Maniac
Sinopsis de la película
Frank, el dueño de una tienda de maniquíes, es un hombre solitario y, a primera vista, inofensivo. Sin embargo, hay algo profundamente turbador en su mirada, que refleja un oscuro y siniestro secreto que resurgirá tras su encuentro con Anna, una joven artista que acude a él en busca de ayuda para una exposición. Alexandre Aja y Gregory Levasseur son los guionistas de este remake del clásico de culto de William Lustig.
Detalles de la película
- Titulo Original: Maniac
- Año: 2012
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
5.4
61 valoraciones en total
En una época como la que vivimos actualmente en el cine, repleta de secuelas, remakes y otro tipo de adaptaciones de materiales ya existentes, es un placer encontrarse con una película como Maniac de Franck Khalfoun. El realizador de Parking 2 (2007) sale airoso de la tarea de volver a contar Maniac (William Lustig, 1980) al otorgarle un estilo completamente personal y alejado de la original, recurriendo a la narración en primera persona (es decir, que vemos prácticamente todo el film desde los ojos del protagonista) y utilizándola de forma inteligente. Esta decisión de estilo no sólo no ahoga sus intenciones, sino que ni siquiera mina las posibilidades formales de la película, respetando -aún con este cambio de punto de vista- el tono de la obra original. Lo que tenemos así es una suerte de película ochentera realizada con medios actuales y que nos devuelve al pasado en la forma en que retrata este mundo urbano y en el uso de la música, recordando un montón a Drive (Nicolas Winding Refn, 2011).
Maniac vive por si misma de todas formas y funciona como ejercicio de estilo y de género, un slasher que se define en su primera secuencia en la que vemos cómo desde un coche alguien sigue a una joven, para acercarse a ella y asesinarla. Cuando aparece el rótulo con el título de la película ya sabemos que estamos ante algo que sabe mirar al pasado sin quedarse allí, avanzando formalmente para crear una película completamente esquizofrénica -en el buen sentido- en la que no falta un psicópata con gran interés (interpretado de forma sólida por un adecuado Elijah Wood), varios elementos narrativos que ahondan en su personalidad, flashbacks bien insertados que ayudan a conocer su pasado y que en ningún momento se usan como justificación o excusa, pues son -en realidad- más datos añadidos a una historia sencilla (no deja de ser un slasher con sello autoral) que guarda alguna sorpresa inesperada en su último tercio. Estilosa, sacando provecho de elementos como maniquíes, lugares cerrados y claustrofóbicos. Maniac no es ninguna obra maestra pero dentro de su género es totalmente obligatoria para los fans, y quizá el mejor remake de una película de terror desde Amanecer de los muertos (Zack Snyder, 2004).
Pues sí, lo único que medio merece la pena es vivir en primera persona lo loco que puede estar Elijah Wood. Encima si alguien no conocía al actor antes de ser Frodo y para esa persona es simplemente un hobbit la cosa es más complicada.
Alguien debería asesorar a Elijah Wood a la hora de escoger sus papeles porque no es la primera vez que se equivoca de lleno. Espero que al menos fuera inteligente y cobrara lo mismo que si saliera todo el tiempo en pantalla. Maniac tiene únicamente interesante el hecho de su perspectiva, y sobre todo el hecho de que se nos presenta un maníaco más humano de lo normal. Con esto quiero decir que Franck Khalfoun intenta justificar mediante flashbacks y otros oportunos recursos la locura de su personaje. Empatizamos con él incluso en algún momento.
Pero quitando eso, es demasiado típico. El desarrollo es el mismo todo el rato y todo se ve venir desde el primer momento. Estoy loco-quedo con una desconocida/la persigo-la mato y continúo con mi locura. Así tres o cuatro veces hasta que se llega al final donde pasa lo que todos nos olemos.
Tan mala no es, pero si a todo ello le sumamos que no es un género que me apasione… Además, no puedo evaluarla como remake porque no he visto la original, pero como se parezca tanto me parece que no voy a darle una oportunidad.
No he tenido el gusto de ver la original para poder hablar de MANIAC como un remake más al montón, pero eso puede que me diera pie a disfrutar más de ella sin dar pie a las comparaciones que pueden lastrar tu opinión cuando ves una película así.
Un relato escalofriante y tétrico sobre los horrores que circulan por la mente de un psicópata, un asesino en serie traumatizado que busca mantener eterna la belleza de sus víctimas conservando sus cabelleras en maniquíes. Un slasher que recuerda a clásicos como La Matanza de Texas (1974) pero que se abre a la experimentación de las sensaciones del público en una desagradable mezcla de efectos visuales, maquillaje gore, una fotografía de lujo y una banda sonora cuanto menos irritante.
Está claro que la valoración general es más que positiva. Sin embargo, no es acta para todos los estómagos, eso no hay que dudarlo. La primera escena ya nos advierte del resto de la película, un grito sordo callado por el filo de un cuchillo y la primera cabellera al aire acompaña al título de la película que aparece con un golpe drástico de música. A unos les hará huir y a otros les sentará y les hará frotarse las manos por lo que pueda seguir a tal inicio.
Gracias a la utilización del punto de vista en primera persona conseguimos meternos (casi literalmente) en la cabeza del protagonista, muy bien llevado por Elijah Wood en un papel más cercano al Kevin de Sin City (peliculón) que al un tanto insípido Frodo de ESDLA. A pesar de ser una visión arriesgada, es muy efectiva, dando mucho juego a la utilización de luces y espejos, creando un resultado final muy vistoso en la fotografía.
La crítica puede haberse ensañado con ella, aunque en nuestro país aún estemos a la espera de confirmación de su estreno, pero es una cinta con carácter y estilo propio, con ciertos aires de cine negro, una explosión thriller psicológico y terror, y algunos toques que me llegaban a la cabeza relacionados con un estilo bastante especial similar al fantástico Nicolas Winding Refn por la iluminación y la música electrónica bañando una mente perturbada.
Aconsejable conjunto de sangre y terror. Personalmente, llevaba tiempo sin ver una película de estreno con terror capaz de llevarse mis halagos. Ésta lo ha conseguido. Y no por el gusto por la sangre y lo que muchos consideren obsceno, sino por su manera de tratarlo. Pretende inquietar, perturbar, incluso asquear, y lo consigue.
LO MEJOR: La apuesta en escena de su director Franck Khalfoun, que utiliza la cámara en primera persona ( un verdadero disfrute para el espectador, ya que nos mete de lleno en la mirada de FRANK interpretado por un siempre correcto Elijah Wood ), ademas es técnicamente excelente. Las escenas de los asesinatos están rodadas de una manera impecable. La banda sonora en donde sobresale el track main theme es brutal ( te deja totalmente perturbado ), excelente para acompañar al serial killer .
LO PEOR: Que ya sabemos como va a terminar.
PD: Una película súper recomendable que merece ser vista si o si.
PPD: No apta para estómagos sensibles.
PPPD: Elijah Wood te estas quedando calvo tio.
Maniac se presentó en Sitges 2012 siendo uno de los principales pelotazos del festival al contar con la presencia del director Franck Khalfoun y la presencia de Elijah Wood, a quien dedicaron unos minutos previos para homenajearlo con un magnífico vídeo-resumen de su trayectoria en el cine. El asunto no acababa ahí, pues al finalizar el vídeo, el actor subió al escenario para recoger el premio de La màquina del temps que agradeció y dedicó a todos los presentes. Una vez acabados los actos de entrega, pasamos a la visualización del film.
Frank es un asesino en serie que no llama la atención ni levanta sospechas, y que verá como sus planes se truncan a raíz de la aparición de Anna, una artista que está empezando a abrir una exposición de arte y a la cual conocerá. Será entonces cuando deba decidir o más bien controlar si necesita un nuevo trofeo o es su amor platónico. Vista la experiencia en el cine de Elijah Wood como villano, iba a ser muy raro que decepcionase, puesto que es un actor que ha sido capaz de realizar a la perfección ambos roles. Quizás para muchos es y será Frodo de El señor de los anillos, pero yo le recuerdo por ser Kevin, aquel despiadado y silencioso asesino siniestro entre las sombras de Sin City (Ciudad del pecado) (2005).
Aquí, en Maniac, interpreta a Frank Zito, un hombre solitario con problemas mentales que se dedica a asesinar mujeres para apoderarse de sus cabelleras y luego exponerlas en su tienda de maniquís. Siendo un hombre el cual vemos que intenta poner remedio a su problema tomando pastillas que mitigan su dolor y hacen que sus jaquecas desaparezcan temporalmente, calmándolo y convirtiéndolo en una persona normal. Aunque cada vez le es más difícil controlar al asesino que lleva dentro, el cual se apodera cada vez más y más de él.
Notable como digo la interpretación de Wood, que encarna a un maníaco más que creíble al tener esa mirada acarameladora la cual al igual que los protagonistas, jamás creerían que detrás de ello se esconde un asesino de tal calibre. Aunque Wood es el protagonista absoluto del film, Nora Arnezeder (El invitado, 2012) logra acaparar la atención del espectador, siendo Anna, una chica que quiere progresar como artista la y que ha expuesto en varias galerías. Siendo una chica atractiva, vive inmensa en el mundo del arte, conformado por ese entorno chic de personas que entienden del tema y la pueden ayudar en la evolución de su carrera. Es una chica que tiene las ideas claras y la cabeza en su sitio que no se deja engatusar por nadie.
A medida que vamos viendo el film de Franck Khalfoun (Parking 2, 2007), vemos que tiene más virtudes de las que pensamos y que no es un film de slasher vulgar y pretencioso. Gusta ese riguroso ritual que sigue el protagonista hasta conseguir a la victima perfecta. La paciencia y la de tiempo que dedica hasta que captura a su presa mientras va observando a sus objetivos desde su automóvil. Después observamos ese culto y fetichismo que tiene con los maniquís, los cuales trata con suma delicadeza, siendo algunos piezas de colección. Todo ello sin olvidar que casi el 90% de la cinta se ve desde una perspectiva en primera persona, por lo que el espectador acaba adentrándose en la piel del protagonista (es impactante cuando le empiezan a dar jaquecas).