Luck – Episodio piloto (TV)
Sinopsis de la película
Tras cumplir una condena de tres años de cárcel, Ace Bernstein (Hoffman), un hombre que trabajó para la mafia, empieza a interesarse por las carreras de caballos. Por su parte Warrior (Nolte) es un veterano entrenador de caballos al que la vida ofrece una segunda oportunidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Luck - Pilot (TV)
- Año: 2011
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
Película
6.8
85 valoraciones en total
38/20(23/02/12) La gran HBO nos obsequia con un prometedor episodio piloto de una serie con un potencial enorme, dirigido por el perfeccionista Michael Mann, protagonizada por Dustin Hoffman, Nick Nolte o Dennis Farina, creada por David Milch (‘Blue Hill Street’ o ‘Deadwood’) y en un escenario tan convulso como el mundo de las carreras de caballos. Mann demuestra su maestría a la hora de crear escenas fascinantes, rueda las competiciones hípicas de modo trepidante, con unos travellings rebosantes de vigor, Mann es un genio a la hora de saber utilizar la música new age, como eleva las emociones con su manejo, pero es que los silencios son absorbentes, su puesta en escena es de una gran elegancia, una gran fotografía de Lukas Strebel (‘Wallander’ la serie británica), una enfática música de Jeff Beal (‘Pollock’ o ‘Appaloosa’) y Gary Lionelli, con un uso adecuado de los primeros planos, todo un alarde de virtuosismo. El problema es que este capítulo inicial son solo apuntes de lo que puede estar por venir, una historia coral por la que al parecer van a desfilar todo el microcosmos que atesora un hipódromo, dueños de equinos, entrenadores, jockeys, apostadores, mafiosos, empleados del mismo y por supuesto caballos, y en el centro el carismático Dustin Hoffman encarnando a Ace Bernstein, un tipo que acaba de salir de prisión después de tres años y aún no sabemos cuál es su objetivo. La presentación del relato parece que va en contarnos historias paralelas, de hecho se vislumbra mucho más en el avance del siguiente que en el piloto, con personajes de peso nuevos que darán más brío y energía a la serie. Calibrar el piloto es criticar una película al cuarto de hora. Fuerza y honor!!!
Como es la crítica al piloto voy directo, conciso y al grano.
1.-La mano de Mann para crear tensión aparece ya en el minuto 15 en la primera vuelta del caballo en el entrenamiento (no es spoiler). Ahí ya te das cuenta que no sabes como va a salir esto pero que Mann esta detrás de la cámara y no hay dudas en cuanto al aspecto técnico y a la tensión que este genio le mete a la cámara. Como le gustan a Mann los primeros planos y como le salen de bien a este hombre por Dios.
2.-Los actores: De nuevo bastan 10 minutos para saber que esto es la HBO y aquí no salen ni los Timberlake ni incluso los Cruise o las típicas estrellas. A la HBO se viene a actuar o no se viene, eso deben de decirles a los actores que fichan, porque, y esto me encanta de la HBO todos son de los llamados secundarios o terciarios de lujo si es que existe la palabreja. Quitando a estrellas como Dustin o Nick el resto vienen a demostrar que su profesión es una y solo una…la de actor. Tremendo en V.O el tartamudeo de uno de ellos. Impagables los matices. La voz ronca de Nolte no tiene precio.
3.-Minuto 19: Dustin se baja de un coche, Mann lo enfoca, monta la escena con la musica que solo Mann sabe, slow motion y durante 2 segundos y sin decir una palabra Hoffman demuestra porque no necesita hablar y deja una cosa clara, el protagonista soy yo. Aquí se viene a ver cine señores.
4.-Primera carrera de caballos: Mann calienta motores.
5.-Segunda carrera: Michael Mann sienta Cátedra. Ladys and Gentlemens, THIS IS HBO.
Resumen: Cámara en mano, primeros planos, el corazón en un puño la musica in crecendo, madre mía la serie que se nos viene encima señores. Donde esta el limite en la HBO, que paren la cadena que me bajo aquí mismo porque lo de esta gente es hacer historia con cada nueva serie, perdón, con cada nueva obra maestra.
Como dirían los americanos… This is BIG. Aun estoy sin respiración. Como Mr Michael sea el que vaya a supervisar este proyecto puede que estemos ante algo de mucha altura.
PD: Por eso inventaron el Jim Bean. La frase del piloto sin ninguna duda.
Como otros antes que él, Michael Mann abraza la televisión como nuevo refugio tras una carrera en el cine meteórica pero con altibajos. Le preceden nombres como Scorsese o Haynes, atados a la HBO tras resultados más que notables con trabajos como Mildred Pearce o Boardwalk Empires, y Luck en teoría debería sumarse a esa lista de grandes películas emitidas en televisión (porque más que series, son Cine emitido en partes) pero su primer episodio, su piloto, nos deja con las dudas. ¿Cuestión de suerte o hay verdaderamente buen material? Lo paradójico es que Mann ya viene del medio y ahora surge un reencuentro.
El problema de Luck (episodio piloto) es que tarda en arrancar. Si, ya, dejad de apuntar al cielo, ya veo la señal del Capitán Obvio, pero por comparar con el que realizó Scorsese para Boardwalk Empire, aquel abría frentes y los cerraba (con opción de reabrirse) de forma admirable. Estaba montado en climax pero desde el primer minuto, al tiempo que se definía a los personajes con palabras, también se hacía mediante acciones. En el caso de Luck vemos potencial: el personaje de Hoffman, que puede dar bastante juego, unos secundarios en el hipódromo, y se presuponen líos criminales y noir para no quedarse en la superficie del tema en torno al que gira todo. Pero como piloto, aunque sólido, es frío, aunque se puede notar la mano de su responsable sobre todo en las carreras de caballos, rodadas con nervio, y en la forma en que la cámara complementa los rostros cansados de los personajes (Nolte) y captura algún momento mágico. Lo mejor del episodio piloto de Luck es su final: sus dos últimos minutos en clave de coming soon on Luck en los que vemos que la cosa puede mutar hacia una gran serie. Pero centrándonos en esta pieza, en el piloto llevado a cabo por Mann, seamos francos: no es nada del otro jueves. Interesante y poco más. Ahora si, la serie… pues ya veremos el año que viene. Eso será otro cantar.
No es cuestión de suerte que la mayoría de las series de la HBO sean aclamadas por público y crítica, son consecuencia de un excelente trabajo destinado a servir un producto de calidad destinado a perdurar en la memoria de los espectadores. Esto ha sucedido en series de calidad como The Wire y Los Soprano , y las más recientes Boardwalk Empire y Game of Thrones , sin olvidarse de miniseries como Band of Brothers y, en menor medida, The Pacific . Es por ello que en cada estreno se genere una expectación y una ilusión elevada a la espera de encontrarse otro título imprescindible que ocupe muchas semanas y meses de visionado.
El último ejemplo es Luck , una serie relacionada con los hipódromos, las carreras de caballos, las apuestas y todo lo que lo rodea (entrenadores, jockeys, apostantes, gente de negocios, intereses, etc). Además se cuenta con la prestigiosa presencia de Michael Mann dirigiendo el piloto, en el que se nota su mano sobretodo en esas escenas de carreras y caballos entrenándose. Sin duda un fichaje muy prometedor como el de Scorsese en Boardwalk Empire . Está por verse si a partir de ahora se nota en los capítulos posteriores su mano en la dirección, sus consejos, su supervisión, en definitiva, su aporte.
En cuanto al capítulo en sí, no es tiempo aún de echar las campanas al vuelo y proclamar a la serie como una futura obra maestra. Visos tiene, pero aún no se ha destacado nada que llene y emocione, se necesita tiempo para asentar y dejar reposar la serie ya que en el fondo si se analiza lo visto se saca en claro que no se han mostrado demasiadas cosas. Pero la HBO es la HBO, y más contando con ese reparto de altura con un Hoffman serie y un Nolte melancólico. No todo es cuestión de suerte, simplemente hay que saber jugar con las cartas que se disponen.
Últimamente estamos asistiendo a un trasvase cinematográfico-catódico de grandes nombres a la ficción televisiva. Tarantino, que puso algún granito de arena, comentaba la posibilidad del medio para llevar y contar historias que necesitaban de una duración inviable cinematográficamente hablando. David Lynch siempre ha sido un aventajado y visionario pero en los últimos años los proyectos de mayor calidad de las televisiones de cable han buscado la artesanía de francotiradores autorales que den más brillo, si cabe, al oro ficcional resplandeciente. Todd Haynes con una miniserie esencial en el 2011, Mildred Pierce, Martin Scorsese con Boardwalk Empire o Frank Darabont con The Walking Dead son ejemplos de asociaciones fructíferas aunque en el último caso no tuviera final feliz. También de imponer un estilo y aroma sobre el conjunto que vendría después en lo que podría ser un lastre para una temporada. Gus Van Sant con Boss o Miguel Arteta y Jonathan Demme con Enlightened son más ejemplos de satisfactorias aportaciones más ‘invisibles’ a una dirección conjunta y grupal de creadores.
Luck creo que pertenece más a los primeros ejemplos que a los segundos aunque no alcanza la plenitud de Scorsese y Darabont. El estilo de Michael Mann a la cámara es notorio e inconfundible pero es difícil ver algo en ese inicio de carreta ficcional que nos presenta la HBO con dos nombres y rostros propios: Dustin Hoffman y Nick Nolte. El piloto de esa conjunción de talentos me parece un mero disparo para lo que está por llegar. Evaluarlo por separado por ser tan injusto como separar el piloto de The Wire y diseccionarlo sin haber visto el resto del material posterior. Luck creo que, al igual que sucede con Boardwalk Empire que parece querer buscar el híbrido entre Los Soprano y The Wire en un entorno y época novedosa e inexplorada para la pequeña pantalla, quiere y pretende mostrar una visión global con todos los resortes humanos existentes alrededor de las carreras de caballos. Desde jugadores hasta dueños y jinetes la serie centraliza en el cerebro y arquitecto de lo que realmente esconde el crimen organizado. Las bambalinas e interiores, el lado más oculto y oscuro pero también la grandeza de las carreras en las que Mann crea suficiente tensión y épica estilística.
David Milch, creador de Deadwood, esperemos que siga los pasos de su notable aportación a las series de televisión y la HBO le de esa segunda y merecida oportunidad. Ace, protagonista de la serie, parece que también la tiene y no quiere perderla bajo ningún concepto. «No confío en nadie, ni siquiera en mí mismo» es su frase y carta de presentación. Lo que no es que pinta el tema de Massive Attack ‘Splitting the Atom’… aunque el grupo de Bristol siempre queda bien y pueda ser aquello que necesite la serie hasta su próximo y dilatado regreso en ese segundo episodio: suerte.