Maribel y la extraña familia
Sinopsis de la película
Marcelino es un tímido y apocado muchacho de provincias que tiene una fábrica de chocolates en su pueblo natal. Un día, le presenta a su madre y a su tía a Maribel, una chica a la que conoció en una barra americana y con la que ha decidido casarse. En casa de la tía de Marcelino, la novia se verá envuelta en los secretos y curiosidades de la familia de su prometido.
Detalles de la película
- Titulo Original: Maribel y la extraña familia
- Año: 1960
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
6.4
35 valoraciones en total
El amor entre una prostituta y un cliente no es nuevo en el cine , todos conocemos ejemplos de títulos míticos,pero esta maravillosa película es algo mas . Es casi filosófica , es el triunfo del bien sobre el mal y el mal quizás nunca es tan malvado como aparenta…la bondad se confunde con la ingenuidad .La diferencia entre la bondad y la maldad es apenas perceptible muchas veces, quizás todos nosotros hacemos equilibrios para no pasar del lado bueno al malo,me estoy enrollando , véase la película y gózese de ella y de algunos de los mejores actores del cine español .Por supuesto esta película si hubiera sido producida en Hollywood se contaría entre las joyas de la Corona hollywoodienses pero claro fue rodada en la España de los 50 es menos glamouroso . Adolfo Marsillach esta aquí genial bueno lo difícil sería encontrar alguna película donde no lo esté.
El apocado y soso Adolfo Marsillach se enamora de Maribel en un bar porque ella lo mira y le sonríe.
Que gran obra de teatro y que bien adaptada por José Mª Forqué. Que bueno el cine español cuando se desprende uno de prejuicios.
Esas dos ancianas que recuerdan a las de Arsénico por compasión, esas primeras imágenes que rememoran Rebeca-en este caso Susana-, con un Marsillach de espaldas a la cámara frente al lago de las muchachas malas-que no deja de ser el lago de Sanabria-, esa música oportuna que quiere convertir en misterio y maldad lo que no es más que bondad. Ese despacho en el que nadie entra. Esa puerta secreta en el dormitorio matrimonial. Mihura era un genio y a Forqué no se le escapa una. Maribel y la extraña familia es una comedia con toques de intriga y absurdo.
Silvia Pinal realiza una excelente composición de la prostituta cenicienta, con una evolución de personaje creíble. No se puede decir lo mismo de las anticuadas actuaciones de Julia Gutierrez Caba, Adolfo Marsillach, o la espantosa Carmen Lozano. En contraste con las excelentes Trini Alonso o la siempre eficaz Gracita Morales, la primera encasillada en papeles de pilingui y antecesora de la fuerza de una Terele Pávez y la segunda encasillada en papeles de chacha que cuando hacía papeles de pilingui parece que la hubiesen despedido de una casa y no la hubiese queaddo otra que ejercer la profesión más antigua del mundo.
Entramos en la vida de Marcelino gracias a la novia que se echa y a la que a fuerza de buenos sentimientos logra conquistar. Ella, Maribel, vive en una pensión con sus 3 amigas, dedicadas a entretener a los hombres por la calle de La Ballesta, Marcelino no ve inconveniente en ello y quiere casarse con ella.
Llega un momento en el que la historia adquiere unos aires de intriga, en casa del novio, con su madre y con su tía y con el contable saliendo y entrando de una misteriosa habitación pasando al lado de las amigas de la novia, surgiendo de repente el extraño fallecimiento de la primera mujer de Marcelino, que Forqué nos expone el modelo más policíaco y humorístico de Mihura de una manera perfecta.
El ritmo del argumento, las imágenes, los detalles durante los diálogos, hace pensar en estar contemplando el estilo del mejor cine de las comedias románticas americanas.
Con la mención del lago de Las niñas malas, al lado de la casa de campo de Marcelino, el interés asciende a cotas más altas y, ahí se mantendrá hasta llegar a un final muy convencional.
Marcelino es un tímido pequeño empresario de pueblo que viene a Madrid a buscar novia para formar una familia. En esta ciudad conocerá, en un bar, a Maribel una chica moderna y alegre. La tía y la madre de Marcelino están encantadas con la novia. A partir de ahí se desarrolla una trama interesante y profundamente humana. La bondad puede resultar extraña para las mentes a modernas y mundanas.
La comedia es el género cinematográfico más difícil y el que menos aprecian los críticos, quienes no suelen votar comedias entre sus películas favoritas porque no parecen ser importantes, se suelen considerar livianas y poco trascendentes. Del mismo modo ocurre en los festivales y en las ceremonias de premios anuales, los porcentajes de comedias premiadas son mínimos en comparación con dramas y tragedias dolorosas. Tan sólo los grandes cineastas, que son los verdaderos creadores, mantienen que es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar. Y es que, está sobradamente asumido por ellos, que el humor inteligente, sutil, irónico o sarcástico, es el mejor arma para criticar o censurar actitudes mezquinas de la condición humana.
José María Forqué ya dominaba el arte cinematográfico y había adquirido una madurez expresiva – su mejor obra llegó con Atraco a las tres – y que le sirvió para mantener la atmósfera y el sello genuino de Miguel Miura. Gracias a una excelente fotografía y una cuidada puesta en escena, Forqué recrea maravillosamente la triste vida de unos personajes que buscan rehacer sus vidas, del tímido y noble que no tonto, Marcelino (un excelente Adolfo Marsillach), un hombre laborioso y emprendedor, torpe en la conquista femenina que cae enamorado ante la sonrisa de Maribel, una chica de vida alegre, como se decía entonces.
Maribel y la extraña familia es una comedia deliciosa con toques de intriga, una fábula moral, amable y desenfadada con ligeros tonos de humor negro. Como no podía ser de otra forma, los diálogos son hilarantes y jocosos, propios de ese tipo de humor…, elegante y a la vez tierno, mordaz sin ser grosero, sencillo sin ser vacuo y humilde sin ser pedante, sabía mucho el dramaturgo Miguel Mihura de cómo aplicar ese genuino humor, que siempre administró en todas sus obras. Denuncia los prejuicios morales y la hipocresía social española de la época, siempre presente en la obra del escritor. Una reflexión sobre la condición de la mujer, sobre lo rancio y lo moderno.
Notables Julia Caba Alba y Guadalupe Muñoz Sampedro como dos encantadoras ancianas de mentalidad tolerante con los nuevos tiempos. La atractiva y escultural Silvia Pinal – antes de su consagración con Viridiana – realiza una excelente composición de Maribel, la prostituta redimida, por la ternura, el cariño y el respeto, que hasta entonces no conocía, con una evolución del personaje creíble y conmovedor. A veces la bondad y la tolerancia se confunde con la ingenuidad y la estupidez, porque lo que importa es cómo te ves tú y no cómo te ven los demás, lo decisivo no es de donde vienes, sino a donde quieres ir.