Mensaje borrado
Sinopsis de la película
Joel Brandt escucha en su contestador automático un mensaje de alarma, y pensando que tan sólo es una broma, lo borra, con el fatídico desenlace de que la persona que le ha llamado es encontrada muerta. Otra persona vuelve a dejar un mensaje en el contestador de Joel, y vuelve a haber otro asesinato, y luego otro, y otro… Entonces Joel se convierte en el sospechoso número uno de la policía.
Detalles de la película
- Titulo Original: Messages Deleted aka
- Año: 2009
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
4
80 valoraciones en total
Hacía mucho tiempo que no veía una película tan pobre y mala en todos los aspectos. Supongo que no todo iban a ser aciertos y en algún momento tenía que dar con un hueso. Ese momento ha llegado.
La cinta que nos ocupa es mala hasta decir basta pero esto es algo que me tenía que haber olido cuando observé que apenas tenía una crítica en esta página, sin apenas votaciones y con una media bajísima. A pesar de todo ello me animé a verla pensando que merecería la pena pero me equivoqué.
Reconozco que la historia tenía su miga y que incluso, haciéndolo bien y con un buen reparto, podría haber mejorado bastante pero al final nada. Os aconsejo no verla porque es perder el tiempo y tiene mucho aroma de cinta de sobremesa. Aunque ahora que lo pienso mejor esto, aparte de basura cinematográfica, es la típica película que emiten por televisión a las 4 de la tarde y que es más mala que el hambre.
Ya cuando llevas vistos 5 minutos (o menos) ya se ve que los actores son malísimos. Ignoro el presupuesto que tenía pero, ¿acaso no podían haber escogido mejor a los actores? Menudo desastre. El apartado interpretativo es lamentable, pésimo y no le pone ganas al asunto. Seguramente no sepan hacerlo mejor y todo en su conjunto hace la película aun peor.
Respecto al final y todo eso diré que intenta engañarte pero no lo consigue. Es previsible hasta decir basta desde el momento de la primera clase del protagonista. Hasta en eso se han equivocado.
Y bueno, poco se me ocurre para añadir a este producto que se va directamente al olvido y con la peor nota posible. Algunos dirán que las hay peores pero el rato tan lento y aburrido que me ha echo pasar tenía que expresarlo de algún modo. Ponerle el 2 ya me parecía excesivo la verdad.
En resumen Mensajes borrados es una cinta muy pobre y mala por lo que os recomiendo y aconsejo no verla. Perderéis el tiempo y eso sí que es valioso. Y mis condolencias a todo aquel que haya pagado lo más mínimo por ver esta porquería (si es que alguien lo ha hecho).
Lo mejor: Nada.
Lo peor: Todo. Previsible desde el primer momento, interpretaciones de lo peor que he visto en meses… Vamos, todo.
* Malísima *
Que Larry Cohen es un maestro del guión, nadie puede dudarlo a estas alturas. Es un perfecto creador de historias, maquinarias de relojería que implican al espectador en historias donde cualquier desconocido debe resolver una situación límite. Además, en los últimos años se está especializando en guiones donde el teléfono forma parte de la historia como un protagonista mas. En Ultima llamada o en celular la película funcionaba en gran parte gracias al buen hacer de sus directores y, sobre todo, de sus protagonistas. Porque los guiones de Larry Cohen necesitan actores capaces de hacernos sentir la angustia de su personaje, son historias donde el actor ha de implicarse y hacer creíble una situación, a todas luces, increíbles. Y el gran problema de Mensajes borrados es que, sin ser una obra maestra de guión si que es un buen guión de Larry Cohen estropeado por una realización televisiva y porque su actor protagonista (Matthew Lillard), a pesar de ser un buen actor, no es el actor adecuado para esta historia. Y ahí es donde se desmoronan nuestras expectativas. Mensajes borrados no es una mala película pero está a años luz de lo que debería haber sido. De todas formas es una buena opción para una tarde de sábado o para aquellos que no son demasiado exigentes con lo que se les ofrece. Yo esperaba mucho más.
Interesante thriller en cuanto a estar escrito por Larry Cohen (cualquier cosa que venga de su pluma es recibida con alborozo por los que consideramos a este hombre uno de los más personales y peculiares guionistas y directores, que dentro de un reconocible desvarió tantas y tan buenas series B, nos ha dado).
Tercer thriller firmado por Larry Cohen en los últimos años, en el que el uso del teléfono es el eje ante el que gira la historia ( Phone Booth 2002 de Joel Schumacher y Cellular 2004 de David R. Ellis, serian los otros 2), que si bien está por debajo de los anteriores en cuanto a enjundia de la producción y capacidad de entretenimiento (probablemente a causa de lo justo que anda el tal Rob Cowan en la dirección) se ve lastrado también por su evidente bajo presupuesto y lo tan solo pasable de su elenco actoral, del que salvo un pasable Matthew Lillard en el papel de ese guionista acosado por un asesino serial que antes de matar a sus víctimas le deja un mensaje advirtiéndole de sus intenciones y una desganada Deborah Kara Unger como la policía encargada de la investigación de los asesinatos, no destaca por su atractivo mitómano ni por la calidad de su trabajo.
A pesar de todo y por aquello de mi particular devoción por Larry Cohen que me impide denostar su trabajo, se deja ver, y eso si, a pesar de sentir una cierta decepción con este, debo de reconocer que la impronta de su pluma impregna la película del primer al último fotograma.
Pues a mí me ha parecido más que interesante lo que pasa que redondeando hacia arriba le pongo un siete. Me gusta porque se habla de cine, no en vano el protagonista Lillard es guionista y profesor en una universidad. Es una película que me parece diferente al resto de películas del estilo. No sé por qué exactamente pero a mí me pareció que o cae en los errores de otras salvo en el típico final pero incluso hay un segundo final para arreglarlo todo que tampoco se suelen ver en este tipo de cine.
No voy a decir mucha cosa más salvo que me pareció que Matthew Lillard ha hecho uno de sus mejores papeles, que a mí me ha encantado verlo en un papel normal y no en uno de histriónico o excéntrico o uno que conduce una bicicleta y que es medio raro —en la película creo que hay un guiño a ese personaje—. Los demás actores acompañan bastante bien también aunque quizás al final noté algo raro en alguno.
Me hubiese gustado, eso sí, que se hubiese basado más en la faceta del cine y no en saber quién es el asesino hubiese subido mucho puntos pero en terminando la crítica diré que es una de las que no te arrepientes de haber visto.
Mensajes borrados presenta un relato de misterio absorbente e intrigante que logra captar la atención del espectador, desde un primer momento, cuando el protagonista recibe una llamada que considera una broma y que más tarde resulta ser el comienzo de toda una galería de crímenes que siguen el mismo modus operandi y que le señalan como posible responsable.
Tiene el aspecto visual de una película televisiva barata y mediocre, pero su argumento logra resultar lo suficientemente atractivo como para mantener la atención del espectador en todo momento, gracias a numerosos giros de guion y a la constante sensación de peligro, casi palpable. Los responsables de la película logran crear paulatina y progresivamente la sensación de tensión e incógnitas a las que se enfrenta el protagonista, desarrollando toda una trama de misterio donde nada es lo que parece.
Hace uso de numerosos tópicos del género, jugando con los personajes y las posibles pruebas que les pueden incriminar, adentrando al espectador en todo un juego de mentiras y dobles sentidos que dura hasta alcanzar su extraño y enrevesado desenlace.
La diversión de la película radica, fundamentalmente, en la constante sensación de misterio, las numerosas incógnitas que van surgiendo a medida que avanza el desarrollo, ofreciendo un juego de tensiones, dudas e incógnitas, donde todo parece apuntar en una dirección, para dar paso a numerosos giros arguméntales. En su afán por sorprender al espectador, los responsables de la película y del argumento terminan por caer en la trampa de rizar demasiado el rizo, haciendo que al llegar al desenlace de la película, todo lo presentado se antoje forzado y con numerosos agujeros de guion.
En el aspecto interpretativo no hay nada reseñable, ni que merezca mención especial, el papel protagonista recae en un Matthew Lillard, que ganó cierta repercusión gracias a su papel en la saga de terror Scream y que, en Mensajes borrados, deja claro que no da la talla como actor protagonista. Mensajes borrados ofrece un entretenimiento pasajero y agradable para los seguidores del suspense y el misterio, gracias a las bases de su argumento, pero, a su vez, llega a ser decepcionante por el empleo de numerosos tópicos y clichés que hacen que el factor sorpresa pueda desaparecer con la misma facilidad que los Mensajes borrados.
Mensajes borrados es ideal para pasar una tarde entretenida, adentrando al espectador en un baile de incógnitas plagadas de suspense y tensiones que encuentran una solución excesivamente rebuscada.