Mentira latente
Sinopsis de la película
Helen Ferguson (Stanwyck), embarazada y abandonada por su novio, emprende un largo viaje de Nueva York a San Francisco. En el tren conocerá a un joven matrimonio que también espera un hijo y que se dirige a la casa de los ricos padres de él. Pero el tren descarrila…
Detalles de la película
- Titulo Original: No Man of Her Own
- Año: 1950
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
7.3
96 valoraciones en total
Una gramática cinematográfica sin complicaciones, sencilla. Y ahí está su complejidad. Un relato que te lleva de la mano. Los actores histriónicos en sus miradas cuando van a subir o bajar un peldaño . Y, ahí, sí hay que ser histriónico. En fin, para una noche magnífica con un café.
El infravalorado Mitchell Leisen consigue realizar una película notable muy bien dirigida además de una fotografía y unas actuaciones excelentes. Tener a Barbara Stanwick en estos guiones dramáticos es sinónimo de éxito como así han sido la mayoría de las veces desde que protagonizó Stella Dallas. Recomendable, pués, su visión y disfrutar de la dirección y de las interpretaciones.
¿De qué va?:
Por una sucesión de casualidades, una joven embarazada que ha sido abandonada a su suerte por el padre de la criatura termina suplantando a otra mujer también preñada que fallece en un accidente de tren junto a su futuro marido cuando él la lleva a conocer a su familia por vez primera.
No he podido comprobarlo pero supongo que tal cantidad de fornicamientos prematrimoniales impediría su estreno en la España de 1950, y si no fue así, daría dinero por ver el doblaje original de la época, seguro que jugosísimo en sus adulteramientos del guión.
Crítica:
Clásico de intriga de la Paramount con algunas similitudes con la cargante Mientras dormías (1995) protagonizada por Sandra Bullock. Dado que la distancia artística que separa a Barbara Stanwyck de la ilefable (nunca me ha excitado lo más mínimo) Bullock es la que media entre un centollo gallego y el cangrejo de plástico de un niño, y que la película que nos ocupa contiene todo el sabor añejo del cine de calidad que se hacía en la época dorada hollywoodiense, la trama se sostiene perfectamente a pesar de lo descabellado de su planteamiento.
Como digo, la Stanwyck da un recital. Actriz sobria, de método, con una expresividad sobrecogedora permanece siempre por encima del bien y del mal y le da empaque a un filme sin demasiadas pretensiones pero que cumple muy bien con las que tiene.
Buena.
Desconocido por unos y directamente olvidado por otros, Mitchell Leisen conoce en 1919, por casualidad, al productor y director Cecil B. De Mille y se convierte en el responsable de vestuario de sus producciones… En 1925 pasa a ser director del departamento artístico de los estudios Paramount y colabora en películas de Allan Dwan, Ernst Lubitsch, Raoul Walsh y otros muchos… Tras trabajar como ayudante de dirección para el propio De Mille, debuta como realizador con ‘Canción de Cuna’ (1933), versión de la obra homónima de Gregorio Martínez Sierra, pero siempre se le relacionó con la más sofisticada comedia, cuyos mejores trabajos se basaron en guiones de Preston Sturges o del mismísimo Billy Wilder con Charles Brackett…
Leisen fue un valioso todoterreno que pisó además el musical, el cine infantil, el melodrama, el drama de época o su mejor aportación al cine negro, ‘Mentira Latente’ (‘No Man of her Own’, 1949), una intrigante película que bascula entre el melodrama romántico y el policíaco siniestro…El material de partida es un relato de Cornell Woolrich ‘Me Casé con un Muerto’, pero el guión original de Sally Benson no le gustó inicialmente a Leisen… Lo que hubiera podido ser un áspero y mordaz film noir, acabó convertido en una perversa variación de la historia de Cenicienta con intercambio de identidades, mujeres embarazadas y chantajes de fondo…
El irónico maestro de la comedia acabó firmando un melodrama siniestro y algo escabroso, aunque también prevalece en la trama la calidez y la ternura de una redención afortunada… La estilizada elegancia de Leisen no impide una narración tenebrosa, plagada de atmósferas turbias y enrarecidas, combinando gélidos paisajes nevados con claroscuros interiores ciertamente desangelados… Un enorme flashback central establece el grueso argumental y dramático de esta rocambolesca historia, un eje narrativo ciertamente ambiguo en el que se concentra el más genuino suspense, salpicado de intrigantes y misteriosas elipsis…Una película cargada de complejidad, en la que nada es lo que parece y donde Barbara Stanwick desarrolla uno de esos personajes que tan bien le sentaban, tan perverso como inocente, tan infortunado como astuto…
La perspectiva de los hechos de la película pertenecen a esta mujer embarazada que usurpa la personalidad de una fallecida en accidente de tren para garantizar el futuro de su vástago, aunque el pasado irrumpirá bajo el rostro del padre desnaturalizado en búsqueda de dinero fácil… La búsqueda esta identidad se revela como el acto más puro y significativo de la cinta, lo que transforma al resto de los personajes en personas puras, muy humanas, cercanas y reconocibles… Mitchell Leisen aborda varios géneros (entre ellos el noir, of course) para constituír un magnífico y atrevido ejemplo de melodrama negro e intimista… Un film extrañamente edificante, que explora los límites más variopintos del género, y que constituye un magnífico y representativo colofón a este ciclo de grandes olvidados del cine negro.
Una mujer, abandonada y embarazada realiza un viaje en tren donde conoce a un matrimonio. El tren descarrila y la mujer ve la oportunidad de cambiar de vida… Impecable película de M. Leisen que contiene una gran dosis de suspense con una B. Stanwyck que da lo mejor de sí misma con otra (de tantas) gran interpretación. John Lund, actor habitual de Leisen, no aporta prácticamente nada a la trama, como suele ser habitual en él. Vemos a un Leisen distinto a sus screwball comedies habituales, pero igualmente acertado en esta historia que el a veces infravalorado director bordó enormemente. En fin, un clásico de suspense que no defrauda en absoluto.