Objetivo: Birmania
Sinopsis de la película
Durante la II Guerra Mundial, el Mayor Nelson y sus hombres son lanzados en paracaídas sobre la jungla birmana, tras las líneas enemigas, para destruir una estación de radar japonesa. La angustiosa y extenuante expedición a través de la jungla y los pantanos repletos de soldados enemigos se convertirá en un juego mortal en el que tan importante será cumplir con éxito la misión como poder ser rescatados…
Detalles de la película
- Titulo Original: Objective Burma!
- Año: 1945
- Duración: 142
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Opinión de la crítica
Película
7.2
99 valoraciones en total
Jerry Wald, El productor newyorkino Jerry Wald que ya había financiado durante la SGM otra película bélica y patriótica como Destino:Tokyo, volvió en el último año de la guerra a producir otra del mismo género titulada Objetivo: Birmania y que dentro de este tipo de películas que se hicieron durante el conflicto podemos catalogarla como una de las tres mejores sin lugar a dudas.
Y es que Objetivo Birmania al margen de la japonofobia que irradia todo el film (Exterminémosles a todos, exclama el periodista cuando ve la matanza y tortura de sus compañeros) y que en parte crea un caldo de cultivo para Nagasaki e Hisroshima, además de que desde el punto de vista biogeográfico, muchos paisajes no corresponden con lo que uno espera de Birmania, aunque a decir verdad los resultados para haber sido rodado casi íntegramente en Central Park son magníficos.
Bueno pues a pesar de todo ello Objetivo Birmania es maravillosa.
Un hombre de cine de la calidad de Raoul Walsh se encarga de que la orquesta suene muy bien a pesar de contar con un guión que es lo peor de la cinta. Pero ver como nos lleva al sufrimiento de aquellos hombres, como consigue hacer que sintamos el paso de las horas, de los días, los mosquitos, el barro, la humedad….e incluso la muerte y la amistad.
Y luego tenemos a un Errol Flynn en pleno estado de gracia. Es curioso que siempre que se habla del actor tasmanio es casi para menospreciarle, cuando a mi juicio es uno de los más grandes. Quizá es porque cuando se le recuerda siempre se le relaciona con Michael Curtiz y su cine de aventuras cuando personalmente pienso que fue con Raoul Walsh con el que tiene dos de sus mejores interpretaciones. Una como el General Custer en la extraordinaria Murieron con las botas puestas y otra esta como el paracaidista Capitán Nelson en las que nos da una lección de registros delante de una cámara.
De la música de Franz Waxman, uno siempre espera lo mejor y aquí lo vuelve a demostrar con un ritmo que combina lo clásico y lo militar de forma envidiable. Y la fotografía del chino-americano James Wong Howe ( Estación Termini Picnic o El viejo y el mar ) aprovecha las sombras y los matices de grises de forma espectacular en la que es una de las últimas películas en blanco y negro fotografiada con estilo y gusto de la época.
Con una primera media hora de matrícula de honor y un posterior desarrollo notable, Objetivo Birmania es una de las películas bélicas que merecen estar en cualquier videoteca que se precie.
No la juzguemos a la ligera y hagamos un poco de historicismo a la hora de valorar películas de este tipo.
Altamente recomendable y sobre todo disfrutable.
Uno de los títulos más emblemáticos del cine bélico es Objetivo Birmania. Una entretenida película de guerra con misión de por medio, llevada a cabo por heroicos soldados liderados por un pletórico Errol Flynn. Cuenta la historia de un grupo de paracaidistas que recibe el encargo de destruir un potente radar japonés cuya eliminación es vital para la invasión de Birmania.
La película fue filmada en un parque aunque cueste trabajo creerlo teniendo en cuenta lo bien ambientada que está. La música de Frank Waxman subraya el heroísmo de unos hombres que luchan por la supervivencia en un ambiente hostil plagado de enemigos japoneses. La influencia del film en otras obras del género queda patente en películas tan buenas como La cruz de hierro o Comando en el mar de la China entre otras.
La película destaca la personalidad del líder valiente capaz de ayudar a sus hombres y darles confianza cuando todo está en su contra. Pero no es un jefe autoritario porque comprende las frustraciones de sus soldados y les permite que se desahoguen como la escena en la que un soldado llora cuando los aviones que les aprovisionan pasan de largo porque no les ven. Quien mejor que el carismático Errol Flynn para interpretar este papel del que él mismo confesó que era uno de los que se sentía más orgulloso. La historia realza también el compañerismo y el valor de unos hombres que llevados hasta el límite son capaces de sacar lo mejor de sí mismos.
Cierto que la película es un poco patriotera pero hay que tener en cuenta que se filmó en plena Segunda Guerra Mundial y había que dar ánimos a los soldados. De hecho la cinta incluye multitud de escenas reales de maniobras militares y operaciones de combate reales al principio y al final.
El film tuvo mucho éxito y el propio Raoul Walsh dirigió unos años más tarde otra película de argumento muy similar pero ambientada en otra época titulada Tambores lejanos con Gary Cooper como protagonista. Samuel Fuller dirigió a su vez una especie de secuela llamada Invasión en Birmania que también era una buena película pero que no llegaba al nivel de ésta. Hasta el título de la película sirvió como inspiración para un conocido grupo de pop español de los ochenta.
Para terminar diré que cuando la vi de pequeño me encantó. Hoy en día me sigue pareciendo una gran película pero no tanto como antes. Algunas cosas me decepcionan un poco, por ejemplo las conversaciones y los chistes entre soldados que son muy tópicos e infantiles. Eso sí, me quedo con la secuencia del comienzo cuando los paracaidistas están a punto de saltar y el periodista le pregunta al capitán: -¿Qué pasará si mi paracaídas no se abre?, a lo que responde Flynn: Que llegará a tierra antes que nosotros!
Si uno ya ha tenido la ocasión de ver películas clásicas del género bélico o mafioso, ya sabrá más o menos lo que le depara la cinta de Raoul Walsh. Pues, detrás de una meritoria película bélica se esconde la típica moraleja de aquellos films de antaño.
Pero vayamos por partes, este film que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial en el frente del Pacífico, fue rodada contemporáneamente durante el desarrollo de la misma, esto hace que unido a las altas pretensiones de la sociedad estadounidense así como su visión tan patriótica de sus valores, hacen que la película se convierta en un mensaje de propaganda donde tratan de resaltar el valor de las tropas aliadas, que según la película, citan textualmente de que deben aplastar a los japoneses.
He aquí el punto más negro del largometraje, y es que como ya estamos más que acostumbrados, los EUA no pueden hacer nada sin que manifiesten sus valores y creencias, sin dejar la posibilidad de vislumbrar un film de forma fría y objetiva. Teniendo además en cuenta de la época en que se desarrolló el film, la moraleja y el sentimiento de propaganda es absoluto.
Sin embargo, no se puede negar de que Walsh hizo una más que correcta película bélica, que pese a que ciertos momentos guarden demasiada ingenuidad, el realizador sabe demostrar la crudeza y la sensación de supervivencia a la que deben someterse todo un pelotón de soldados abandonados a su suerte sin la posibilidad de ser rescatados, con faltos de comida y municiones y acosados por los japoneses.
Los actores también dan la talla, cabría destacar la actuación de Errol Flynn, que por fin le vemos en un rol más dramático y alejado de las típicas producciones aventureras que tanto le caracterizaban.
Estamos ante una loable cinta bélica, que sigue siendo una buena apuesta para los amantes del cine clásico y del género bélico, pero deberían haber empleado el film como denuncia a la guerra, y no como un mensaje de promoción para aplastar a los japoneses.
Ante todo y por encima de todo: Objetivo Birmania es una de las grandes películas bélicas de todos los tiempos. No se trata de si Errol Flynn hastía o no, o si los japoneses son peleles correteando ante la cámara. Esta película va más allá de todo eso.
Uno tiene que haberse tragado muchas películas bélicas para poder apreciar todo lo que esta joya representa y aporta. Verse Bataan, Guadalcanal, Arenas Sangrientas, Jornada Desesperada, Destino Tokio, Sahara, No eran imprescindibles, Sangre, Sudor y Lágrimas, La señora Miniver, etc… Esto como películas desarrolladas durante el conflicto, por no hablar de todo lo que vino después, que representa la mayor parte del género.
Es muy injusto tachar de panfletaria o propagandística esta película, o decir que sólo interesa a los yankees y que aquí ya no gusta. Realmente no es justo. Esta película nos muestra a unos personajes , a los cuales acompañaremos al infierno en un viaje que marcará sus vidas y las nuestras. Una película que es un canto al coraje, a la lucha por la supervivencia. Sean esta lucha y este coraje entendidos como el mero ejercicio extremo de sobrevivir en un ambiente hostil, con todo en tu contra, con un enemigo implacable tras de tí…..
Pocas producciones, incluso las más recientes, han conseguido de un modo tan verosímil trasladarnos a la piel de unos pobres diablos dispuestos a luchar, no por su patria o por su honor, sino por lo único que todos tenemos desde el momento en que nacemos y que tan fácil es perder, la VIDA.
Recomiendo desde aquí un repaso a algunas de esas películas que he citado, y tras ello volver a visionar esta joya, seguro que más de una opinión cambiará…
Objetivo: Birmania es un colosal y estremecedor relato de un grupo de paracaidistas acorraladas por el ejercito japonés. Raoul Walsh nos somete a un pulso por la vida y por la naturaleza humana en momentos delicados. Es cierto que nos encontramos con un grupo de soldados que jamás quedan perfilados y sus perfiles se nos muestran planos. El guión, sin excesivas pretensiones solamente se centra en el sufrimiento colectivo y en un Errol Fynn en estado de gracia.
La huída del infierno queda reflejada con tremendo acierto en un conjunto de tragedias y vicisitudes encontradas por un camino sin rumbo ni alimentos a los que ningún soldado encuentra explicación.
Es suficientemente efectiva para transmitirnos el sufrimiento y dudas de los paracaidistas.
Será una película panfletaria pero tiene la suficiente calidad para ser considerada una gran película.