Mahoma, el mensajero de Dios
Sinopsis de la película
Siglo VII. Férreamente determinado a acabar con las injusticias de los líderes de la Meca, Mohammad, que afirma haber tenido una visión del ángel Gabriel, les persuade para que abandonen la adoración de los 300 ídolos de Kaaba en favor de uno sólo. Además de desoir sus ruegos, las reuniones de Mohammad y sus partidarios son respondidas con persecuciones y crueles torturas. Su expulsión de la Meca desencadena la sed de justicia de éstos hasta que Mohammad accede a tomar las armas y luchar para instaurar el monoteísmo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Message
- Año: 1977
- Duración: 177
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Opinión de la crítica
Película
6.2
58 valoraciones en total
Dirigida a aquellos que piensan que el Corán es lo que forma los arrecifes, que La Meca es la línea que señala el término de una carrera o que las mezquitas son esos pequeños insectos que revolotean alrededor de la mierda, con mucha buena intención por parte de Moustapha Akkad, un sirio que, al irse a Los Ángeles a estudiar dirección y producción, se encontró con un gran desconocimiento de los verdaderos principios en los que se fundamenta el Islam, con un odio tan visceral que hacía equiparar el concepto de musulmán con el de terrorista. Fue, por tanto, un arriesgado proyecto personal con afán divulgativo que tuvo que superar las reticencias de la industria hollywoodiense buscando apoyo de los países árabes.
Lo que Akkad intentó con ésta, su primera película, fue dirigirse a los públicos cristiano y judío –nunca al infiel –, explicarles que la palabra divina que guía sus vidas está repleta de nexos con sus religiones. Mahoma reconoce como profetas a Moisés y a Cristo, incluso reconoce la Torá y la Biblia como textos sagrados que deben estudiarse, aunque se considera a sí mismo una especie de corrector elegido.
También remarca que el Corán liberó a la mujer del pesado yugo de la discriminación machista mucho antes que las democracias occidentales actuales, cosa que no deja de ser cierta, al menos en la teoría y en comparación con las restantes culturas de la época, pues dio el mismo peso a la opinión de la mujer en la vida pública, contempló el divorcio, repudió el matrimonio sin su consentimiento…
Al mismo tiempo, para permitir la distribución en Oriente Medio, se supeditó todo el rodaje a las restricciones impuestas por sus leyes y tradiciones, siendo la película revisada y aprobada por varias entidades islámicas. De ahí, también, que rodara, simultáneamente, una versión en árabe, con un segundo reparto completamente musulmán, y que no se muestre, en ningún momento, ni la imagen ni la voz de Mahoma, ni de sus esposas, hijas y yernos. Las escasas veces en que el profeta aparece, la cámara toma su punto de vista y muestra al resto de personajes dirigiéndose a ella, derivando en escenas algo cargantes.
El resultado es interesante, aunque, peor que falto de autocrítica, yo diría manipulador y contradictorio: ofrece la información a medias, resaltando los aspectos más positivos y omitiendo los que resultarían menos tolerables para los espectadores occidentalizados (ej.: no aclara su concepto de igualdad, un reparto de derechos y deberes diferentes para cada sexo, aunque, según ellos, de la misma importancia, no entra en detalles poligínicos…), intenta compatibilizar el discurso pacifista con el belicista (Alá no amará a los que se exceden, no, pero, como no le aceptes como dios único y verdadero, te considerará un infiel y dará a seguidores justificaciones suficientes para masacrarte)… Es más válido como documento histórico que como acercamiento a un Islam demasiado complejo como para centrarnos sólo en los anales de su génesis.
Un acercamiento entretenido y bien hecho a la historia del Islam. Contó con la aprobación de la universidad de El Cairo y autoridades religiosas del país en cuanto a que es muy respetuosa y fidedigna con la figura de Mahoma. Gran trabajo interpretativo de Anthony Quinn cuya actuación gustó tanto al director que decidió contar con él para su siguiente proyecto, El león del desierto. Una película interesante y de gran calidad respetuosa también con otras religiones y de marcado carácter pacifista. Ayuda a entender y tolerar mejor el Islam liberándolo de prejuicios y falsedades.
El sirio Moustapha Akkad estudió cine en Hollywood donde dirigió cine de serie B de vampiros hasta que consiguió poner en marcha el proyecto de The Mesagge, traducida en España como Mahoma, el mensajero de Dios.
La película cuenta con curiosidades que complicaron tanto el guión como la dirección.
Por ejemplo, como la tradición islámica no permite la reproducción de imágenes del profeta..Akkad tuvo que planificar muy bien una historia donde no vemos ni escuchamos directamente al protagonista, que siempre habla a través de sus seguidores.
Además, el director encontró muchos problemas para la financiación y rodaje de la película, por el rechazo ideológico de algunos países islámicos a hacer una película sobre Mahoma, por lo que aunque se rodó en la primera parte en Marruecos con el apoyo de Hassan II la película se finalizó en Líbano.
Akkad cuenta en El Mensaje con dos estrellas como Anthony Queen e Irene Papas que hacen muy creíble la historia para el mundo occidental, ya que la idea del director era crear una obra divulgativa de la historia de Mahoma comprensible y que emocionara a los occidentales, y sobretodo, un homenaje a su cultura.
La película sigue las pautas del Hollywood de las superproducciones históricas de los 60 y 70, creando una historia épica e intensa sobre el nacimiento y expansión de la religión islámica a partir de su profeta.
Lo dicho, una peli interesante que nos acerca un poco a una cultura cercana y muy desconocida, cuya imagen de radical está politizada desde occidente.
Yo por lo menos, ahora ya sé porque hay tantos musulmanes que se llaman Hamsa. Para saberlo tendreis que ver la peli.
En los años setenta del pasado siglo XX comenzó en cierta forma a instaurarse la islamofobia en todo Occidente, hasta entonces el musulmán nunca había caído demasiado bien, pero en general no existía de forma muy articulada un discurso contra ellos.
Todo esto cambia en esta época debido a los atentados terroristas de los comandos islamistas que operan por toda Europa y Estados Unidos como respuesta a la situación de una Palestina olvidada entonces.
Ante esta visión del Islam como una religión fanatizada, sangrienta y destructiva un árabe musulmán pero que trabaja en Estados Unidos como Moustapha Akkad -el productor de la saga Halloween- pretende crear una película que explique al mundo como nace el Islam y quien era Mahoma para demostrar que no son unos asesinos precisamente.
El resultado es la mejor obra jamás filmada sobre este apasionante tema en la historia del cine, que de una forma divulgativa nos cuenta con bastante exactitud aquellos convulsos pero interesantes años del siglo VII y en la península arábiga.
Como toda película apologética y un tanto proxelitista, Mahoma, el Mensajero de Dios peca en ocasiones de algo muy común en las películas religiosas: De falta de autocrítica. Aunque si la comparamos con el tradicional cine bíblico cristiano casi podíamos decir que es racionalista, ya que se intenta explicar de forma lógica los hechos que allí acontecen sin caer en el típico milagro con la música celestial y luz cegadora a la que tan acostumbrados estamos.
Es interesante destacar que el título original es El mensaje -Arrisala en lengua árabe- y no El Mensajero como se tradujo en Estados Unidos, lo que demuestra una vez más que nuestra religión es cristocéntrica y no ha entendido nunca que es más importante qué se dice que quién lo dice, algo que pasa en todos los ámbitos de la vida.
Otra curiosidad del film es que al Profeta no se le ve nunca delante de la cámara y ni siquiera se le oye su voz, algo que está tácitamente prohibido en el Islam –aunque ha habido excepciones en épocas históricas- aunque es el verdadero protagonista de toda la película y su presencia se hace notar constantemente.
Cinematográficamente la película que dura tres horas, tiene dos partes claramente diferenciadas, la primera que es toda la recreación de La Meca, la creación del movimiento con los primeros adeptos y las correspondientes persecuciones, mientras que la segunda tiene muchos rasgos bélicos y hará las delicias de los que gusten de batallas porque esta película tiene muchas.
Interesante drama histórico basado en la vida del Profeta Mahoma, una de mis figuras históricas favoritas, pese a que no soy musulmán.
Esta película tiene una enorme carga apologética, por lo que, como ya dijo otro participante, peca de carencia de autocrítica. ¿Pero acaso no pasa lo mismo con películas basadas en otros personajes religiosos como Jesucristo? Por ello, no esperen ver a un Mahoma epiléptico, casado con una niña de 9 años o matando a los Bani Quraysa (entre otras cuestiones). Es más, no esperen ver a ningún tipo de Mahoma, porque dicho personaje no aparece en toda la película debido a que su representación es algo prohibido en el mundo islámico. Sólo aparece la cámara como si fuera sus ojos y su voz tampoco se escucha. Esto es algo que criticaría posteriormente el escritor hindú-británico Salman Rusdhie en su obra Los Versos Satánicos .
A destacar la efectísima recreación del ambiente árabe y los diálogos en que los discípulos de Mahoma exponen sus creencias islámicas. Sin duda alguna, son discursos preciosos, aunque no seamos creyentes. La actuación del fallecido Anthony Quinn también es magnifica.
Película bastante interesante para todos aquellos que muestren curiosidad por la fe islámica. Sin duda, no saldrán defraudados. Sin embargo, si quieren aprender la vida de este gran personaje, lean la biografía publicada por la Editorial Salvat (además de los datos que nos otorga el Corán y los Hadices).
Existe una versión animada de la película dirigida a los niños con el título de Muhammad the Profet of Allah realizada por musulmanes libaneses.