el propio nudo argumental (la escolta de un ser especial), su arenosa textura visual, su simbolismo religioso, y el carácter realista dentro de la ciencia-ficción, del film de Ridley Scott extrae el tema de la creación de personas por procedimientos no naturales, y algunas ideas de puesta en escena como la representación de Nueva York en el último acto de la peripecia.
Naturalmente también hay diferencias, y ahí es donde Kassovitz naufraga: Babylon carece de la enjundia política de Hijos de los hombres, y de la profundidad psicológica de Blade Runner.
Además resulta algo confusa en su devenir, atropellada en las secuencias de acción, y torpe en las escenas de multitudes: Kassovitz debería aprender de su compatriota Jean-Paul Rappeneau, que sí sabe cómo hacer un inteligente uso del caos y del tumulto (véase Bon voyage).
En su descargo, es bastante probable que la parte de co-producción americana, y la presencia del influyente héroe de acción juvenil Vin Diesel, hayan incidido en el resultado final más bien pobre, de manera que las presiones no hayan permitido al director ser demasiado autor.
En este sentido, tal vez con unas mayores dosis de violencia explícita o de morbosidad sexual (intuyo que en algunas escenas el director pisó o le hicieron pisar el freno) la película habría quedado mejor y sería menos producto yanqui.
Teniendo en cuenta que no es una película para el lucimiento de los actores, cabe destacar la cautivadora presencia de la bella francesita Mélanie Thierry como Virgen María del futuro, y la escalofriante mirada de Charlotte Rampling como suma sacerdotisa de esa orden religiosa a la que, en ese caótico mañana, ya sólo le queda la demostración de los milagros para reavivar la fe en Dios, tan muerto y acabado como el mundo tal y como lo conocíamos.