Messidor
Sinopsis de la película
Dos chicas suizas, una estudiante de historia y la otra empleada en una tienda, se encuentran haciendo autostop. Sin nada mejor que hacer, deciden emprender viaje juntas por Suiza. Una vez gastado el dinero que tienen en restaurantes y hoteles baratos, deciden continuar, durmiendo en establos y pidiendo dinero y comida a la gente. Pero, un inesperado descubrimiento, un arma en la guantera de un coche, dará un giro trágico a sus vidas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Messidor
- Año: 1978
- Duración: 123
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Opinión de la crítica
Película
6.8
27 valoraciones en total
En Messidor Tanner nos presenta una destructivista road-movie en que dos jovencitas, hastiadas de un sedentarismo al que no le ven razón de ser, se lanzan en picado a una aventura sin más objetivo que el despojarse de la responsabilidad de tomar parte en la artificialidad de un mundo irritantemente aséptico, y se entregan a ello armadas de una inconciencia enloquecedoramente tentadora. No tenemos a desdichados personajes en busca de su lugar en el mundo, ni a pobres víctimas de las circunstancias, sino a dos personas a las que escuece su realidad y que en un impulso visceral y anárquico se revelan contra una inercia que no parece ir a moverlas del sitio en que están. Su desquiciante vagabundeo no está narrado al estilo de las frenéticas road-movies cargadas de adrenalina, sino con el calmo ritmo del propio errático deambular de las dos jóvenes.
Las protagonistas han visto su futuro tan claro y bien trazado como ven la enfadosa cotidianeidad de los demás. Como en rutina se convertirá cualquier otro proyecto vital que tuviesen a bien plantearse, prevén todo ese hastío y aburrimiento y deciden evitarlo desde ya, aunque sea de la forma más insensata posible, que realmente es la única capaz de aniquilar la sensación de ahogo. Y así Jeanne y Marie deciden salirse por la tangente, simplemente por ver que ocurre, y ese juego autodestructivo a que se aplican ya les ofrece algo fresco y nuevo, insano, pero más palpitante que todo lo que puedan obtener de un mundo sin interés alguno. No se plantean esto como un paréntesis, no retomarán nada, ya no quieren ser dos piezas más de una maquinaria paradójica. Se echan a andar solas y sin destino, como antes, pero sin la carga de tener que dar con un logro fingido.
Lo único real es el hambre y el frío que están pasando, lo único que mueve a la acción, que les da una dimensión y entidad que no tienen la mayoría de aquellos con los que se cruzan. No es buscarle un sentido a la vida, es experimentar la vida misma a través del riesgo y la necesidad, estremecerla poniéndola al borde de la sinrazón, dejarse ir, a ver cuanto se dura: autodestrucción genuina.
Messidor es el relato y la visión de dos personas que se sueltan y dejan caer porque andar agarrándose a algo ya cansa y aburre, porque no se agarran para incorporarse a algo que merezca la pena, sino tan solo por no caer y por mantenerse. Tiene el sempiterno interés de experimentar una caída libre, el caos, y de ver como se acaba cayendo.