Lucio
Sinopsis de la película
Documental de dos directores guipuzcoanos en torno a Lucio Urtubia, conocido como el Robin Hood navarro . Urtubia ha dedicado toda su vida al anarquismo. Ha colaborado con el Che Guevara, estafado 3.000 millones de pesetas a Citibank, ha participado en sonados secuestros… y todo ello sin faltar un día a su trabajo como albañil. Anarquistas ha habido y sigue habiendo bastantes en el mundo. Los que han tenido que cometer atracos o introducirse en el contrabando para la causa, son numerosos. Los que han discutido estrategias con El Che o han ayudado a Eldridge Cleaver, el líder de los Panteras Negras, son los menos. Pero que, unido a todo lo anterior, haya conseguido poner contra las cuerdas al banco más poderoso del planeta mediante la falsificación masiva de traveller checks, y sin faltar un solo día a su trabajo de albañil de construcción, sólo hay uno. Lucio Urtubia, hijo de Cascante (Navarra). Lucio vive hoy en día vive en París, retirado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lucio
- Año: 2007
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
7.4
86 valoraciones en total
Uno de los documentales más interesantes del cine español en los últimos años no ya por la estricta corrección técnico-narrativa de su propuesta, sino sobre todo por la categoría e insolitez del personaje: es la vida, hazañas y trayectoria del navarro Lucio Urtubia, un hombre capaz de no faltar ni un solo día a su trabajo de albañil, mientras desde su posición de anarquista irreductible e incansable era capaz de todo tipo de hazañas contra la autoridad, el orden establecido y el asqueroso sistema capitalista. Tal es así, que aparte de sus reuniones con el Che o la ayuda a grupos paramilitares terroristas, de su lucha en mayo del 68, de secuestros a banqueros y de su ayuda incondicional a todo tipo de gente antisistema, Lucio Urtubia logró poner contra las cuerdas al siniestro Citybank, por aquel entonces el banco más poderoso del mundo, a través de la masiva falsificación de cheques por todo el mundo, llegando a desestabilizar y secuestrar al más absoluto poder económico. Es la culminación de la utopía: el logro del sueño de todo anarquista, la destrucción del poderoso, el fusilamiento del injusto sistema económico/financiero/bancario, cueva libérrima de ladrones a nuestra costa. Y de ahí surge ese estigma romántico, admirable, del personaje. Lucio fue un delincuente. Fue amnistiado, estuvo en la cárcel, cometió mil delitos. ¿Y qué?. Hacen falta muchos Lucios para luchar contra los ricos delincuentes que nos han saqueado y siguen haciéndolo impunemente hoy día. Lucio es navarro, apenas tenía estudios, fue un humilde albañil. Pero para mí es un héroe: me siento tan orgulloso como él de que fuera capaz de robar a los ricos, admiro sus incorregibles ideas anarquistas, su loable subversión absoluta, su coherencia vital en pos de la libertad y de la utópica revolución, sus cojones, su carácter y mala hostia, sus palabras claras, sencillas y directas. Su vida ha sido un thriller apasionante: su vida es y fue una historia fantástica, la de un perfecto héroe imperfecto, tan humano como sencillo, tan desertor del sistema como luchador infatigable. ¡Viva Lucio Urtubia!. Gracias a Arregi y Goenaga por su trabajo.
Estrenada con expectación en el Festival de Cine de San Sebastián del 2006, y nominada a los Goya como mejor documental, Lucio nos narra la vida de Lucio Urtubia Jiménez, activista libertario que desde los 17 años estuvo envuelto en múltiples actividades subversivas (contrabando, atracos a entidades bancarias, secuestros, falsificación de documentos), viviendo bajo ordenes de búsqueda y captura de tribunales internacionales (hasta en cinco ocasiones), y haciéndose finalmente famoso, a mediados de los años 70, tras estafar más de 3.000 millones de las antiguas pesetas al First Nacional City Bank (actual Citibank ) falsificando cheques de viaje de la American Express mientras proseguía con el oficio que le acompañó toda la vida, pues era y siempre fue albañil. Sus actividades siempre fueron orientadas a financiar los grupos anarquistas y organizaciones de izquierdas de todo el mundo.
El documental, que bien podría ser un thriller, se vertebra entorno a 20 entrevistas efectuadas a las personas vinculadas de una y otra manera a su vida (entre los que se encuentran sus más allegados, su biógrafo Bernard Thomas, el comisario a cargo del Caso Urtubia, su abogado defensor Thierry Fagart, o el que fuera ministro de relaciones exteriores francés Roland Dumas), complementando, con imágenes de archivo y recreaciones ficticias, la trayectoria de un hombre al que se termina cogiendo cariño por su coherencia, su sentido de la responsabilidad y la inquebrantable fidelidad a sus principios.
Lucio tuvo una vida llena de momentos históricos: compartió casa durante los últimos años del maqui Quico Sabaté (su maestro del anarquismo, del que heredó su ametralladora Thompson), preparó el secuestro del nazi Klaus Barbie en Bolivia, colaboró en la fuga del líder de los Panteras Negras, contactó con el Che para una finalmente frustrada falsificación masiva de dólares, simpatizó y apoyó a los grupos anarquistas que intentaran matar a Franco…
Retirado en el parisino barrio de Belleville, en el piso superior de un inmueble en el que creó el «Espace Louise Michel» (centro cultural sin ánimo de lucro que organiza todo tipo de actividades anarquistas y de lucha contra el sistema) este documental rinde tributo a un personaje que representa sólo una pequeña parte de la historia silenciada del exilio español.
Lucio , el protagonista de este documental, se merece una película, una calle y (si me apuras) un centro comercial con su nombre. Pero el relato audiovisual que le han hecho no está a la altura de su historia. Después de leer la sinopsis me las prometía muy felices. Voy a divertirme un rato con la historia de este cachondo , pensé con ingenuidad. Pero resulta que no, que la cosa se pone profunda desde el comienzo y no se arregla. Y ahí me quedo yo, mirando como los entrevistados van cascando sus recuerdos con poca gracia y mucha ideología trasnochada.
Y hablando de contradicciones: tú, que eres antisistema, puedes comprarlo en la FNAC, que a los socios os hacen descuento.
Nací sin nada y por eso lo tuve bien fácil para hacerme anarquista . ¿El anarquismo es una utopía?. La respuesta más aproximada a la realidad es un sí, con un pero muy grande:
Señoras y señores, Lucio Urtubia, si no lo conocéis conocerlo .
Un paleto aparente, sin educación alguna, pero con un ideal mucho más alto que los Pirineos ( que los empezó a cruzar con su técnica de contrabando) sobre todo un albañil (la destreza le guió en su vida, como si se escondiera entre ladrillos). ¿Falsificación, contrabando, atracos… y todo por un ideal?.
Un tío sincero, que dice verdades como puños y se calla cosas referentes a la organización. Los directores le preguntan acerca de las armas y Lucio dice algo así: Las armas las tiramos al Sena, y si no se lo creen no se lo crean.¿Qué coño quieres que te diga? ¿que eran para matar a gente? ¿para participar en secuestros? .
Un idealista de los que sólo aparecen en los sueños. Una historia verídica, digna de ser escuchada. Joder yo quiero destruirlo todo, pero todo el mundo, en cualquier organización, quiere saber, quiere mandar, quiere coger poder soy anarquista porque me da la gana .
Un tercio de cada acto vandálico iba destinado a misiones anarquistas, otro tercio para anarquistas que lo necesitaban y el último para aquel que había realizado la operación.
Un personaje que consiguió herir a los bancos y con su naturalidad, aparte de que consiguiera que le retiraran los cargos, acabaron dándole mucho dinero.
Una persona que sin nada llegó a crear una historia. Una historia vertical e increíble. No estoy seguro de que si acudieran Lucios en masa el mundo iría bien o iría mal (desde luego no mucho peor de lo que está) pero me gustaría comprobarlo.