Nuestras madres
Sinopsis de la película
Guatemala, 2013. El país está fascinado por el juicio de los oficiales militares que comenzaron la guerra civil. Los testimonios de las víctimas siguen llegando. Ernesto, un joven antropólogo de la Fundación Forense, identifica a las personas que han desaparecido. Un día, a través de la historia de una anciana, Ernesto cree que ha encontrado una pista que le permitirá encontrar a su padre, un guerrillero que desapareció durante la guerra.
Coproducción entre Bélgica, Guatemala y Francia seleccionada por Bélgica para los Oscar 2020.
Detalles de la película
- Titulo Original: Nuestras madres aka
- Año: 2019
- Duración: 78
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Opinión de la crítica
Película
6.2
53 valoraciones en total
Seguimos con la cobertura de estrenos recientes olvidados en la web mientras se mantenga el parón de las salas por la crisis del coronavirus. La ausencia de actividad cinematográfica durante este mes y medio y mi exigente calendario de actividad en el canal han hecho inevitable que el ritmo de publicación se reduzca drásticamente durante estos días. Pero podéis estar tranquilos, pues no va a detenerse del todo. A pocos días de que comience una inesperada y gratificante experiencia festivalera, pongo el foco en la que probablemente acabe siendo una de mis películas favoritas de este convulso 2020. Una película latinoamericana descubierta en la última edición del Festival de San Sebastián que fue una de las grandes sorpresas de aquella semana de cine donostiarra. Su estreno por las grandes pantallas españolas fue extremadamente fugaz, más reducida aún por nuestro complicado contexto. Me refiero a la guatemalteca Nuestras madres, Cámara de oro en el último Festival de Cannes y ópera prima del montador habitual de Jayro Bustamante, César Díaz. Una íntima y sentida película, que tuvo una difusión tan modesta como ella misma y pude descubrir gracias a mi ambición expansionista por las secciones de los festivales. Una película de premisa y argumento socialmente poderoso y bastante desconocido para el europeo, una excusa perfecta para adentrarse en la historia reciente de la cultura guatemalteca. Era mi intención dedicarle unas líneas en esa entrada con la cobertura del festival que espero y deseo se publique algún día, pero esta opción es más adecuada para ella. Una estupenda película, que sin alardes narra su historia con elegante planificación y abrumadora potencia emocional. Un apabullante éxito en sus propios términos.
Nuestras madres , una interesante y dolorosa película coproducida por Guatemala,Bélgica y Francia que relata la historia de Ernesto (Armando Espitia), un joven antropólogo guatemalteco, que trabaja en la Fundación Forense identificando restos de los desaparecidos en las masacres de la población Maya, entre los que puede estar su padre.
Basada en hechos reales, César Díaz – nacido en Guatemala de donde huyó con tan solo 9 años para instalarse con su madre en Bélgica (su padre es un desaparecido político)- dirige su ópera prima con gran acierto. Se trata de un filme bien construido, emotivo, natural, muy intimista, con el que nos es fácil empatizar.
Protagonizada por actores profesionales y personas de la calle, Nuestras madres (Cámara de oro en el Festival de Cannes a la Mejor Ópera prima) dará y dará vueltas en nuestras mentes durante días recordando el horror de los genocidios y sufriendo por aquellos que no pueden enterrar a sus muertos. Ni imaginar quiero. #nuestrasmadres
Ernesto (Armando Espitia) es un joven antropólogo forense que trabaja en la búsqueda de cuerpos en fosas comunes para dar con personas asesinadas durante la extensa Guerra Civil guatemalteca de segunda mitad del siglo XX. Su labor lo lleva a dar luz a cientos de personas sobre el destino de sus familiares, el filme claramente hace un énfasis en las mujeres, de ahí el título del largometraje.
Pero además de esto, el protagonista dará con ciertas pistas que le afectarán de forma personal, al poder acercarse al descubrimiento de qué fue lo que sucedió con su padre, hombre que combatió como guerrillero y que como tantos cientos de personas se encuentran desaparecidos. Todo dentro del contexto de los juicios sobre el general y dictador Efraín Ríos Montt, acusado de genocidio.
Nuestras madres es el largometraje de ficción debut para César Díaz, cineasta que cuenta en su haber con dos mediometrajes previos de corte documental, de hecho, la génesis de este filme nace a partir de la filmación de un documental, gracias a las intervenciones de un grupo de mujeres, le dieron la motivación suficiente para la escritura del guion y posterior filmación.
Para el cine guatemalteco y centroamericano la película ha sido la más movida del año, incluso, por qué no, a nivel latinoamericano se puede catalogar como uno de los trabajos más exitosos del presente año, teniendo un debut soñado en Cannes donde se alzó con la Cámara de oro a mejor opera prima, mismo reconocimiento obtenido en festivales en Chicago y Jerusalén.
El filme cuenta con una justa duración de 78 minutos, Díaz expone de forma efectiva su historia, dos partes se entretejen entre sí, la historia central del protagonista que se suma a un duro contexto ya citado, que se visualiza primordialmente en un momento donde un grupo de mujeres comienzan a contar de forma individual algunas vejaciones sufridas dentro del conflicto, en un segmento claramente influenciado por esa génesis documental.
Nuestras madres gana porque el realizador no se ciñe en presentar un contexto, hay referencias al conflicto, pero su interés va más allá de eso, se pasa completamente al lado humano de sus personajes y personas presentes en la película. La ficción sobre una realidad presentada en esta película se une a los varios trabajos realizados en nuestra región que buscan rescatar la memoria y justicia de estos conflictos.
Nuestras Madres cuenta la historia de Ernesto, un joven antropólogo que trabaja identificando personas desaparecidas durante la guerra civil de Guatemala. Su vida cambia cuando escucha la historia de una anciana que parece tener una pista de su padre, un guerrillero que desapareció durante la guerra.
Cesar Díaz presenta un drama social correcto pero desarrollado tibiamente. Las actuaciones de sus personajes nos muestran el claro desconocimiento del pueblo sobre el sistema y sus necesidades frente a un estado poco preparado para sanar las heridas. Sin embargo, la cinta no elige un norte claro, dejándonos personajes al aire e historias poco desarrolladas. Trata por momentos de alzarse con giros efectistas pero pierden su valor en conjunto.
Una cinta tibia sobre el drama social de los pueblos latinos luego de conflictos internos cuya historia se ve diluida por una estructura y desarrollo que no saben si comprarse el pleito.
Película de Guatemala con muy buenas intenciones, pero que resulta incluso pesada a pesar de su corta duración (78 minutos). Un guion bastante tibio que nos cuenta por encima los genocidios guatemaltecos que azotaron a la nación de 1960 a 1996. Una triste contienda que acabo con más de 600 aldeas, mató a 200,000 personas y desplazó a 1.5 millones de personas.
Como ocurre en todas las guerras civiles las heridas siempre quedan abiertas y la verdad de muchos asesinatos no se llega nunca a resolver.
Ernesto (Armando Espitia) trabaja de exhumador sacando cadáveres de fosas comunes para intentar identificarlos. Cuando una anciana, Nicolasa Caal de Sic (Aurelia Caal), le pide ayuda para buscar en una fosa (que está en una propiedad privada) a su esposo que fue enterrado después de que fuera torturado y fusilado por el ejército guatemalteco, las sospechas de que el padre de Ernesto también este allí se acentúan.
Hay que reconocer el valor humano que tiene la historia, pero podría haber funcionado perfectamente como un documental.
La película es una coproduccion entre Guatemala y Bélgica, ya que el escritor y director de cine César Díaz vivió en este país europeo durante muchos años. Como curiosidad la película fue elegida para representar a Bélgica en los Oscar este año.
Destino Arrakis.com