Luces rojas
Sinopsis de la película
Una psicóloga y su ayudante intentan desacreditar a un vidente que ha recuperado el prestigio después de haber pasado treinta años sumido en el olvido, el problema consiste en que el cerebro casi siempre nos transmite una imagen distorsionada de la realidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Red Lights
- Año: 2012
- Duración: 119
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Opinión de la crítica
Película
6.1
80 valoraciones en total
Prosigue Cortés su andadura americana con este prometedor thriller sobre engaños de magos, parapsicólogos, y demás, que sin embargo (y mucho nos duele) no acaba de convertirse en la gran película que podría haber sido tras ese triunfo que le supuso Buried . Luces Rojas, a diferencia de Enterrado , se le va a uno pronto de la cabeza.
En esta película, Murhpy y Weaver son, respectivamente, una profesora muy racionalista, y su más aventajado alumno (un físico), ambos se dedican a descubrir las trampas de quienes dicen poseer poderes sobrenaturales (lucrándose por ello, o engañando a la gente). De repente aparece en escena un deslumbrante, sutil y legendario curandero o ilusionista (De Niro) que ya puso en aprietos a Weaver unos 30 años atrás. De nuevo tendrán que medir sus fuerzas y sus inteligencias entre ellos…
El guión de Cortés es excelente. No recae en ningún tópico, los diálogos están llenos de vida y los personajes resultan siempre creíbles. No se complica más de lo necesario. La dirección se adapta al modo americano, lo cual, en parte, es una ganancia, y, por otro lado, es una pérdida (¿por qué Hollywood vuelve tan estándar cualquier dirección, y aniquila la creatividad personal, por qué?). Los actores, en especial una soberbia Weaver (¡que buena actriz es esta mujer!), bordan los papeles. El ritmo no decae nunca, y uno ve la película casi sin pestañear. Y hay que reconocer que ciertas escenas tienen verdadera chispa.
Pero por desgracia el asunto nunca termina de levantar el vuelo. La profundidad no nos atrapa, porque la cosa acaba resultando más superficial de lo que debería. Y el final, aunque muy bien traído, nos hace olvidar los conflictos más emotivos de los personajes con una conclusión a medio camino entre lo espectacular y lo obvio. Cosa que, en parte, echa por tierra mucho de lo logrado anteriormente.
Con todo, como la película no es mala en absoluto, y como hay muchas cosas buenas en ella, esperemos que en la siguiente que dirija sepa canalizar todo lo que tiene que seguir contando, y que lo haga con mejor tino que en esta ocasión. Buen intento Luces Rojas , pero Cortés puede -y debe- darnos mucho más.
(Sigue en spoiler con variados y verdaderos spoilers: así que cuidado).
Esta película queda definida en su recta final y desenlace. En ese punto habrá dos tipos de espectadores:
a) Los que vean la cara de la moneda y piensen que han visto una revisión sobre parapsicólogos, psíquicos y farsantes de El truco final (El prestigio) de Nolan bajo la batuta de M. Night Shyamalan.
b) Aquellos que vean la cruz de esa moneda en esas ‘luces rojas’ que salpican toda la obra y entiendan la película, pero no la comprendan por sus numerosas ‘incoherencias’ y secuencias incomprensibles que catalogaran de tramposas.
Luces Rojas trata de la duda de creer o no, pero también de negar y negarse a sí mismo las evidencias. Entre la verdad y la falsedad parece que la controversia se erige como nueva arma de marketing. La película de Rodrigo Cortés no sólo me parece incoherente, pese a que su idea de partida (y fin) resultaba bastante original y poco convencional, sino decepcionante. Precisamente el material con el que contaba el director de películas siempre sorprendentes, gusten o no como Buried y Concursante, parecía ser esa cinta que tenía que haber entregado Shyamalan en vez de la inefable Airbender, el último guerrero. El libreto invitaba a buscar la línea de unión entre Cronenberg, Lynch y De Palma insistiendo en la puesta en escena hitchcockiana, opresiva y sumamente onírica e incluso a una serie procedimental en el polo opuesto de Expediente X de Chris Carter. Parece que Cortés en vez de buscar un final brutal y catarsis explosiva similar a Scanners ha entregado una película tan plana como vistosa y efectista.
El director define su propuesta como «una bomba de relojería de apertura retardada» haciendo referencia a las resonancias que debería dejar en el espectador pasado el tiempo. Precisamente vivimos en el mundo virtual de los 140 caracteres y de las redes sociales que provocarán un aluvión de reacciones inmediatas sin ni siquiera digerir la película. No sé dentro de un año cómo veré Luces Rojas aunque temo que mi jugo gástrico se haya convertido en su mortal verdugo junto a esos ‘terremotos’ dignos de ‘Humor amarillo’. A día de hoy me quedo con la frase de Simon Silver: «Si no hay pureza en la intención, puedes acabar creando monstruos» porque realmente define la propuesta. Las intenciones de Cortés son puras, pero su libreto y montaje me resultan tramposos e incoherentes, plagado de lagunas y de risibles fullerías. Así, efectivamente, se genera y crea en mi cerebro un monstruo llamado película fallida y fraudulenta, que parece jugar en todo momento con una moneda con dos caras…
Pues sí, amigos, ni desnudos, ni miradas perdidas, ni guerra civil a las que tan acostumbrados estamos en este país. Que no es por menospreciar lo que se hace siempre, pues si está bien hecho, es igual de bueno, pero hay que reconocer el mérito del señor Cortés en su tercer largometraje. Sabe muy bien como desmarcarse de lo establecido. Empezó con la personal Concursante , siguió con la sorprendente Buried y esta vez, nos regala una película concebida por él mismo y recupera para el gran público a los grandes Robert de Niro y Sigourney Weaver. Él está inmenso, da esa energía necesaria para que su personaje sea interesante y temible, ella, tremenda como siempre (anecdóticamente de vuelta al género de los cazafantasmas). Rodrigo Cortés dijo que el papel era para ella y sinceramente no se me ocurre nadie mejor para dar vida al escepticismo científico de la historia.
Aviso a quién espere ver una película de miedo que esta no lo es. Algún sustillo quizá, pero poco más. Es más bien una lucha entre creer o no en lo parapsicológico. ¿Hay algo más allá que la ciencia no puede explicar? ¿O todo tiene una explicación científica? ¿Gente con poderes psíquicos o simples fraudes? Esas son las preguntas de la lucha en la que se ve envuelto un genial (como siempre) Cillian Murphy. Y nosotros, como espectadores también, atentos a cada movimiento, a cada frase de una lucha que se asemeja a una partida de ajedrez, desmontando nuestras teorías y suposiciones hasta el mismísimo final.
Parafraseando la mítica frase de aquella mítica serie de los noventa: la verdad está ahí fuera, incluso la de las luces rojas. Para quien quiera creerlo.
Thriller y sobrenatural… creo que son dos conceptos que no se llevan bien. En cualquier caso esta película juega con la ambigüedad y le sale muy bien. La película me estaba gustando mucho. Con Buried, Cortés demostró que sabe manejar la tensión y el suspense y en esta película no hace más que reafirmarse como un gran director en ese sentido. Por otro lado la estética recargada marca de la casa, personalmente me encanta. Pero esos 3 últimos minutos… me hicieron salir cabreado del cine, de pensar que una gran película se quedaba sólo en una película entretenida. Dicho lo cual, en realidad es más que la mayoría de las películas que podemos ver hoy en la cartelera.
Algún día el cine de aquí se quitará de encima los típicos comentarios de ufff, película española? o no está mal para ser española . Películas como esta con un reparto para enmarcar y con una puesta en escena espectacular bien puede considerarse una super producción Hollywoodiense. Estamos asistiendo a una generación de directores españoles muy prometedores gracias a los cuales se hablará de cine en general sin remarcar su procedencia o que si acaso se menciona sea un orgullo y no un lastre.
Rodrigo Cortés es uno de los directores de la mencionada corriente, que se arriesga a hacer algo distinto a lo que estamos acostumbrados a ver. Quizá acercándose a Hollywood si, pero sin heredar sus clichés o defectos.
Hace unos años y en plena explosión de la crisis nos dejaba Concursante, una película que pese a pasar algo desabercibida en su día (aunque volvió a coger fuerza tras el éxito de Buried) personalmente me maravilló, fue mi propuesta cuando me tocó el turno de proponer una película en algún cineclub que participo y conozco algún profesor que la usa en sus clases de economía. Tiene muchos fans pero también grandes detractores al igual que seguramente le suceda esta que nos ocupa.
Con Buried ya consiguió el salto a la fama con un concepto original y una cara conocida como Ryan Reynolds (pese a que Leonardo Sbaraglia no es que sea desconocido).
Al igual que la cinta de 2007, Luces Rojas se acerca a un tema muy interesante (al menos para mi) y que siempre está de actualidad y lo hace como en aquella de una forma didáctica a la vez que amena.
El boom de los adivinos, curanderos, mentalistas, etc parece no tener fin y los protagonistas de esta pelicula son profesionales de encontrar sus trucos, frenar sus estafas. Sigourney Weaver (con un papel notable y alguna gran escena) es la renombrada doctora que lleva a cargo esta tarea, compaginándola con las visitas a su hijo, que permanece en coma desde pequeño y que mantiene con vida artificialmente aferrándose a que como su experiencia le ha demostrado, más allá no parece haber nada.
Su ayudante es Cillian Murphy (gran papel de un actor que pasa por un momento genial), un físico que no da muchos detalles de por qué le gusta este mundo, más allá de insinuarle a una alumna (Elizabeth Olsen) que puede estar dolido con el mundo de los videntes por haber estafado y causado serias consecuencias en algún familiar.
Entra en escena Robert De Niro (que realiza su función correctamente que por lo visto en sus últimas películas no es poco) como un mentalista y sanador ciego que se retiró hace 30 años tras una polémica actuación donde su mayor detractor falleció en directo de un ataque al corazón y que vuelve a escena. El citado físico se obsesiona con él y en demostrar que es un farsante mientras que su mentora, que parece tener alguna cuenta pendiente con él, le intenta disuadir.
(Continúo en spoiler por falta de espacio y al final si pongo spoiler avisado)