My Beautiful Girl, Mari
Sinopsis de la película
Namoo es un niño de 12 años que ha perdido a su padre y que vive con su madre y su abuela. Como amigos tiene a Junho, que tiene más o menos su misma edad y su gato Yeo, pero su abuela esta enferma, su madre tiene novio y Junho se va a la capital, así que no tiene demasiada compañía. Un día Namoo descubre una extraña piedra brillante en una tienda que está frente a su escuela, así que tras pensárselo toda la noche decide ir a comprarla… pero ya es tarde ya ha sido vendida. Más tarde Namoo va en compañía de su gato al faro del lugar, y cuando sigue a éste dentro del mismo descubre la piedra brillante que de imprevisto transforma el lugar en un mundo fantástico. Nada le parecerá igual a Namoo desde ese momento…
Detalles de la película
- Titulo Original: Mari iyagi (My Beautiful Girl, Mari)
- Año: 2002
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
6
76 valoraciones en total
Vi esta película justo después de Waking Life, que ya había dejado el listón bien alto. Y aún así, me gustó lo suficiente como para poder decir –por fin- que Corea del Sur es capaz de hacer buenas películas de animación al nivel de las producciones de Japón. La historia es muy sencillita, una pequeña fábula, una página de un diario que nos muestra el último verano de dos chavales, ya que al acabar las vacaciones uno de ellos se irá a estudiar tres años a Seúl y la comunicación se restringirá.
Esta es la parte cotidiana de la historia, ya que posteriormente se añaden pequeñas pinceladas de cine fantástico y es justo aquí, en esa fértil imaginación de los chavales, donde todo mejora bastantes puntos para dejar de ser algo curioso a ser definitivamente bueno. Como digo, la historia no es nada del otro mundo y tampoco lo intenta: simplemente es un pasa-ratos, un cuento a la vieja usanza donde todo es posible.
Lo más destacable de la película son las secuencias en ese mundo fantástico donde todo es realmente chulo. Mari esa especie de perro-volador que recuerda al de La historia interminable, esos paisajes de ensueño… todo esto está moldeado además con una animación cojonuda, por encima de lo habitual para su época sobretodo si tenemos en cuenta que procede de un país sin cultura dentro de la animación –ya que apenas han hecho cosas-, ni medios para ello.
En resumen, My Beautiful Girl, Mari, es una buena película sin ambición, con intenciones puras. Una historia sencillita sirve de vehículo para hacernos disfrutar de una animación fantástica, algunos personajes geniales (el gato) y de paso recordar que la amistad no conoce distancias ni fronteras. Recomendada como curiosidad.
El terreno del animé está sembrado de semillas japonesas. Pero, como sucede en un campo de margaritas, cada tanto se encuentra un trébol. My Beautifil Girl, Mari , marca para Corea del Sur, una introducción en el mundo de la animación, como pocas veces antes.
Y, aunque parezca un evento aislado, hay en este film resabios de la influencia de Hayao Miyazaki. Es inevitable. No tanto en la calidad de animación, ya que los trazos difieren del genio japonés. Sí se ven paralelos desde los escenarios, la música, la temática, y hasta algunos toques de la magia.
Veo escenarios de Nausicaa, prados y cielos de El Castillo Vagabundo, personajes de la Princesa Mononoque o bestias del estilo de Totoro.
Tiene su personalidad, trata de diferenciarse, logra maravillosos climas y aún así, encontramos puntos en común.
El mérito de esta hermosa historia de un niño y su amiga de otro mundo está en animarse, en intentar. El logro es batallar de visitante ante la mejor armada del mundo sin salir averiado.
Se disfruta ajena a lo dicho, y saca ventaja de lo ya visto.
Sin exigirle lo que a Miyazaki, se puede ver un producto agradable, bien hecho y nostálgico.
Si se logra evitar comparaciones es una buena alternativa a los estudios Ghibli.
De lo que más me ha gustado en cine de animación moderno. A mi me parece incluso superior a muchas de Miyazaki y demás animaciones dudosamente sobrevaloradas. Una creíble historia sobre amistad y fantasía que te hace sentirte niño de nuevo y cuya metáfora viene a decirnos que si no sueñas, es que estás muerto en vida.
El ritmo es cadencioso, necesario para remarcar y contrastar los dos mundos que coexisten, sin llegar, eso sí, a pecar de lentitud, y su final se resuelve con brillantez, no como la mayoría de directores que prefieren recurrir a los topicazos efectistas. Merece la pena, en serio.
Ya me contaréis si la véis. No os cuento nada más. Espero que os guste.
Un saludo a todos los filmaffiniteros.