Niños grandes
Sinopsis de la película
Después de treinta años, cinco amigos vuelven a verse para asistir al funeral de su entrenador de baloncesto de la infancia. Con sus esposas e hijos a cuestas, deciden pasar el fin de semana del 4 de julio en una casa cerca de un lago, en la que muchos años antes habían celebrado la conquista de un campeonato. Curiosamente, esos días de convivencia les harán comprender que, a pesar de que ya son personas adultas, en realidad no han madurado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Grown Ups
- Año: 2010
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
4.9
73 valoraciones en total
¿Se le puede poner un siete a una película boba y simplona como esta? En mi humilde opinión, sí. No se puede medir igual una cinta de suspense o un thriller psicológico que un película de risa. Está claro que incluso ahí hay niveles, estando los Monty Phyton en lo más alto, pero vamos, que tampoco estamos hablando aquí de una tontuna de Eddie Murphy.
Dennis Dugan, director de confianza de Adam Sandler, se pone aquí detrás de las cámaras, aunque lo cierto es que tiene poco trabajo. Aquí no hay montaje, iluminación, ni nada que recuerde al concepto más puro del cine. Dugan solamente deja hacer a su repóker de actores y poco más. Trompazos, chistes escatológios y sexuales, tópicos requemados… Todo eso es lo que vemos en Niños grandes, una comedia hecha para gente que no exija ver obras maestras cada vez que le de al play. El guión es el típico de este tipo de comedias, aunque con ese clásico toque revelador que siempre aparece en la combinación Sandler-Dugan, que está de más, al intentar meterse en un mundo que no le corresponde.
Adam Sandler, ese actor que dijo que no era más guapo, más listo ni mejor actor que nadie, pero que sin embargo era multimillonario, nos demuestra aquí el motivo. Se rodeo de sus amigos para formar el quinteto inicial de la película y pone a otro de ellos detrás de las cámaras. Todos saben lo que deben hacer. Rob Schneider, un apasionado de los papeles extravagantes, cumple en su sitio, aunque es el más discreto. Chris Rock, al que normalmente detesto, aquí está bastante bien, posiblemente porque es el que menos importancia tiene. David Spade, otro de los actores de la inagotable cantera de Saturday Night Live, sorprende para bien, siendo el personaje más gracioso por sí mismo. Kevin James es sin duda el otro gran activo de la película. El tipo se siente cómodo siendo el gordito bailongo y se le ve muy natural haciendo lo que le gusta.
Resumiendo, que es gerundio: Niños grandes es una comedia tonta y, como tonto que soy, me gusta. La película (salvando el sobrante discursito) no busca nada más que hacer reír. Quien vea aquí una cinta familiar, se equivoca. Entre otras cosas, porque los chistes no son aptos para niños y se revela el tema del ratoncito Pérez. Además, aunque tal vez los trompazos más graciosos están en los (excesivos) trailers, siguen quedando gags para llenar la película de principio a fin. Si la ves, debes saber a lo que te enfrentas. Sigo pensando que es inexplicable que alguien critique con dureza estas películas. Si no te gusta, deberías saberlo ya de antemano. Si no quieres polvo, no vayas a la era.
La realización de Niños grandes sólo puede entenderse como el pretexto de Adam Sandler y amigos de divertirse trabajando y ofrecer una comedia veraniega para pasar el rato, destinada especialmente a sus numerosos fans y a un público joven.
Teniendo esto en cuenta, hay que decir que la película posee algunos momentos divertidos, aunque no se sostiene durante sus 100 minutos. Es una comedia poco sofisticada de cinco amigos –personajes a cual más estereotipado-, que se reúnen después de 30 años, por el fallecimiento de su antiguo entrenador, con el que ganaron el campeonato escolar de baloncesto.
Esta fina línea de argumento es la excusa perfecta para juntar al grupito de actores y articular todo tipo de gags, gamberradas y chistes sandlerianos.
Para ser una comedia palomitera, cuenta con un atractivo reparto, si bien es cierto que ninguno de los integrantes pasará a la historia por este trabajo. Todo es objeto de mofa y escarnio, incluso ellos mismos, especialmente el orondo Kevin James y el hippie Rob Schneider.
Entre las chicas (proyectadas con recurrentes tópicos), bien Maria Bello –quizá lo mejor del film, aunque prácticamente desaparecida de los títulos de crédito-, a pesar de la reiterada broma de la leche, y especialmente infrautilizada Salma Hayek, sin apenas momentos cómicos, y sin feeling con el protagonista de Os declaro marido y marido. Aparece también Steve Buscemi, con un pequeño papel.
Ofrece, pues, algo similar a las últimas comedias de Sandler, aunque se constata aquí un claro bajón del protagonista de Hazme reír, coguionista y productor de la cinta.
A los que no les guste Adam Sandler, seguirá sin gustarle. Los que son más partidarios, tendrán la excusa perfecta para echar unas risas.
Posiblemente la peor peli de Sandler y cía en años, una comedia inofensiva, con humor blanco y con muchos, muchos, niños repelentes. Y aunque re rodea de sus colegas, todos ellos tipos muy graciosos (excepto Spade), no consiguen salirse del caca, culo, pedo, pis. Tampoco creo que esta gente tenga que hacer obras maestras, pero con sus pelis siempre me río, en cambio en esta me he aburrido mucho.
Y ahora entiendo porque Chris Rock hace tan poco cine, en esta peli esta horrendo…
Lo mejor: La broma con los pechos mamarios de Maria Bello y Steve Buscemi, pero por descarte.
Lo peor: Que hagan una cinta para toda la família, cuando sus fans no son precisamente ese sector.
Intentaré sintetizar en un solo concepto, repito, en un solo concepto la sensación que te deja en el cuerpo el pase de esta película, así como la idea que te rodea en la mente tras salir del cine. Intentaré a la par ser lo más honesto sin entrar en un terreno que ahuyente a los más pulcros lectores y a su vez agradar a los amantes de la escatología de una forma ligera y amena. Este concepto intentará describir aquello que me producen los graciosillos que uno se cruza por la vida, los que parecen haber salido del Club de la Comedia, monologistas sin cerebro, graciosillos con nadie cerca que les ame suficientemente para decirles que NADA de lo que dicen es divertido. La película supo retratar este perfil perfectamente. Por otra parte, si le añadimos las banderas americanas ondeando allí en la casa del lago, las escenas con tartas, con perros, con feos, con gordas y con abuelas (ja ja divertidísimo), tenemos un cóctel perfecto para los estómagos más débiles. En fin, creo que el concepto, la palabra, reúne todas las condiciones para una descripción sincera y honesta de la película: vomitiva.
Hay veces que una tropa de actores se juntan para hacer el gamba y les gusta grabarse y llamarlo película.
En estos niños grandes tenemos unos jugadores de baloncesto que ganaron uno de estos campeonatos escolares que tanto les gustan a los niños americanos. Entonces pasan 20 años y cada uno de ellos se convierte en un estereotipo de comedia diferente.
Con la muerte de su entrenador se juntan todos con sus familias en una casa en el lago donde celebraban sus victorias y se dedican a… bueno a partir de ahí no tengo nada claro.
También coinciden ese fin de semana los del equipo al que ganaron y que le spide la revancha que al principio declinarán y tú pensarán, si vais a jugarlo porque no tenéis muchas más líneas de guión abiertas, jugadlo y dejad de marear.
Las cosas se suceden a ritmo de gag donde el 70% de los chistes no funciona, el 80% de los actores está sobreactuado (mención mayúscula para Salma Hayeck), el 90% es humor de sal gorda y vulgar (tetas, caca, leche materna) y el 100% es una pérdida de tiempo, porque al final solo vemos a una tropa de actores riéndose, que entiéndame eso está bien pero sólo si no fuesen los únicos que lo hacen.
La película no avanza hacia ningún lugar, no tiene una acción que desarrollar y visitan un parque acuático a cámara lenta para justificar los 100 minutos de duración.
Lo único bueno es que no te intentan meter el argumento por ningún sitio y, aunque tenga la típica escena donde todos sacan una lección de vida, no se esfuerzan en crear conflictos para luego resolverlos y se agradece.
Por otro lado hay tal cantidad de actores por metro cuadrado que a veces solo parece una foto de grupo, ya que muchos no son ni personajes sino que hacen bulto.
Absoluta y decididamente intranscendente.