Munich
Sinopsis de la película
Basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino Septiembre Negro durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables.
Detalles de la película
- Titulo Original: Munich
- Año: 2005
- Duración: 164
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Opinión de la crítica
Película
7.1
84 valoraciones en total
La sombra del 11-S comienza a ser muy alargada. Desde el macro atentando que sacudió a todo el planeta ha surgido un nuevo cine americano mucho más incisivo y crítico.
Spielberg se sube al carro con una historia sobre terroristas y sus asesinos cazadores basada en un polémico libro, Vengeance: The true history of an Israeli counter-terrorist team , escrito por un periodista canadiense en colaboración con un ex agente del Mossad.
Aunque los propios ex miembros del Mossad y expertos de los servicios israelíes afirman que el ex agente del Mossad es un impostor y han ofrecido a Spielberg documentación para adaptar correctamente el libro, éste se ha mantenido al margen de ambos bandos. Conclusión: Spielberg no se casa con nadie, enfurece a todos los implicados y realiza una obra tan imparcial como conservadora. Sin ahondar mucho en el pasado de un conflicto que cada vez parece que no tendrá un final claro y cercano. Pero por el contrario resulta ser un filme necesario para levantar polémicas y asperezas. A ninguno de los implicados no les debe gustar mucho la verdad o una parte de la misma.
Con una perfecta estética y recreación de la época, Spielberg vuelve a demostrar su pleno conocimiento del lenguaje cinematográfico. Ya lo sabíamos. Pero esta vez, en mi opinión, Spielberg tiene algo interesante que contar sin cagarla como ya sucediese en la infantil, complaciente y maniquea La lista del Schindler, la bochornosa mediocridad de Amistad y la irregular y fallida Salvar al soldado Ryan.
Munich pertenece a su cine serio. Al completo margen del mainstream. A través de recursos clásicos tanto en la puesta en escena como en el montaje basado en flashbacks, Spielberg disecciona unos hechos perturbadores, amplificando la historia a límites universales del terrorismo internacional. Sin perdonar los execrables actos de los terrorista y sus verdugos.
Detalla la espiral de violencia que se generó a raíz de los hechos acaecidos en Munich en el 72 y a través de una trama repleta de conexiones con la actualidad. Un juego del gato y el ratón en un atractivo y redundante thriller político. Con parecidos desde The French Connection a Alias .
Me quedo con muchos detalles que acompañan la cinta y la dotan de complejidad y profundidad. Tan sólo dos puntos criticables: el primero es su excesivo metraje aunque no me haya aburrido en ningún momento y el segundo es obviar y manipular ligeramente detalles históricos, entre los cuales destacan los inocentes que asesinó el Mossad confundiéndolos con terroristas.
Muchos la tildaran de simple, superficial y reiterativa. Pero Munich, es la película de Spielberg que más me ha gustado junto con Tiburón, y sus dos mejores y acertados filmes comerciales de aventuras (En busca del arca perdida e Indiana Jones y la última cruzada).
Por fin puedo decir que Spielberg es un genio…..Hasta antes de ver Munich me daba un poco de miedo decirlo, pero después de ver esta maravilla lo confirmo sin temor a nada. El director toma uno de los problemas mas antiguos de la humanidad y que se mantiene hasta nuestros días que es el conflicto palestino-israelí, le agrega un hecho verídico y crea una de las mejores películas de lo que va corrido de siglo.
Es una cinta que no nos puede dejar indiferentes, una guerra que no terminará nunca. Spielberg nos muestra de manera casi catastrófica el asunto, sin darnos una pizca de esperanza. Jamás verás una paloma o un pañuelo blanco en esta cinta que nos hará cuestionarnos la naturaleza del ser humano. Y además nos definirá como máquinas de crear odio, sembrando y cosechando muerte generación tras generación, algo que nuestro protagonista asumirá pero repudiará al llegar el final del film. Es una cinta cruda, violenta, pero nada más real, una violencia justificada en pantalla, pero que nada la justifica fuera de ella. Spielberg narra de forma objetiva, imparcial, épica y emocionante una historia que aún no tiene fin, es una plegaria por la paz, un mensaje para todo aquellos que añoran y viven por la guerra a que termine todo, a que de una vez por todas compartamos el pan….
Si, la película es larga, pero créanme, no sobra ninguna escena…todo encaja perfecto para una dirección espectacular, actuaciones y guión aceptables y que alcanza momentos de verdadera tensión.
Por último creo que a estas alturas nadie puede negar que Spielberg ya es inmortal y además se convirtió en uno de los grandes maestros del séptimo arte….es verdad, es una máquina de crear dinero, pero también es una máquina de crear obras de arte como ésta.
Steven Spielberg no es ugandés, filipino ni español, es un judío norteamericano, por eso pedirle la máxima frialdad y objetividad a la hora de tocar un asunto como es el de la sempiterna lucha entre israelíes y árabes no es del todo posible.
Y sin embargo, cada vez que veo Munich creo que pocas veces en la historia del cine, alguien tan directamente implicado en uno de los dos bandos beligerantes ha estado tan cerca de una visión salomónica.
Por eso no gustó a ninguna de las dos partes, los judíos le pusieron en su lista negra e hicieron que no ganase nada aún siendo la mejor película de calle en la edición de los Oscar del 2006. A los propalestinos, que en nuestro país tenemos muchos, esa equidad es precisamente lo que les molesta. Para ellos hay un opresor y un oprimido, y por tanto no es justo tratar al invasor y al invadido por igual.
Qué quieren que les diga, Munich es un descomunal retrato de la venganza de un Estado, que se acerca como muy pocas veces hemos visto a la sin razón y donde los protagonistas son meras marionetas en un escenario absolutamente incomprensible para la mente humana y que el sistema hace que se perpetúe sin solución de continuidad.
Munich no da soluciones, entre otras cosas porque no existen, pero sí muestra las consecuencias de una espiral de acciones-reacciones que no parecen terminarse nunca y que no lo harán por mucha buena voluntad que se ponga. En ese aspecto me encanta el pragmatismo de Spielberg. No es ningún idealista al uso para proponer una paz infantil. Steven nos acerca a lo terriblemente retorcido y embarullado que está el conflicto y si puede existir un final, este es por la imposibilidad de resolverlo violentamente. Es la propia extenuación de la lucha la que hace que el virus muera, pero no los grandes principios o las ganas de ser todos amigos. Cualquiera que conozco a fondo el problema lo sabe muy bien.
Munich tiene además una gran virtud, no es una película plana, es montañosa y tiene varias lecturas, como nuestra realidad. Si el cine en la actualidad se ha convertido en un ejercicio de dos dimensiones, donde todo es lo que parece, la que comento no es así. Puede valer como thriller, como intriga, como drama, como cine político… Es cada espectador dependiendo de su nivel cultural, de sus inquietudes, el que hace suya la película y la aprecia de distinta manera. Munich permite disfrutarla de todas ellas. Elijan la que prefieran.
Una de las mejores películas de la década, por tema, matices, objetividad, realización y valentía. Lástima que el gran Spielberg, sólo decida mostrarse en contadas ocasiones y prefiera la mayoría de las ocasiones hacer caja y pensar en la masa.
Dentro de la extensa filmografía de Spielberg y especialmente cuando ha tocado temas dramáticos, me ha resultado un tipo empalagoso, demagogo que desarrolla historias con trasfondos trágicos buscando la lagrimilla fácil. Desde luego no cabe la menor duda de la impecable factura técnica y visual de sus películas, algo en lo que se mueve muy bien, sobretodo si tenemos en cuenta que siempre cuenta con medios y personal capacitados para que sus imágenes luzcan como pocas. Pero casi siempre el drama es un terreno en el que su parcialidad, le limita como contador de este tipo de historias, tanto Salvar al soldado Ryan, Amistad e incluso la aclamada Lista de Schlindler (la mejor de todas las que ha realizado) denotan un regusto de arbitrariedad personal que las convierte en meros juguetes de su propia conciencia. Hasta la fecha ha sido incapaz de contar las miserias de su propio país cual marioneta patriótica fuera, y no son pocas las historias que tendría que contar, especialmente si de guerra se tratara. Pero eso es otro asunto, el caso es que la duda me asaltaba cuando fui a ver Munich, en primer lugar por el tratamiento que Spielberg pudiera poner dentro de un conflicto imposible de resolver, en el que el tiempo no ha hecho sino acrecentar el odio entre Judíos y Palestinos.
Pero reconozco mi sorpresa al terminar el film, en el que por primera vez la imparcialidad del director se mantiene con cautela y oficio, desde que comienza hasta que acaba. Spielberg muestra el odio desde perspectivas diferentes, y como es capaz de consumir la conciencia de las personas, tengan la ideología, cultura o religión que sea. Eric Bana representa los ojos de una venganza que conduce a un callejón sin salida, de cómo el odio de los políticos pretende contaminar la mente de sus ciudadanos con mentiras y patriotismos que no sólo no resuelven nada sino que multiplican el problema. Rodada en impecable panorámico con una fotografía y diseño de producción a la altura del mejor Spielberg, al que sólo le queda por ofrecernos algún trapo sucio de su país, para tener la integridad de los mejores directores de la historia del cine.
Vibrante thriller político con el que Spielberg rompe con su habitual estilo narrativo, para mostrar con gran valentía artística, su particular visión del secuestro y posterior asesinato de los once atletas israelíes, durante los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, por parte del grupo terrorista palestino, Septiembre Negro , en lo que se conoce como La Masacre de Munich , un acontecimiento que conmocionó al mundo.
El film narra también la reacción israelí a la masacre: la creación de un comando que debía encargarse de ejecutar a los principales responsables del crimen, la venganza se prolongaría durante más de diez años, durante los cuales caerían tanto perseguidos, como perseguidores.
Spielberg compone con brillante maestría el relato de los horribles hechos, alternándolos con numerosas escenas intimistas, donde a modo de introspección, se detallan los sentimientos, las emociones y las reflexiones íntimas de los protagonistas de ambos bandos (ver detalle en el spoiler)
Los actores saben reflejar esa visión introspectiva con acierto, destacándose del conjunto, Eric Bana y Ciaran Hinds, ambos en las antípodas de sus recientes trabajos como hieráticos héroes de la Antigüedad (el Hector de Troya y el Julio César de Roma , respectivamente), Daniel Craig, demostrando sus aptitudes para encarnar al nuevo James Bond, y Geoffrey Rush, sobrecogedor en su siniestro y cínico papel de jefe del comando.
El film supone un acierto pleno de Spielberg, que ha sabido mostrar desde diferentes ángulos, los sumideros de esta guerra sucia y subterránea, que es el conflicto palestino-israelí, posicionándose con claridad y valentía, en el rechazo a la violencia y a la manipulación a través de ideales basados en conceptos como patria y religión.