Mickey Mouse: El doctor loco (C)
Sinopsis de la película
La trama gira en torno a un científico loco llamado Mad, que ha capturado al perro de Mickey, Pluto, con la intención de realizar un terrible experimento: cortar la cabeza del animal y unirla al cuerpo de una gallina para ver si de los huevos nacen gallinas con cabeza de perro.
Detalles de la película
- Titulo Original: Walt Disneys Mickey Mouse: The Mad Doctor (S)
- Año: 1933
- Duración: 7
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Opinión de la crítica
Película
7.1
76 valoraciones en total
Vemos en este magistral corto a un Mickey más crecidito y hablador, también en una historia algo más macabra. Cuando el personaje aún poseía la magia original. Muy convincente el argumento y la imagen que Disney pone al miedo haciendo uso de sus esqueletos movibles.
Vamos con una afirmación categórica: The Mad Doctor fue para los cortometrajes de Mickey, lo mismo que es The Dark Knight para las películas de Batman. Oscuro, macabro, consciente de su maquiavélica ambientación y de sus méritos artísticos, con este trabajo de David Hand (que llegaba cinco años después del nacimiento de Mickey, y tras varias docenas de apariciones desde 1928) Mickey se hacía mayor , dejaba de lado su forma de actuar a modo de adolescente caprichoso y se introducía en una trama donde no había lugar para medias tintas.
The Mad Doctor es un homenaje puro y duro al terror de la época muda, desde Vampyr hasta El Gabinete del Dr. Caligari , con especial parada en las demoníacas interpretaciones de Lon Chaney en películas como The Monster (Roland West, 1925), cinta con la que comparte la base de la historia: un científico loco rapta a Pluto para experimentar con él. Sus intenciones pasarían por cortarle la cabeza al can para ponérsela a una gallina, esperando así dar lugar a perrájaros . Una locura. Mickey, cuando se entera del rapto de su mascota, parte en su rescate adentrándose en una mansión misteriosa.
No hay ni un solo momento de respiro en The Mad Doctor . Su estética malsana, su ambientación de pesadilla y una animación fluidísima, de órdago, hacen el resto. Mickey deambula por el lugar con el espectador cogido de la mano, en secuencias para el recuerdo como una en la que la cámara sigue al ratón en tercera persona (un poco al estilo Van Sant) mientras que el escenario avanza a su paso. Memorable es también el final, uno que deja claro que M. Night Shyamalan no inventó nada, ni mucho menos los* (en spoiler pongo quién), todo lo contrario.
The Mad Doctor es magistral, juega en otra liga. Lo verdaderamente sorprendente es que después de este trabajo, Mickey se iría ablandando hasta convertirse en lo que todos conocemos. Tanto es así que Runaway Brain , un corto bastante más normalito que éste, fue censurado en 1995 por dar una imagen oscura del ratón. Ironías del destino. O cosas de la doble moral de la Disney con la que nos ha tocado lidiar en estos tiempos.
Me ha sorprendido gratamente este cortometraje en sus solo siete minutos. Me ha parecido inteligente, más adulto a lo que disney me tiene acostumbrado y con toques tétricos e incluso de humor absurdo.
Pero los tiempos han cambiado. Ahora sería impensable un corto de tales características dedicado a los niños, al igual que series como Caballeros del Zodiaco o Dragon Ball fueron vilipendiadas durante mi adolescencia. Evidentemente la diferencia es abismal entre mis ejemplos y Mad doctor , pero me ha recordado que no siempre se ha tratado a los niños como esponjas que absorben todo lo que ven y oyen, por lo que debemos protegerlos de todo lo que sea terror, violencia o sexo (¡peligro! ¡peligro!).
Pues me da igual lo que digan los psicólogos, pero si algún día tuviera hijos, preferiría que viera Mad doctor a que viera Los teletubbies.
Resumiendo. Muy recomendable.
La trama se centra en el personaje del título, un científico loco que ha capturado a Pluto, el perro de Mickey. Cuando Mickey se percata de ello, intentará rescatarlo antes de que el doctor lleve a cabo su grotesco experimento, el cual consiste en cortar la cabeza de Pluto y unirla al cuerpo de una gallina para ver si de los huevos nacen gallinas con cabeza de perro.
The Mad Doctor sigue de cerca la estela que dejó The Skeleton Dance, creado en 1929 por el mismísimo Walt Disney. Estoy convencido de que David Hand (Blancanieves y los siete enanitos o Bambi) quiso seguir la senda del éxito de la factoría volviendo a ese subgénero censurable para los más pequeños de aquella época: el terror animado. Una muestra más de la búsqueda de la calidad sin detenerse a pensar en lo meramente comercial. Así es como The Mad Doctor emula el estilo del musical de los esqueletos, pero ahora lo hace en un cortometraje de clave aventuresca al que le falta muy poco para llegar a la perfección.
La factura técnica es simplemente impecable. El nivel de la animación supera incluso a la vista en Construyendo un edificio (1933), también dirigido por Hand. Estamos ante una joya visual que comienza desde el incesante y terrorífico movimiento de los árboles bajo la tormenta, hasta todos y cada uno de los decorados dentro del castillo, en donde la mayoría de objetos son dotados inteligentemente de vida propia. El nivel de detalle en el interior se va superando a medida que avanzan los minutos, incluso en las escenas en las que aparece Pluto, las cuales tampoco se salvan del ingenio del director y recuerdan a algunos títulos del ciclo de Universal Pictures de los años treinta. Punto y aparte es la forma en la que se juega con las sombras o son esbozadas las siluetas proyectadas en paredes y suelos del castillo, acuciando así la profundidad del dibujo.
De la diversión se encarga la terrorífica gincana que ha de superar Mickey para llegar hasta Pluto: enloquecedores laberintos, escaleras, trampillas, arañas gigantes y un montón de esqueletos, movidos de un lado a otro de la pantalla de una manera nada envidiable a cómo los vimos en The Skeleton Dance. Sin embargo aquí no acaba todo, aún hay más, ya que el guión nos regala un giro inesperado al final que sirve para ponerle el lazo al cortometraje. Que conste que todo esto se encuentra condensado en apenas 7 minutos, es decir, la enésima delicia de Disney. Quizá se haya convertido en mi cortometraje favorito. No os lo podéis perder.
Si bien en los años 50 el ser humano parecía obsesionado con el fin del mundo a manos de mutaciones abominables o seres llegados de otro planeta, en los años 30 podemos encontrar una eternidad de películas dedicadas a científicos locos cuya finalidad es la experimentación atroz y la recombinación de especies.
Incluso Mickey Mouse tuvo que sufrir todo ello en esta película, cuando Pluto es secuestrado durante una dura noche y llevado a un castillo. Todos los elementos que ahora damos por tópicos están presentes en dicho castillo, esqueletos, antorchas, calaveras, telarañas y mazmorras en general que convertirán la aventura de Mickey en una pesadilla para sí mismo y una gozada para el espectador.
Uno de los cortos más oscuros de Disney que perdurará como clásico al menos unas cuantas generaciones más.