Ocho apellidos catalanes
Sinopsis de la película
Las alarmas de Koldo (Karra Elejalde) se encienden cuando se entera de que su hija Amaia (Clara Lago), tras romper con Rafa (Dani Rovira), se ha enamorado de un catalán (Berto Romero). Decide entonces poner rumbo a Sevilla para convencer a Rafa de que lo acompañe a Cataluña para rescatar a Amaia de los brazos del joven y de su ambiente. Secuela de Ocho apellidos vascos .
Detalles de la película
- Titulo Original: Ocho apellidos catalanes aka
- Año: 2015
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
4.4
68 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Agustín Jiménez
- Alain Hernández
- Alberto López
- Alfonso Sánchez
- Belén Cuesta
- Berto Romero
- Betsy Túrnez
- Carmen Machi
- Carmen Rigole
- César Maroto
- Cesc Casanovas
- Clara Lago
- Dani Rovira
- Esperanza Pedreño
- Iolanda Muíños
- Javi Chou
- Jordi Llordella
- José Chaves
- Josep Maria Riera
- Karra Elejalde
- Manolo Monteagudo
- María Forqué
- Pep Sais
- Rosa María Sardà
- Sayago Ayuso
- Txabi Franquesa
- Ylenia Baglietto
Como aficionado al cine, a la comedia y al género humorístico en general puedo decir que me siento enormemente ofendido y molesto con tremendo esperpento de 99 minutos que no sirve siquiera para hacer uso de bulto.
Es tanta la grima que me produce este auto plagio que preferiría torturarme antes viendo el gag de la Empanadilla de Móstoles una y otra vez antes de tener que verla de nuevo.
El único mérito de esta pandilla de actores con su director a la cabeza es el de haberse superado a si mismo haciendo algo todavía más inservible que con los primeros apellidos.
Y por lo que al otro tema se refiere (oportuna o inoportuna en el contexto actual) no considero que sea una cuestión de finura de piel, pocos deberían ser los ofendidos pues nada nuevo aporta esta chorrada de tópicos y chistes fáciles, contados con poca gracia y menos ritmo que cualquier película de Alvaro Vitali (alias el Jaimito ).
Y si pocos deberían ser los ofendidos, mismos los seguidores y por las mismas razones.
Oportuna o no…pues vayan a saber ( a mi me da absolutamente lo mismo sea cual sea la intención)
Una colosal lástima que películas de tan mínimo calibre sean las protagonistas en la historia taquillera de la península. (una real radiografía de nuestra sociedad)
PD: Disculpo sin ningún tipo de miramiento al señor Karra Elejalde. Sólo espero que con la pasta que pueda ganar con esta segunda patraña, le permita rechazar un tercer papel de esta pesada odisea.
Lo siento por todos vosotros, pero habéis cometido el mismo error que cometí yo cuando con 10 años empecé a poner la excusa de que no había hecho los deberes porque me encontraba mal. La primera vez coló, pero al repetir la farsa y elaborar cada vez menos mis pícaros pretextos acabé recibiendo una justa y merecida regañina.
Arrasasteis con la primera parte pese a sus infinitas carencias, conseguisteis colar vuestro producto a millones de personas e incluso ganasteis unos cuantos Goyas.
La trama es simple y absurda. La comedia brilla por su ausencia o se limita a la exageración del acento andaluz. Si en la primera por lo menos teníamos un par de secundarios que servían de excusa para ver la película en esta no tenemos nada. Se hace una caricatura del actor caricaturizando a una caricatura, es decir, una tontería. Ni las nuevas incorporaciones aportan nada ni los que repiten sacan adelante esta película.
Amigos míos, sé que el dinero huele muy bien y que lo que buscabais con esta segunda parte era dar gusto a vuestro olfato, pero la habéis cagado.
Sí, que os quiten lo bailado, lo entiendo (a mí me pasó lo mismo), pero no volveréis a colar nada a nadie. Habíais conseguido una misión imposible, hacer creer a mucha gente que Dani Rovira era todo un actorazo, que incluso hacía gracia. No amigos no, es hora de ir al rincón de pensar a recapacitar sobre lo que habéis hecho.
Segunda parte del mayor éxito comercial del cine español de todos los tiempos: Ocho apellidos vascos . Lo que en esta era ingenioso, ahora es totalmente desastroso. No funciona nada. Ni una pizca, ni un atisbo de la frescura y simpatía de la aceptable película original, que conocía bien sus modestas ambiciones y sus limitaciones y resultaba un agradable entretenimiento para el gran público teniendo más calidad que otras películas de su género. En la secuela todo es infinitamente inferior. No hay ni un solo momento que me arranque no ya una risa, sino una simple sonrisa. Todo suena forzado, falso y carente de buenas ideas.
Desde el minuto uno de película me invade la vergüenza ajena (destacables esos espantosos títulos de crédito Google Maps feat. Star Wars ) y tengo claro de que lo voy a pasar bastante mal durante los 98 minutos restantes. Probablemente haya gente a la que le haga gracia o encuentre diversión en estos personajes histriónicos y nada interesantes. Yo, desde luego, no. Pero ya no es solo que particularmente no me divierta, sino que la historia es tan pobre, tan previsible y está contada de forma tan automática que es desesperante. Aunque esto no sería tan grave si en los diálogos, situaciones y personajes hubiera algo de ingenio o de inteligencia, como en su predecesora.
Los actores tampoco salen bien parados, ya que la mayoría están pasados de rosca o sus personajes son tan insulsos que es imposible que tengan un mínimo de lucimiento. Especial mención a un bochornoso Berto Romero, incapaz de resultar creíble y mucho menos gracioso. El único que se salva de esta generalización es Karra Elejalde, que hace lo que puede con su personaje pero en vano.
En el apartado técnico tampoco hay nada que se pueda rescatar. La dirección es rutinaria y propia de una sitcom mala. También la fotografía es digna de las peores series de televisión, y es un festival de fallos de raccord de luz y cromas cutres.
No me gusta ser tan crítico, pero es que de donde no hay no se puede sacar. Lo que era gracioso y funcionaba en la primera, aquí agota hasta la extenuación y hasta resulta aburrida, que es una de las peores cosas que se pueden decir de una comedia.
Irá mucha gente a verla y sus creadores ganarán mucho dinero. Solo espero que no sigan haciendo más películas sobre estos personajes, ya los han explotado más que suficiente.
La película no es divertida, solo oportunista, los actores siguen un camino trazado y ya trillado. Hasta perdieron la originalidad en el título. Siempre tuve claro que los APELLIDOS VASCOS eran flor de un día… Si…. ya se todo eso de la película más taquillera y toda esa historia. No, nos engañemos. Las ovejas acudieron a las salas movidas por el pastor de la brutal publicidad con la que nos invadieron.
Dentro de unos años cuando veamos la primera nos avergonzaremos tanto como de la segunda. He acudido a verla porque necesitaba confirmar lo que ya sabía. No me he equivocado. La gente sale muy decepcionada del cine. No sé que esperaban, la historia no da para más. Una lástima porque a las inocentes ovejitas se la cuelan una, pero va a ser difícil que lo hagan dos. Las ovejitas se enamoran pronto y así nos va.
Me parece que un dos es una buena nota. No te gastes el dinero en los apellidos catalanes, no lo merecen.
Vuelve Mediaset a la carga metiéndonos por los ojos su producto, cual verdulera pregonando en el mercado. La secuela era innecesaria y sólo sirve para estropear el legado de la primera, que tan poco era gran cosa, pero era coherente en su relato. Por culpa de Ocho apellidos catalanes, descubrimos que el personaje arisco de Clara Lago es enamoradiza, y lo hace de Berto Romero. Por Dios, nunca vi en el cine una pareja con menos química. Berto Romero no es actor, no sabe trasmitir y que alguien se lo diga ya. Encima con esa barba que salta a la legua que es postiza parece una caricatura.
Lo único destacable del reparto es Rosa María Sardá. Demasiado poco.
La película amén de forzada y poco creíble, resume su vertiente cómica en un puñado de caducos chistes sobre la racanería catalana.
Vale, el objetivo es recaudar dinero sin importar la calidad, pero que luego la SGAE no lo llame cultura y reivindique que este tipo de arte reciba subvenciones públicas.