Missing (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2012). 10 episodios. Una antigua agente de élite de la CIA descubre que su hijo ha sido secuestrado mientras estudiaba en Italia. Para rescatarle, tendrá que volver a meterse de lleno en el peligroso mundo que dejó tras el asesinato de su marido. Contactará con antiguos amigos… y enemigos, reabriendo viejas disputas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Missing (TV Series)
- Año: 2012
- Duración: 40
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Opinión de la crítica
Película
4.7
20 valoraciones en total
No sé por que esta serie ha recibido tan malas críticas, a mi me ha parecido bastante entrenida. Se trata de una serie repleta de acción, emoción e intriga, de acuerdo que no se trata de un argumento super sesudo e intrincado pero es que no creo que pretenda ser nada de eso. A través de diez capítulos (a tener en cuenta que no tienes que tragarte tres temporadas completas para llegar al desenlace) asistes a una trama que busca entrener y mantenerte atento a la pantalla y yo creo que lo consigue. En definitiva, en tres tardes te la has ventilado y has pasado un buen rato. Lástima que la suspendieran sin segunda temporada por que prometía.
Crítica repleta de spoilers.
Por resumirme en una frase: decepcionante pero muy divertida… si los tiros y la acción justifican un compendio inimaginable de clichés y tópicos, esta es tu serie.
Un padre que murió en una explosión. Un hijo que se va a Roma de estudios y lo secuestran. Una madre que resulta ser una antigua agente de la CIA que se va desesperadamente a buscar a su hijo.
Y la serie se basa en esa búsqueda. En medio de todo eso tendremos a la CIA que quiere pararle los pies a la protagonista, y mucho espionaje, persecuciones, traiciones y acción.
O sea, un poco como la trilogía de Bourne, pero con Ashley Judd.
La serie es buena. Ya quisieran muchas series que van a paso de tortuga tener el ritmo que tiene Missing , en muchas ocasiones no tiene nada que envidiarle a joyas del género como Alias o 24 . Pero adolece de algunas peguillas, como por ejemplo la prota. Ashley, sin ser una anciana, tampoco es tan joven como para encajar en una historia así. Claro que tiene que tener esa edad para que el hijo sea veinteañero.
Lo bueno que tiene es el realismo de los escenarios. No sé si la han rodado en todas las ciudades que salen, pero desde luego la sensación de que realmente están en Turquía, Alemania o Viena la han conseguido bastante bien.
Pero lo peor de todo, como suele ocurrir, es la cancelación. Sin tener un final tan descaradamente abierto como otras, desde luego tenían pensado seguir. Y, desgraciadamente, nos quedaremos con las ganas de saber cómo continuaría la historia.
El retorno de Ashley Judd a la pantalla se antojaba necesario. La que fuera reina del thriller de sobremesa no merecía una jubilación anticipada como la que estaba viviendo hasta ahora en sus propias carnes. La idea de reencontrarnos con ella al frente de toda una serie en prime time era prometedora. Muy prometedora. Parecía que íbamos a retomar la esencia de títulos tan sugerentes como Giro inesperado o Doble traición, ese tipo de tramas rocambolescas pero bien paridas que siempre se salvaban precisamente por los giros de guión y por la solvencia de una actriz nacida para sufrir.
El problema ha venido con un piloto, el de Missing, que echa por tierra cualquier posibilidad de retomar la carrera de Judd donde la dejó antes de su forzado retiro. Serie y actriz se dan la mano para presentar uno de los estrenos, junto a The river, más decepcionantes de la temporada. Uno no sabe si la culpa la tiene un guión previsible y simplón (y que firman nada menos que seis personas) o el enorme error de casting que ha supuesto ponerla al frente de un papel protagonista como el de Rebecca Winstone y que pocas intérpretes serían capaces de tirar adelante con una mínima credibilidad.
En todo caso, el espectador se va preguntando a lo largo del capítulo si el número de escenas de acción será igual o superior a la cantidad de ocasiones que Ashley Judd ha debido pasar por el quirófano para lograr una desfiguración de rostro tan pavorosa como la que luce en este retorno. Una imagen tan surrealista y artificial como la trama y decorados de cartón piedra de esta especie de Alias cruzada con la Venganza de Liam Neeson, con la que Missing guarda muchas similitudes en el argumento pero muy pocas coincidencias en la ejecución.
Ambas consideran Europa como un lugar inhóspito al que todavía no sé cómo los americanos tienen el valor de viajar. Los secuestros a plena luz del día, ya sea en un apartamento de la zona bien de París o ante las cámaras y transeúntes de una calle romana, están a la orden del día a juzgar por estas dos producciones de acción, ambas igual de inverosímiles pero al menos una, Venganza, con menos efecto bochornoso. Mientras la película triunfa en su objetivo de entretener, Missing fracasa por completo en llamar la atención.
Sorprende que el estreno en la ABC estadounidense lograra reunir a más de diez millones de espectadores, aunque los demográficos no fueran para tirar cohetes. Quizá había curiosidad por ver de nuevo a Ashley Judd en acción, pero el morbo debería desaparecer a los pocos minutos de metraje, cuando uno prefiere quedarse con la buena imagen que guardaba de la actriz. En cambio, sorprende y mosquea al mismo tiempo que otra serie de acción de la midseason como Awake, mucho más valiente, de mucha mejor factura, debutara con poco más de seis millones de audiencia y reste seguidores cada semana. Inadmisible.
Indigestión. Esa es la sensación que tengo después de tragarme seis capitulitos seguidos de Misising… Y es que soy masoca. Me mola que me den caña de la buena, no cabe duda. Con la misma intriga que abrir una coliflor por la mitad, la misma tensión que contemplar nueve programas de la lavadora uno detrás de otro y la misma sorpresa que tirar de la cadena del wc, Missing es un quiero y no puedo de padre y muy señor mío. Un mix de 24, con perdón de Dios Bauer, los teletubbies y la noria y producida por la mismísima prota, una Judd cada día más parecida a Tamara Seisdedos cuyo único mérito es parecer más joven que su hijo según qué plano. Nos la venden como un tesoro, pero de oro, del que caga el loro, porque ya os digo, amigos filmaniacos que el disparate no hay por donde pillarlo. Una lastimica, porque la Merkel estará encantada de la promo europea que nos hace, con teletransporte de Moscú a Roma, a Milán, en plan estoy ahí en dos minutos , como continente de contrabandistas mafiosos, chungos, salidos y cutrones.
Lo mejor: Te partes el ojete, en serio. Tiene momentos de lo más cómico que he visto nunca. El reparto masculino, que está para comérselos uno a uno, a cada cual más buenorro y desubicado.
Lo peor: Pese al maquillaje y el cartón piedra a lo Muchachada Nuí, llega un momento en que te das cuenta de que va en serio, y te deprimes. Pero mogollón.
Como diría la Jovita en mi pueblo, pá mear y no echar gota .