Mi hermosa lavandería
Sinopsis de la película
Omar, un joven inglés de origen paquistaní, empieza a dirigir la lavandería de su tío con la ayuda de Johnny, un antiguo compañero de clase, el típico hooligan inglés que no quiere trabajar y se dedica a amenazar a los inmigrantes. Además de dirigir la lavandería, Omar y Johnny reanudan la amistad que los unía cuando eran estudiantes. Su relación de amantes profundamente enamorados escandaliza a sus respectivas familias.
Detalles de la película
- Titulo Original: My Beautiful Laundrette
- Año: 1985
- Duración: 95
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te mostramos un listado de fuentes de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6.2
75 valoraciones en total
… por el precio que me costó: 1 euro. No vale más.
Frears en sus comienzos en Gran Bretaña rodó, además de esta:
Sammy y Rosie se lo montan ,
Ábrete de orejas y
Las amistades peligrosas .
Qué espanto, por dios. Y no, no era Bigas Luna, era Stephen Freaks.
Luego sacó pelis como Los timadores o Café irlandés , que están bastante bien, pero intercalaba con bazofias del calibre de Héroe por accidente , una de las películas más desastrosas engendradas por un ser humano.
Esta opereta prima es una mezcla cutre del Almodóvar más cutre y el Loach de menos presupuesto con la música de El halcón callejero y la fotografía de Adiós cigüeña, adiós . Para mear y no echar gota.
Además los subtítulos del DVD están equivocados, han puesto los de La gallina caponata se da un voltio por Manhattan .
He de decir que estoy de acuerdo con bastante de lo dicho en otras críticas: los temas están meremente esbozados, la homosexualidad se trata de modo casi epidérmica, la lucha de clases está tratada toscamente y la historia no cierra de un modo satisfactorio.
Un film sobrevalorado, creo yo.
De esta película de Stephen Frears yo me esperaba mucho más, tenía buenas críticas, un tema central bastante interesante, buen reparto, buen director… Pero me deja un mal sabor de boca porque no llega ni a la mitad de lo que me esperba.
En el fondo es:
– Una irregular sucesión de situaciones.
– El continuo rodar en una historia pasada.
– No llega a aprobar por su falta de conceptos.
– Una mirada a la homosexualidad bastante mediocre.
– Un desaprovechado intento de construir una buena trama sobre los cimientos de la nada.
Si algo que hubiese que destacar del film de Frears, Mi hermosa lavandería , sería sin lugar a dudas ese pasado que sale constantemente a flote para aportar detalles sobre la existencia, además de buscar una especie de redención personal, de sus protagonistas.
Así, y ya sea mediante la aparición de diversos personajes que van sacando a flote distintos aspectos de la pobre vida que llegaron a llevar, o a través de diálogos entre ellos mismos, el director británico da a su obra un buen lugar de empuñe, haciendo que la rememoración de determinados acontecimientos ponga ciertas trabas constantemente a la relación y hechos que se van aconteciendo a lo largo del metraje.
Otro de sus puntos fuertes, resulta el modo de conformar el vínculo entre los dos personajes centrales, logrando de este modo algunos tintes que resultan certeros y nos desvelan ciertos detalles trascendentes del nexo entre ambos, interpretados con determinación y habilidad por un jovencísimo Daniel Day-Lewis y por Gordon Warnecke.
Acompañan al duo protagonista Saeed Jaffrey y Roshan Seth, llevando a cabo papeles determinantes en la obra, que otorgarán la posibilidad de ofrecer nuevos aspectos y vicisitudes a la propuesta firmada por Frears.
En cambio, todo ese trabajo se ve lacrado por determinados instantes que no terminan de ser todo lo veraces que deberían, un final recargado y desmesurado y un argumento que avanza a trancas y barrancas durante la hora y media que dura la cinta.
Sólo hubiese faltado pulir un poco más ese guión. Quizá entonces nos habríamos topado ante una obra más compacta y directa.
Mi hermosa lavandería quiere ser honesta, pero lo cierto es que no llega a cuajar como prometía. No existe química entre los protagonistas y ello conlleva a una pérdida de veracidad. Lo cual no quita que interpreten con eficacia sus papeles.
Kureishi ganó con este trabajo el Oscar al mejor guión. Algo simplemente anecdótico, ya que el guión no es ni por asomo lo mejor de ese año donde se estrenaron películas como La rosa púrpura del Cairo o El color púrpura. Dos guiones que evidentemente son mucho mejores que el de Mi hermosa lavandería. Aquí la historia pierde el norte en determinados momentos, ruando por las calles inglesas sin mucha comprensión. En muchas ocasiones, las relaciones que mantienen los personajes me resultan inverosímiles y forzadas.
Es ciertamente valiente, tocar ciertos temas en la Inglaterra de los ochenta. Pero Frears intenta golpear en muchos frentes al mismo tiempo y tanta ímpetu sólo conlleva a quedarse en medias tintas. Ya lo dice el refrán:
…maestro de nada