Para que no me olvides
Sinopsis de la película
Irene (Vilarasau) vive con Mateo (Fernán-Gómez), su padre, y con su hijo David (Coma), un chico de 22 años. La convivencia es armoniosa y feliz, pero surge un conflicto: David, que es un brillante estudiante de arquitectura, ha decidido irse a vivir con su novia (Etura), una cajera de hipermercado. Pese a su talante liberal, Irene no logra entender una relación tan dispar, pero David cuenta con el apoyo de su abuelo. Mateo es un octogenario vitalista a pesar de que durante la Guerra Civil (1936-1939) perdió su casa y a parte de su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Para que no me olvides
- Año: 2005
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
6.6
51 valoraciones en total
Tercer largometraje de Patricia Ferreira, rodado en Madrid y Galicia, durante unas 8 semanas, con un presupuesto relativamente reducido, de 2,4 millones de euros. Se presentó en el Festival de Berlín (2005). El productor es Pancho Casal.
La acción tiene lugar en Madrid y Alicante en torno a 2003. Narra la historia de David Robles (Roger Coma), de 22 años, hijo de padres separados, que desde los once vive con su madre Irene (Emma Vilarasau) y el abuelo Mateo (Fernando Fernán-Gómez), octogenario que tuvo una infancia traumatizada por el fusilamiento del padre y la muerte en prisión de la madre, ambos republicanos. Es estudiante brillante de arquitectura y conoce a una cajera, Clara (Marta Etura), de un supermercado de la barriada, de la que se enamora y deciden vivir juntos. Irene no siente simpatía por Clara, a la que considera poco ambiciosa. La figura del abuelo emerge como el personaje experimentado, sereno y lúcido, en torno al cual giran las preocupaciones de David (que cuenta con su complicidad), la tristeza de Irene (que necesita su poyo) y la ingenuidad de Clara, con la que simpatiza y por la que siente un afecto paternal. Entre David, Clara e Irene, el abuelo construye, disimuladamente, el clima que reduce tensiones y genera acercamientos. La reivindicación de la utilidad imprescindible de los mayores, dentro y fuera de la família, constituye, tal vez, el mejor y más emotivo acierto de la película. La hostilidad que Irene siente por Clara es más instintiva que racional. De ahí que las cosas puedan cambiar: tienen mucho que compartir.
La música incluye fragmentos de Puccini ( Tosca ), Dvorak, Larsson, Beethoven y Grieg ( Peer Gynt ), que acompañan las incidencias de la acción de modo correcto y eficaz. La fotografía combina adecuadamente planos medios y primeros planos, que realza con movimientos suaves de la cámara. Comete el error de mostrar una playa atlántica como si fuera mediterránea, ignorando las diferencias radicales que hay entre ellas. En el Mediterráneo no hay mareas, salvo en las películas americanas de romanos, como Ben Hur . La interpretación de Fernán-Gómez es magistral, la de Marta Etura, que desborda simpatía, es notable. Emma Vilarasau deja constancia de su buen hacer, pese a las dificultades de su personaje. El guión, de la directora y de Verónica Yagüe, cuenta una historia triste y melodramática, con algunas debilidades que delatan inexperiencia. La hostilidad de Irene hacia Clara se expresa con algunos recursos excesivos. La dirección, pese a contar con buenos medios, no consigue dar a la narración el ritmo y la coherencia deseables. La búsqueda de la comunicación de sentimientos queda más en el lado de los propósitos que en el de los resultados.
Película triste y melancólica, que se recrea en algunos aspectos melodramáticos (secuencia del hospital, taller de teatro). Contiene destellos de buen cine en la descripción del personaje de Mateo.
Y efectivamente… Así de cruel e injusta es la vida.
Maravillosa, conmovedora y bien hecha película de Patricia Ferreira a la que habrá de seguir muy de cerca. Y es que… !!! Que grandes son estas pequeñas películas españolas !!! Esas películas que te hacen pensar… que te hacen sentir… que te recuerdan lo bonita pero a la vez puta que es la vida, pero a pesar de todo, es tu vida, y merece la pena vivirla.
Interpretaciones más que sobresalientes del trío protagonistaa destacando el encanto de Marta Etura y la calidad interpretativa de uno de los mejores de la historia española conocido de sobra por todos (Fernando no te mueras por favor!!!).
Todo ello unido a una banda sonora perfecta, adecuada a cada momento, unos diálogos admirables y alguna que otra frasecilla para recordar…y por supuesto la playa de Alicante en el horizonte!!! Qué más le podemos pedir??
Una de esas películas que todo el mundo debe ver al menos una vez en su vida. Una advertencia: si eres mínimamente sensible… llorarás.
Te fuiste de repente.
Te fuiste y lo último que vi de ti fue tu mirada triste porque yo estaba enfadada.
Lo último que viste tú de mí fue mi espalda y mi expresión de desaprobación, de estúpida soberbia.
Me marché como si pudiera volver a verte cuando quisiera.
Ahora no estás, y tu mirada me persigue. Tus objetos, tus pertenencias y tus recuerdos personales siguen ahí, en tu cuarto, como si nada hubiera pasado, esperando a que vuelvas. Mirarlos es como si me asestaran puñaladas por todo el cuerpo.
Levanto la vista hacia la puerta, como si estuvieras a punto de entrar.
Me parece oír el sonido de tus pasos, el roce de tus ropas y tu voz hablándome de cualquier nadería desde el pasillo.
Vaya donde vaya, estoy en un tris de encontrarte, pero te me escurres en cuanto recuerdo que te has ido.
Recordarte es una llaga abierta. Pero olvidarte es mucho peor. No debo olvidarte.
¿Cómo se lleva la carga de la pérdida? ¿Cómo se aprende a convivir con un dolor demasiado profundo? ¿Cómo se aprende a seguir adelante?
Pero debo hacerlo. Porque es lo que tú querrías.
Y lo haré.
Te recordaré tal como eras.
Te esperaré cada tarde. Esperaré tu recuerdo, aquellas palabras que me dedicaste, aquella sonrisa que me envolviste en papel de fiesta… para que no te olvide. Aquellos dulces libros de los que me hablabas, tus duras vivencias…para que no te olvide.
Esta no es una historia cualquiera… o tal vez sí. Sin embargo, jamás existió quien la imaginara, quien la sintiera tan adentro que contagiase las emociones de esta forma, quien me hiciera llorar de ternura, de anhelo, de amor, de tristeza hasta tal punto que quisiese morir como los protagonistas. Porque todos tenemos el deseo y la necesidad de conservar los recuerdos tan fuertes y suaves como la primera vez, intactos: su voz, su olor… incluso aquellas cosas que nunca llegamos a saber de él.
Un abuelo: Mateo. Una madre: Irene. Un hijo: David. Una chica: Clara. Todos eslabones de una misma cadena que se rompe en la misma medida en que se une. Y una historia… David, de pequeño, escuchaba entusiasmado las anécdotas que su abuelo le narraba sobre la Guerra Civil Española, su abuelo se las contaba una y otra vez, una y otra vez. No obstante, con la vejez, el desvanecer de los recuerdos es irremediable, y llegó un día en que el abuelo no se acordaba ya de aquellas aventuras, y entonces David sintió que era la hora de devolverle a su abuelo el regalo que un día él le entregó: su memoria.
Nos da esta película una valiosa lección de lo importante que es, del valor tan inmenso que supone, lo vivido. Olvidar… olvidar es hacer un vacío en la historia de nuestra vida, desmenuzar una foto de los buenos tiempos, no, ni las personas que ya no están merecen tal infamia ni nosotros el dolor camuflado. Hay que dar dos pasos hacia el frente y coger de una mano el futuro y de otra el pasado.
Maravillosa e inigualable, conmovedora y electrizante. Ha conseguido derribar los fuertes muros de mi orgullo, no dejando lugar a represiones y haciéndome temblar como la primera vez que me dieron un beso. Cualquier palabra queda ridícula para expresar cuánto he llegado a emocionarme, cómo he querido por un momento estar en aquel hueco dentro del olivo para que nadie viese brotar como cataratas las lágrimas de mis ojos, para no descubrir mi yo más íntimo, sí, ése al que tanto le vuelvo la cara.
Es por todo lo anterior que les ruego que la vean, pues una obra de semejante magnitud no merece ese desconocimiento, y el elenco de actores, entre el que se incluye el gran Fernando Fernán-Gómez, es para quitarse el sombrero y cantarle una saeta. Para que luego digan que el cine español es una basura…
Otra vez me llevo una decepción con una película española más o menos bien valorada, por lo que no me resisto a hacer una crítica de lo que en mi opinión son sus fallos. Animo a todo el mundo a que sea especialmente crítico con nuestro cine, a ver si entre todos poco a poco va ganando en calidad.
Los dos puntos débiles principales de esta película (que ya han sido destacados por unas pocas críticas, frente a las alabanzas generales de todas las demás) son, por una parte, su desmesurado y cargante esfuerzo por provocar emociones, por dar pena, por intentar hacer llorar, y por otra parte su parcial ejercicio de lo que han dado en llamar memoria histórica encarnada en el abuelo, una especie de héroe republicano casi caricaturesco, devorador incansable de libros, porque claro, ya sabemos que todo aquel que le tocó vivir en el lado nacional era un salvaje analfabeto. Uno no puede evitar que la directora lo hace para ser carne de subvención, es como si quisiera dejar clarísimo que ella está en el lado de los buenos, así que venga los del Ico dadme la pasta ya! Mal va nuestro cine si está a expensas de lo que le marque la élite gobernante, sea del signo que sea. Son los peligros de vivir a subvención.
Y ahora es cuando tengo que decir que el régimen franquista fue totalmente deleznable y que los abusos y asesinatos que se cometieron es algo que nunca debemos olvidar (qué triste tener que aclararlo, antes de que alquien con pocas luces me acuse de fascista, o algo por el estilo, dios me libre).
Bueno, y en relación al primer aspecto que comentaba, a mí personalmente el intento de hacer que el protagonista nos parezca el chico perfecto e ideal, lo convierte en un personaje realmente repelente y las escenas en plan parejita feliz rozan muchas veces la cursilería. Lo dicho, es muy exagerada en su intento de provocar emociones: el chico perfecto llego a ser un poco odioso, las escenas de amor dan un poco de vergüenza ajena, en definitiva, su intento de emocionar se confunde con la pura sensiblería. Si a eso le añades que es un poco larga y que se repite bastante, al final acabas pulsando el botón de avanzar.
Para decir algo bueno, es verdad que Marta Etura está bastante bien en su papel. Además, sin que sirve de precedente, ¡¡a los personajes se les entiende!! ¡Saben pronunciar! La pena es que a veces parezca que están leyendo, pero bueno, no se puede pedir todo, ya hemos dado un primer paso.. Y para no ser injustos del todo, a veces sí hay escenas bastante bellas, como la de la nieve en la ventana.