Miel
Sinopsis de la película
Irene es una mujer normal que vive sola y tiene sus aventuras ocasionales. Hace tres años que decidió dedicar su vida a ayudar a las personas que lo necesitaban, aliviando sus sufrimientos en las situaciones más críticas. Miel es su sobrenombre. Pero llega un día en que ella ha de enfrentarse al mal de Grimaldi .
Detalles de la película
- Titulo Original: Miele
- Año: 2013
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
6.2
40 valoraciones en total
La prolífica actriz Valeria Golino, que fue la novia del personaje de Tom Cruise en Rain Man (Barry Levinson / 1988), nos sorprende con una gran calidad fílmica en este su primer largo. A un excelente montaje añade una mirada elegante, con cuidadas composiciones de planos y una dirección de fotografía a cargo de Gergely Pohárnok muy destacable. No transmite en ningún momento la sensación de ser una principiante.
Y dicho esto el guión a tres manos que adapta la novela de Mauro Covacich pone sobre la mesa el tema de la eutanasia que hacen casar de forma algo forzada con la relación que surge entre la protagonista, una estupenda Jasmine Trinca y un hombre profesional acomodado que decide dejar esta vida sin tener por ello que estar en estado terminal.
Golino no se oculta ante la dureza de algunas escenas y deja en el espectador la valoración de esta formula de último recurso de dignidad humana, que como todo, desgraciadamente es motivo también de especulación económica. Solos los pudientes pueden elegir su final.
Habrá que estar atentos a futuros trabajos de Golino.
La actriz Valeria Golino debuta en la dirección con una apuesta valiente.
Aborda el tema de la eutanasia de una forma distinta. A través del personaje de Miel te mantiene en estado de choque emocional.
Yo destacaría el que huya del dramatismo y la gran interpretación de Jasmine Trinca.
La matarife samaritana. La muerte clandestina.
¿No sería muy sencillo utilizar los avances médicos para lograr una muerte dulce, para facilitar esa opción de la forma más cómoda y segura posible?, ¿no deberíamos madurar de una vez como especie y afrontar la muerte con valentía, mirándola a la cara y asumiéndola de verdad?
Pues no, no es tan sencillo, de eso habla esta interesante película, de que es una cuestión muy vidriosa y compleja, cargada de complicaciones y connotaciones de todo tipo: legales, económicas, históricas, religiosas, supersticiosas,… , del miedo en todas sus formas. Solo aceptamos (y no demasiado) la muerte por enfermedad, seguimos considerando el suicidio o la eutanasia como asuntos tabú, marginales, susceptibles de ser tildados de vergonzosos y malvados, de ser señalados con el dedo acusador. De ahí que se oculte y no se hable demasiado de ello, que todos sepamos que pasa pero que hagamos como que no, como si fuesen errores o accidentes que poco tienen que ver con la vida y, en consecuencia, con nosotros. Eso cuenta esta historia, cómo la eutanasia se convierte en un asunto peligroso e ilegal, no en una opción libre y discutible, cómo hay que cruzar fronteras, vestirse de incógnito y andar entre silencios y mentiras. Cómo debes convertirte en una especie de espía o delincuente si quieres dispensar muerte, si quieres ayudar o hacerlo más humano y responsable.
Todo ello nos lo explican a través de los avatares de una joven italiana. Vive en la añagaza y el miedo. Desgarrada entre la convicción de que ayuda (la generosidad) y el profesionalismo (cobra mucho por ello) doloroso (no es precisamente algo agradable).
El tono es adulto e inteligente, pero un tanto afectado y con cierta tendencia a la escena videoclipera o propia del cine indie más envarado y empalagoso. Se contamina de cursilería y amaneramiento, se fuerza una relación imposible (con viejo sabio y desencantado) para que nuestra heroína se pueda desahogar y mete con calzador algún momento melodramático (pareja) o supuestamente trascendente (miradas al infinito), pero lo hace con la suficiente elegancia y sutileza para que se pueda ver sin echarte las manos a la cabeza, acaba siendo delicada, discreta y resultona. No llega a mayores pero vale como puerta abierta al debate y la sugerencia.
Miel es la película que ha supuesto el estreno como directora de cine en largo de la actriz Valeria Golino (ya en 2010 dirigió el corto Armandino e il Madre), famosa por haber aparecido en películas como, Leaving Las Vegas, Four Rooms, Rain Man o la más reciente Caos Calmo. En la actualidad sigue interpretando, sobre todo en producciones europeas, aunque con escaso interés por parte de las distribuidoras de nuestro país (se comenta que Il capitale umano no debe estar mal). La cinta ha venido precedida por críticas positivas, tanto en su país, como allá donde ha sido estrenada, no en vano, debido a su interés, participó en la Sección Oficial (Un Certain Regard) del Festival de Cannes de 2013, aunque no consiguió llevarse el galardón.
Miel es una chica de 32 años que en realidad no se llama Miel, sino Irene, pero cuyo trabajo le impide dar su verdadero nombre. Éste consiste en dar asistencia a enfermos terminales o con lesiones medulares graves que desean dejar de seguir existiendo, porque su vida ha quedado seriamente limitada a eso, existir, evitándoles así más sufrimientos. O como dice Miel en una escena: la gente a la que ayudo a morir en realidad quiere vivir. El argumento de Miel está, a su vez basado en el libro A nome tuo (2011), del escritor italiano Mauro Covacich.
Teniendo en cuenta que se trata del primer largometraje de Valeria Golino, se puede confirmar que tiene talento para la realización, aunque en ciertos momentos se muestre reiterativa en el uso de recursos (como cuando tenemos a Jasmine Trinca de espaldas y se gira de cara a nosotros, hecho que se repite por lo menos tres veces de igual forma), pero también demuestra saber manejar la cámara para mantenernos como uno más dentro de la vida de Miel y de esas casas ajenas, como en esa escena en la que Jasmine Trinca mira a cámara a lo Harriet Andersson en Un verano con Mónica. Por otra parte, mención especial también para la actriz Jasmine Trinca (inolvidable Giorgia en La mejor juventud, una de mis películas favoritas), que en este film confirma su talento, no sólo como actriz, sino también para sostener una película de silencios y emociones contenidas con su presencia.
Además, a pesar de que mucha gente critica el uso de la música popular en el cine o les molesta que el director ponga sus canciones favoritas (si es el caso) en sus películas, en Miel el uso de la música me parece muy acertado, ya que sirve como elemento redentor en la vida de Irene y como contraste de sus dos vidas. En cuanto a la manera de contarnos su historia, me ha parecido similar en varios aspectos a La vida de Adèle, aunque en este caso por un lado tenemos a la chica y su vida familiar, de pareja y amigos, y por otro se trata el tema de la eutanasia, cómo lo afronta y en cierto modo su punto de vista. De hecho, la aparición del personaje Carlo Grimaldi (o Leche, interpretado por el actor Carlo Cecchi) es la que plantea la disyuntiva que sirve como nuevo enfoque también para ella.
En definitiva, Miel es una interesante reflexión realizada sin jugar con los sentimientos del espectador. ¿Una persona tiene derecho a morir dignamente? Porque al final, si alguien quiere suicidarse, puede hacerlo de mil formas (lo único que le pido es que no se lleve a nadie más por delante), pero una persona enferma que no pueda moverse y/o no tenga el valor de morir sufriendo, pero cuya calidad de vida considere que cada día es peor y que ello repercute negativamente en sus seres queridos, ¿necesita de nuestro consentimiento moral?
Miel es su nombre de guerra, el que utiliza para procurar la eterna paz a sus clientes/pacientes. Es joven pero la vida la ha enseñado que con buenas intenciones no se combate la injusticia del dolor. Su angustia se suaviza liberando a los angustiados.Pero a veces, y esto no lo sabía, la muerte se salta el protocolo de la enfermedad o el accidente y anida en una mente lúcida y en un cuerpo entero. Ahora está aprendiendo que es más fácil ayudar a morir que inyectar ganas de vivir a alguien que ya ha tomado una libre y triste decisión. Doble y arduo trabajo: ángel de la muerte y guía de un ciego que ve.
Miel sabe lo que quiere hasta poco antes de convertirse para siempre en Irene: la mujer-niña, la insegura, la que sufre ataques de pánico, la que fracasa en el amor, la que está sola sin quererlo….
Interesante la ópera prima de Valeria Golino aunque abuse, creo que a propósito, de momentos deshilvanados. Notable alto para Jasmine Trinca en la modelación de un personaje complejo: dulce y amargo, duro pero frágil, sincero y misterioso.