Nada es para siempre (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (1999-2000). 2 temporadas. 375 episodios. Emitida por Antena 3, repetía las fórmulas de otras como Al salir de clase, Compañeros o Sensación de vivir. A pesar de que giraba en torno a la vida y problemas de varios adolescentes, no tuvo apenas éxito y sólo se rodó una temporada.
Detalles de la película
- Titulo Original: Nada es para siempre (TV Series)
- Año: 1999
- Duración: 40
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Opinión de la crítica
Película
2.6
62 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Abelardo Gabriel
- Ana Asensio
- Ana Sáez
- Ana Turpin
- Aurora Carbonell
- Blas Moya
- Carlos Castel
- Carlos Marcet
- Carlos Martínez
- Carlos Montoro
- Carola Baleztena
- Charo Molina
- Chisco Amado
- Concha Leza
- Cristina Espinosa
- Daniel Díez
- Daniel Diges
- Elena de Frutos
- Elena Fernández
- Elisa Garzón
- Inma Molina
- Isabel Blanco
- Ivan G. Anderson
- Ivan Palomares
- Javier Pereira
- Jesús Ruyman
- José Conde
- José María Arechabala
- Manuel Lozano
- Marco de Paula
- María Luisa San José
- Mariana Carballal
- Maribel del Prado
- Mela Casal
- Mercedes Sampietro
- Miriam Blanco
- Mónica Salazar
- Monti Castiñeiras
- Nicolás Rodríguez
- Paco Campos
- Pastora Vega
- Patricia Adriani
- Patricia Figón
- Penélope Velasco
- Queta Claver
- Rosa Campillo
- Rubén Gálvez
- Sonia Castelo
- Tomás Sáez
- Tony Isbert
- Vanesa Cabeza
- Vanessa De Frutos
- Vanessa Sáiz
En un rapto de locura inexplicable confieso haberle endosado un injustísimo uno a esta maravillosa serie. Espero que mis amigos e íntimos conocidos sepan aceptar mis disculpas por los disgustos y jamacucos ocasionados por mi infame nota, que no tienen más explicación que la ingesta tardía de tres tequilas seguramente adulterados a altas horas de la noche en un bar heterosexual-friendly de esta bella ciudad en la que resido. La próxima vez que beba, recordaré no votar en FA.
Bueno, a lo que vamos que es a dos cosas sobre todo:
– Ensalzar esta obra de arte televisiva, una angustiosa kermesse existencialista adolescente cuyo ritmo diario no rebajaba en absoluto la terrorífica calidad de sus guiones. Con un magistral temazo del grupo español por excelencia, Cómplices. Y con actores de primerísima categoría (entre los que se encuentran mi ex-vecina de Las Viñas, Carola Baleztena, grandiosa actriz que ya participara en la bressoniana Al salir de clase ).
– Suplicar de forma vehemente y de rodillas si hace falta que la repongan al completo porque por obligaciones académicas me perdí algunos capítulos y a ser posible que la compre la televisión holandesa y la reversione con los muy grandes Monica Ruitger, Coen Van Schravendijk y el que hacía de hermano mongolo en los Flodder, que aunque nunca superarán a Patricia Adriani y a Daniel Diges (el Al Pacino hispano), sin duda brindarán un homenaje más que digno a esta grandiosa serie.
Reitero mis disculpas a mis compañeros (aunque veo que algunos de ellos ni siquiera han tenido lo que hace falta para poner más de un siete) y dejo la nota que en verdad se merece esta opus magna. ¡Hasta otra!
Qué grande es Manu, qué grande. Como engatusa el tipo siempre a los demás para conseguir sus objetivos, como conspira con Belén cuando se precia intentando pisotear a todos, con qué retintín y chulería innata suelta sus frases Manu, pero qué grande, qué grandioso. Sólo un tipo como él sería capaz de largar diálogos como Eso no sirve de nada si no tienes pasta, y no me refiero a los spaghettis, que a ti hay que hacerte un croquis para todo y ser tomado en serio, porque Manu sabe de que habla, y es uno de los malos malosos más espléndidos no sólo de la historia de las series españolas casposas, sino de la historia del cine.
Luego está ese juego a tres bandas entre Adrián, Natalia y Patricia. Menuda forma de liarla tenía Patri, esa muchacha que nunca se llega a saber si es venezolana, canaria o andaluza, pero qué modo tenía de torcer el labio mientras hablaba, y esa forma de ser acosada por Manu… inolvidable. Y Natalia y Adrián enrollados, paseando por ahí juntos, y destrozando a la pobre Patricia.
También estaban las entrañables persecuciones de Susana a Gato que, a su vez, era perseguida por Zaqui (interpretado por el enorme Javier Pereira, grande donde los haya), al que rechazaba constantemente. Pero en esta reacción en cadena lo mejor era la ya mentada relación Susana-Gato, que siempre derivaba en delirios de la hermana de Adrián, a la que Gato llamaba inherente y discutía con ella zampando o agitando los brazos como un espantajo, mientras focalizaba de esa forma tan grande, que cuando gritaba parecía que estuviese contando un chiste. Qué genial hilo de voz, menudo crack Gato.
Eso sí, no nos vayamos a olvidar de otros grandes personajes como Maxi, que siempre realizaba analogías al mundo informático hablando de lo que fuese, Nuria, una de las manipuladoras muchachas que estaba ahí dando guerra, Leo, que se dejaba utilizar por Manu y aun ponía más en duda si Patri era venezolana o canaria, o algunos de los míticos padres como el señor Peña o el señor Palmero.
Mención a parte para esos títulos de crédito excelsos que, con su minimalismo y esos colores tan puros, realizaban un sentido homenaje a la obra maestra de Kubrick La naranja mecánica que, con ese grandioso tema de Cómplices sonando de fondo, presentaba a todos los personajes en diferentes posiciones (dependiendo de si fuese Manu -chulesca-, Susana -provocativa-, etc.. se veían en una postura u otra), eso por no olvidar que el personaje de Manu era un homenaje de por sí solo, que siempre contaba con drugos a los que manoseaba a su disposición.
(Termina en el espoiliadero)
Una serie totalmente olvidable y prescindible de la que, allá por el verano del año 99, me tragué (o mejor dicho atraganté) con algún que otro capítulo.
La serie es algo así como un culebrón rodado en Galicia y donde hay algún que otro canario. Me chocaba muchísimo en aquella época que, los dos hermanitos canarios con el acentazo que tenían y que los padres (en la serie) no lo tuvieran.
Una serie donde el protagonismo y antagonismo son llevados al extremo. Los personajes no tienen psicología propia sino que evolucionan según unos patrones ya clásicamente marcados. Los malos son malísimos y los buenos buenísimos.
Es una serie tan estereotipada que da asco. Rubia pija y tonta pero con buen corazón que se enamora del chico simpático y carismático y todos ellos rodeados de gente con mala baba que hace que su amor no sea del todo pleno. El esquema de cualquier culebrón venezolano pero llevado al typical spanish.
Eso por no hablar de la B.S.O de la serie, una canción de lo más pijina y presuntamente pegadiza que era un buen augurio de lo que nos podía esperar después.
Todavía no puedo explicarme como la serie duró dos temporadas. ¿Tenemos lo que merecemos?
Recomendaría:
Si en aquella época no te gustaba la serie,casi seguro que ahora te gustaría aún menos.
Si en aquella época te gustaba la serie no la veas otra vez, quédate con el buen recuerdo. Podrías llegar a odiarla.
El personaje de Manu era totalmente aborrecible y una caricatura del malo conspiranoico de cualquier americanada al igual que su partenaire de la cual no recuerdo el nombre y que era un Manu en femenino y la cual se dejaba pisar por el.
Los buenos buenísimos son tan empalagosos como un pastel de merengue bañado en crema dentro de un plato lleno de chocolate. Querían hacer su amor tan apasionado que rozaba la estupidez y la ñoñería.
El padre de Natalia es otra caricatura del marido conservador y padre poco tolerante y es el objeto contra el que hay que revelarse. Es demasiado obvio.
Y así podría seguir durante siglos…
Gran serie. Por fin en FA después de una larga espera por parte de muchos, entre los que me incluyo. Me acuerdo perfectamente de ella porque coincidió en un verano que tuve que quedarme estudiando, y descubrí esta serie de sobremesa. No importaba que ya llevaran 200 capítulos emitidos, la magia de la serie hacía que podías engancharte a ella en cualquier momento.
La primera temporada tiene grandes momentos inolvidables. Lástima que mi nota final se vea lastrada por un pésimo inicio de segunda temporada donde de un plumazo se cargan a 5 personajes, entre ellos a uno de los personajes más carismáticos y entrañable de toda la serie, que ya es decir mucho.
La serie tiene grandes defectos, eso no se puede negar:
-Rodada exclusivamente en plató, no hay ni un solo exterior salvo en unos pocos de capítulos especiales. Rodada en A Coruña, por cierto. Al tener un ritmo diario, el aspecto técnico está algo descuidado, pudiendo verse varias veces lo micros, las sombras del mismo u otros elementos.
– El guión cuenta lo mil veces explicado, y para muchos sin mucha chicha. Algunos diálogos son lamentables, y muchas de las situaciones también. El hilo conductor es siempre los malos entendidos y los múltiples equívocos entre personajes, llevada de forma lamentable por el guión.
-El nivel de actuación era bastante desigual. Había bastante gente amateur que no lo hacía nada bien. Aunque a destacar a la chica que interpretaba a Patricia (¡la mejor!), que personalmente creo que lo hace bien (sin coñas). Eso sí, entre un compañero y yo no nos ponemos de acuerdo si hace de andaluza o venezolana. Posiblemente haga de canaria.
Pero todo esto se veía ensombrecido por motivos sobrados de peso:
LOS PERSONAJES.
Ese Manu en forma de reencarnación del diablo, siempre liándola y jodiendo al resto, ese Gato, el mejor amigo de Adrián, del que todos quisimos ser su amigo, siempre metido en la casa de su colega, y su gran y mantenida tensión sexual con Susana, la hermanita de Adrián, que terminaba por liársela siempre al pobre Gato…, Patricia y la pija, los dos amores del prota, el hermano de la canaria que folla una vez y deja preñada a una que pasaba, Silvia, siempre con la pija, el informático, el dueño del bar…En fin, que decir, es aquí donde la serie gana enteros. Porque se hacía entretenida, entrañable y con unos personajes carismáticos a más no poder.
Revisión obligatoria después de estos casi nueve años sin ella. Por youtube están muchos de los episodios. Como una producción tan horrible y lamentable, que trataba al espectador de crustáceo unicelular, consigue el carisma con estos personajes, es algo digno de estudio. Igual es tan mala que tiene encanto, pudiera ser, pero que quede claro que mi nota no está influida por la típica broma de poner una puntuación alta cuando creo que se merece un uno. Es que esos personajes…
A ver si os ahorráis la inclusión de estas cerdadas con acné, me recuerda a mi adolescencia y a la estupidez propia de la época, donde cuatro niñatas y un par de mariconas daban saltitos alrededor de esta pantomima juvenil de sobremesa (¿o era antes de comer? La verdad, sólo recuerdo que después de ver algún capítulo depositaba en el WC el mojón respectivo producto de mi ensimismamiento).
Inspirada en cada una de las series sobre adolescentes de los 90, esta cosa con gente que actúa no aportó más que la decadencia del género y la eclosión del mismo. Ni gracia, ni talento, ni carisma, ni referencia, ni nada de nada.
Aunque debo reconocer que guardo un sólo recuerdo agradable de esta serie, ya que, en su día, a los lucenses nos llegó un rumor que después se confirmaría en A Coruña, localización en donde se rodaba Nada es para siempre. En el apogeo del fenómeno fan, el rubito de rizos, del que me niego a buscar el nombre, iba por las calles y locales de A Coruña pavoneándose de su éxito y levantando todas las faldas que podía, al parecer, un día levantó una falda con un sello de propiedad incrustado en la uretra por el que el joven y bello actor acabó en un hospital reconstruyéndose la nariz y parte de la cara. Me gusta pensar que el novio era cinéfilo y le dio alguna que otra por nosotros. Ojalá fuera así.