Óscar. Una pasión surrealista
Sinopsis de la película
Narra dos vidas paralelas. En la primera mitad del siglo XX, el pintor español Óscar Domínguez (Joaquim de Almeida) lleva en París una vida bohemia. Muchos años después, a Ana (Victoria Abril), una abogada madrileña, se le diagnostica una terrible enfermedad que la lleva a volcarse en la búsqueda de un misterioso cuadro que, según los expertos, fue la última obra del pintor surrealista canario, antes de suicidarse en 1957.
Detalles de la película
- Titulo Original: Óscar. Una pasión surrealista
- Año: 2008
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
3.7
57 valoraciones en total
Y es que resulta muy triste ver cómo se pierden las oportunidades de hacer una, al menos, decente película. ¿Cómo a alguien que se le ocurre dedicarle una película a este interesantísimo personaje, puede destrozar tan buen punto de partida de esta forma? ¿A quién se le ocurrió contar así la historia? ¿A qué viene la aburrida y sin razón trama de Victoria Abril y CIA? ¿Esos paralelismos entre su personaje y el de Óscar Domínguez se los traga alguien?. Está bien ser original e intentar contar las cosas de nuevas maneras, pero si esa nueva forma que se te ocurre de abordar una historia, no sólo no la enriquece, sino que la ensombrece, es mejor pecar de tradicional y hacer una cosa medio decente, que crear esta bochornosa película.
Y es que por si fuera poco ya el inri de tener que tragarnos las aburridas peripecias de Victoria Abril, resulta que las pocas escenas en las que vemos a Óscar Domínguez (¿cómo puede ser que practicamente Victoria Abril tenga igual o incluso MÁS protagonismo que el propio personaje de Domínguez?) tampoco son para tirar cohetes. Se nos ha hecho un refrito de todas las anécdotas y tópicos que conocemos de Domínguez, obviando su lado artístico, intelectual, sus aportaciones a la Historia del Arte y su papel dentro del grupo surrealista (representado en la peli por dos contadas apariciones de André Breton y poco más, como si él hubiese sido el único surrealista!). En lugar de intentar combinar los cotilleos amarillos de la vida de Domínguez con su mundo intelectual, sólo se nos presenta al Domínguez mujeriego, pendenciero, borrachín y medio lunático. Desde luego fue todo eso y posiblemente más, pero tenemos datos suficientes que nos permiten conocer su otra cara, el Domínguez artista, surrealista, intelectual, comprometido contra el fascismo. Y todos estos Domínguez que fueron, hubiese estado bien verlos en la película.
No es nada nuevo el que el séptimo arte aborde la biografía de un artista de manera lineal y monótona, siendo la mayoría de producciones de este subgénero historias con un final conocido. No es el caso de Oscar, una pasión surrealista que intercala en la trayectoria historia del surrealista canario Oscar Domínguez la búsqueda de una pintura que sucede en tiempo presente. Lejos de la desconexión entre ambas tramas, el modo de contar las historias, la aparición de inquietantes personajes comunes (Román y Roma) y elementos narrativos que sobrevuelan las dos tramas hacen del film un elemento compacto que llena cuando se sale de la sala.
Admito que puede que no sea un plato para todos los gustos pero si estoy seguro que es unos de los productos con mayor proyección artística de este año. Los fans de Victoria Abril quedarán absolutamente satisfechos con su actuación así como del portugués Joaquim de Almeida al que le aplica un notable trabajo de caracterización a lo largo de la historia.
Fui a ver esta película sin pretensión alguna y un tanto escéptica. Obviando la falta de fidelidad en cuanto a los acentos (curioso ver a un canario Óscar Domínguez hablando en París un castellano con acento portugués), puedo afirmar que esta película se me ha quedado bastante corta. Aunque no se me hizo en absoluto tediosa, me quedé con muchísimas dudas, sobre todo en cuanto al personaje del pintor. El director sólo se queda en la superficie. No da ninguna profundidad al personaje, y nos lo muestra como un personaje frívolo y con una sexualidad bruta, sin reseñar que parte de su dolor no es sólo un dolor existencial, alcohólico o esquizofrénico, sino que el propio pintor sufrió al final de sus días una dolorosa enfermedad: elefantiasis (de este dato me he tenido que enterar a través de la wikipedia, porque en el film ni se dislumbra).
Por otra parte Victoria Abril me ha parecido un tanto sobreactuada. Sin negar que la enfermedad degenerativa que sufre (cuyo nombre tampoco se da a conocer) pueda ser muy dolorosa, tantos espasmos exagerados y cara de sufrimiento contínuo llegan a cansar.
La apuesta es interesante, sobretodo el paralelismo entre la vida de ambos protagonistas (Óscar en el pasado y Ana en el presente), pero pienso que se ha quedado en una obra incompleta que podría haber ofrecido muchísimo más. En ningún momento llegas a entender por qué a Victoria Abril le va la vida en encontrar el cuadro, ya que no se muestra ningún lazo directo y empatía entre la abogada y el pintor.
Debo decir a favor de la película, que Joaquim de Almeida, una vez más, demuestra ser un buenísimo actor. Y un gran descubrimiento para el cine español la actriz que encarna a Roma (Paola Bontempi).
Una pena que Emma Suárez, una actriz que me encanta, de la impresión de que sólo pasaba por allí .
Yo pienso que el principal problema de la película radica en la pésima construcción del guión. A menudo observo que cuando quieren contar la vida de un personaje, se pierden en lo importancia: el pensamiento interno que los ha llevado a lo que son. El señor Fernández ha hecho un guión desde fuera para el lego que no conoce a Óscar Domínguez, y ha puesto en boca del protagonista conversaciones superficiales que deben dar cuenta de quién es. Sin embargo, Óscar no hablaba así con Man Ray, ni con Breton o con Picasso, hablaban de arte desde la profundidad del pensamiento. Y por otra parte, la relación de Óscar con la historia de Victoria Abril es muy trivial, con un final que es el regodeo de lo trivial.
He visto miles de películas en mi vida. Y os lo juro, que esta está entre las peores de esa lista con diferencia. Es malísima, es patética, no tiene argumento válido. Y el director , que por lo visto es novel, más que Lucas Fernández se debería llamar pato Lucas, por lo patoso que es en la dirección. Sólo se salvan algunos de los actores (Almeida y Emma Suárez). Victoria Abril, como actriz, creo que pasó hace mucho tiempo a mejor vida.
En la rueda de prensa de promoción se hablaba todo el rato de que querían dar a conocer al pintor, Óscar Domínguez. En la película si muestran una obra pictórica suya, es mucho. Al único que se ha dado a conocer es a Don Lucas Fernández, pero por lo malo que es.
Ahorraros el dinero. Yo caí en la trampa.