Gemini
Sinopsis de la película
Yukio, un doctor de éxito que lleva una agradable vida, ve de pronto cómo ésta se va desmoronando progresivamente por culpa de su hermano gemelo vengativo, que liquida a sus miembros de familia uno por uno, y que reclama a su amante -que es ahora la esposa de Yukio-…
Detalles de la película
- Titulo Original: Sôseiji (Gemini)
- Año: 1999
- Duración: 84
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6.3
37 valoraciones en total
Opté por esta película un domingo de insomnio, sin muchas ganas de ver nada y con la ilusión de revivir el taladro de esa obra de arte cyber-punk llamada TETSUO. Nada más lejos de la realidad. El director cambia en este film totalmente su registro, y se separa de los notorios trabajos futuristas y aberrantes de sus comienzos.
Casi como un cuento clásico, con una cuidada fotografía y un ambiente excepcional, se narra una historia de venganzas, de pasión, de clases sociales y de la vida en general. Una lucha entre lo bueno y lo malo, lo perfecto y lo imperfecto, el amor y la conveniencia. Un ejemplo de la futilidad de la vida, de cómo teniéndolo todo de pronto se puede quedar uno sin nada.
Un cinta con intriga, con muchos cabos sueltos que se resuelven uno tras otro. Unos flashbacks bien situados que dan agilidad a la historia. La evolución en los personajes va in crescendo, notando cada cambio en ellos como si lo estuvieramos viviendo.
Resaltar sin embargo, el papel de los progenitores, sobre todo el del padre, sin mucha lógica excepto para mostrar la dureza y frialdad de la casa. Las doncellas y enfermeras parecen puestas por el ayuntamiento, casi como meras espectadoras sin relevancia ni utilidad ni nada de nada. Es lo que le quitaría al film.
En resumen, una muy buena cinta de intriga y sensaciones que me mantuvo entretenida y despierta (que ya es mucho a las tres de la madrugada).
Esperábamos terror, o al menos aberraciones a tuti. Eso les prometí a mis compañeros de visionado. También giros imprevisibles y surtidores de ketchup por doquier… o qué menos que un poco de hierro oxidado traspasando carnes, quebrando dentaduras, rotantes pitos cónicos taladrando esfínteres parasitados… pero nanai del Paraguay. Nuestra inocente y curiosa sed de perversión post-adolescente no pudo ser apaciguada en esta ocasión… Quizá con Taxidermia haya más suerte.
Pero, bueno, como no hay mal que por bien no venga, al menos pudimos disfrutar de un oscuro cuento de pasiones, rivalidad y traición, con efecto déjà vu, que nos mantuvo pegados al asiento hasta el final. Incluso consiguió provocarnos unas impagables carcajadas histéricas a coro con el entrañable gag involuntario que hemos nombrado laterales en el pasillo y que, de verdad, nos llegó al corazón.
Sin duda se trata del trabajo más convencional de Tsukamoto que he visto hasta la fecha. Se agradece alguna extravagancia que otra, como la curiosa inversión del patrón tradicional de la estética flashback (aquí el pasado se nos presenta con inusual colorismo, nitidez e inteligibilidad, en cambio, el presente se encuentra envuelto en una atmósfera bastante más sombría, casi críptica, y ambigua), pero ninguna sorpresa. Y ninguna queja, de veras. El argumento esta vez tiene su pequeña lógica, y aunque en los carteles promocionales se pasaron un poco de listos dejándonos creer que interpretaba algún papel sustancial, el cameo de Tadanobu Asano también mola…
Al final llegamos a la conclusión de que la historia de siempre, si se narra con pasión y elegancia, puede seguir teniendo su gracia.
Tsukamoto revisita una historia tan clásica como la de los demonios de la dualidad —ya sea social o sentimental—, teatralizada en una parodia o visita postmoderna del teatro No. Describe un mundo tan dual como la realidad de los personajes que vivirán en él, el burgués y el suburbial, mundos separados apenas por el transcurso de un río.
Quien sabe de este director no puede sorprenderse de la dirección que va tomando la historia, al contrario, una historia sencilla (porque siempre es sencillo describir los contrarios u opuestos, que básicamente tiendes a describirse por sí mismos) que paulatinamente tiende a abigarrarse, pero exactamente por el rumbo que buscaba el autor: ni más ni menos que hallar la justificación de un asesinato, la expiación de un pecado tan capital como el cometido por Caín contra Abel.
No creo que sea una película para todos los gustos, y sin embargo se la aconsejo a cualquiera que quiera descubrir a Tsukamoto, puesto que para mí es ésta la cumbre de su filmografía. Una película extraña o incluso incómoda, fascinante también.