Operación Ogro
Sinopsis de la película
Historia del atentado con coche bomba de ETA que mató a Carrero Blanco en diciembre de 1973. Tiempo atrás varios hombres que formaban un comando de ETA tenían una misión: secuestrar al almirante Carrero Blanco para intercambiarlo por presos políticos. Sin embargo, cuando estaban a punto de cumplir su objetivo, Carrero fue nombrado Presidente del Gobierno, y los planes cambiaron. Tiempo después, uno de los hombres de aquél comando sigue siendo partidario de la lucha armada, mientras que sus antiguos correligionarios creen que ha llegado la hora de seguir los cauces democráticos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Operación Ogro
- Año: 1979
- Duración: 100
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te detallamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
6.9
93 valoraciones en total
No ha sido nunca fácil en el mundillo del cine retratar con verosimilitud el problema del conflicto vasco, y salvo excepciones como la que nos ocupa, generalmente se cae en el ridículo más espantoso, con historias fuera de lugar y que no reflejan en absoluto lo que sucede en Euskal Herria.
Pero el director Pontecorvo pone el dedo en la llaga y aborda con rigor, crudeza, realismo y hasta elegancia un problema que, por desgracia, persiste muchos años después de este rodaje.
Los actores están muy contenidos, metidos a la perfección en sus personajes, e incluso el genial Eusebio Poncela borda su papel de etarra inmisericorde y reacio a dejar las armas una vez acabada la dictadura.
Fue un momento crucial dentro de la banda armada, que tras la escisión entre el aparato político y el militar perdió completamente el norte y la posibilidad de oro de haber logrado la paz por la vía del diálogo.
Y ésta es quizá la única pega que le pondría a la película, el no haber profundizado algo más en estos años de la transición.
Pero aún y todo, y pese a conocerse el desenlace de antemano, la trama se sigue con interés de principio a fin, no decayendo en ningún momento gracias a un desarrollo dinámico e incluso poniéndote de los nervios durante los instantes previos al atentado, el cual pudo ser clave para propiciar definitivamente la caída de la dictadura franquista.
Ojalá todas los films dedicados a este trágico problema se abordarán con la misma honestidad y realismo.
Estupendo análisis del terrorismo conducido con muy buen pulso, manteniendo una perspectiva ecléctica que permite sacar a la palestra crítica la mayoría de los aspectos relacionados con los orígenes de ETA.
En 1973, todavía con el franquismo impuesto, ETA, quien llevaba ya varios años empleando la lucha armada, era considerada una organización antidictatorial más, por lo que contaba con el apoyo de un sector considerable de la población. Esta situación queda perfectamente reflejada con los personajes del albañil (Georges Staquet) y la niña (Ana Torrent). Pero no se queda ahí la película, sino que alterna la preparación del atentado contra Carrero Blanco con la posterior situación de los integrantes del comando en plena transición, donde se produjo una escisión entre los partidarios de seguir con la lucha armada y los que preferían aprovechar los nuevos mecanismos democráticos que se iban abriendo.
El guión no se corta un pelo y cuestiona en todo momento la susodicha lucha armada y el odio cegador de los protagonistas –por ejemplo, a su llegada a Madrid, antes de haber visto nada, ya les entran arcadas simplemente por ver a unas gentes que, en realidad, actuaban como las de cualquier otro lado en un fin de semana–, así como también critica al régimen franquista –es cojonuda la frase que se escucha por la radio que sintoniza la frecuencia de la guardia civil y que dice algo así como que nadie debe ver nada antes de que se informe al generalísimo –.
Los actores están muy bien y la música de Morricone contribuye a crear momentos muy tensos.
He echado un vistazo por otras páginas y me ha sorprendido mucho ver las bajas notas que se le dan. Supongo que será por cuestiones ideológicas, porque por cinematográficas no le veo suficientes fallos como para justificarlas –tampoco las ideológicas las justifican a mis ojos–.
Romántico y bastante apologético acercamiento al fenómeno etarra que resulta perfectamente disculpable, habida cuenta de que la dirección y buena parte de la producción son italianas y con una orientación política bastante evidente. Cabe decir en su favor que la obra es casi coetánea a los acontecimientos que se recrean, de manera que la falta de perspectiva histórica debe ser tenida en cuenta. A pesar de estos condicionantes, se trata de la mejor película que he visto sobre el problema del terrorismo en España y uno de los pocos ejemplos de buen cine político, aunque sea en régimen de coproducción. El film apunta algunos aspectos interesantes, como la relación entre el clero vasco y el surgimiento de ETA, la escisión que se planteó en la banda una vez muerto Franco, o algunas especulaciones que se han concretado en forma de ensayos, novelas, etc. sobre la supuesta anuencia de algunos sectores del régimen franquista, o incluso de la propia CIA respecto al atentado contra Carrero. Aunque la elección de actores no me parece la más afortunada, el tono general de la película es más que aceptable (el aspecto de gudari de Volonté, o Ángela Molina, una abertzale a lo Romero de Torres). Sigue aguantando el paso del tiempo y es de visión casi obligada, porque ilustra un episodio crucial en la historia reciente del antiguo área de la peseta. Además, está a años luz de bodrios como Días contados, o de tonterías como Lobo, GAL y alguna que otra que circula por ahí.
Cuando un realizador pretende trazar un film que trate temas tan espinosos como el de la obra que nos ocupa, debe interesarse esencialmente por crear unos personajes que, ante todo, resulten palpables y cuyas motivaciones no sean fruto de la nada, sino todo lo contrario, sus intenciones deben ser dilucidadas por el espectador para que este pueda comprender que la propuesta que se le está brindando no es un film gratuito de cuantos abundan hoy en día, cuya única intención es ofrecer un aceptable espectáculo.
Parece que el realizador italiano supo bien como trabajar y manejar esa premisa, pues como bien he leido en algunas de las críticas colgadas aquí, se preocupa de trazar unos personajes ante todo creibles y humanos. Personajes que, si bien no llegan a cuestionarse plenamente la moralidad de sus actos, si muestran momentos donde intentan razonar cual es el mejor camino a escoger para llevar a cabo sus fines. Y esa, sin lugar a dudas, es la mejor baza con la que cuenta la cinta.
Dejando de lado ese aspecto, se podría decir que el buen ritmo con que es llevada la película obra como herramienta para que el espectador no se desentienda de lo que le están contando y permanezca atento ante los acontecimientos que se narran en ella.
Probablemente, el uso del flashback no resulte del todo acertado en determinados puntos y a la realización le falte un tanto de dinamismo en el momento de trasladar las imágenes en pantalla, pero esa no es una traba como para que Operación ogro deje de ser un film digno e interesante.
Hace 36 años nadie en este país sospechaba en aquella época, que un comando terrorista de ETA cambiaría para siempre el rumbo de la historia, lo que en un principio se planeo como un secuestro para canjearlo por presos políticos, finalmente se convertiría en uno de los más violentos atentados que acabo marcando así el final del regimen franquista, y a uno de sus sucesores y mano derecha de Franco el almirante Carrero Blanco.
La labor llevada por el cineasta Gillo Pontecorvo es la mejor que se ha podido aportar a este suceso, conmocionaría a toda España, y lo hace desde el punto de vista de los autores de la masacre retratando sin tapujos los acontecimientos que cambiarón el curso de la historia, mientras los españoles son mostrados como los represores que fueron y aún lo siguén siendo para los pocos vascos de la izquierda abertzale que aún hoy, defienden sus ideales mediante el uso de la violencia y las armas, según ellos al oprimido pueblo vasco por el estado español.
El film nos muestra con un sorprendente rigor todos los detalles para ejecutar el plan para llevar a cabo dicho antentado, y un desarrollo de los personajes aún más sorprendentes aunque sea de manera libre como bien indica los autores del filme, destacando la excelente labor llevaba a cabo por sus interpretes como Eusebio Poncela en su papel del miembro de ETA Argala verdadero protagonista del film y motor de esta gran película de sorprendente calidad argumental como técnica.
Y en el plano técnico como no, también destacar el gran trabajo llevado a cabo por el especialista en efectos especiales Emilio Ruíz del Río, sobretodo en la meticulosa reconstrucción e impactante secuencia en la cual el coche del almirante, es destruido violentamente elevando el vehículo hacía el otro extremo del edificio de los Jesuitas a su paso por la Calle Claudio Coello Nº 104 mediante el uso de maquetas y decorados de las fachadas construidos en miniaturas a escala.
La música de Ennio Morricone resulta también muy acertada en su composición por parte del maestro, más aún cuando este se permite ciertas licencias para el uso de temas musicales como el ya conocido Eusko Guradiak (Somos los soldados vascos) lo cual convierte a esta polémica película, en una de las obras cumbre del cine español y la que mejor ha retratado el espinoso tema del conflicto vasco.